La libertad retrocede, pero crece el empoderamiento

En la semana que acaba de terminar, Javier Milei colocó más ladrillos al mundo que desea construir, ese mundo evidentemente para pocos.

Pero también, con las barbaridades que dijo en Davos, y que lo pintan de cuerpo entero, robusteció la respuesta, que resultó masiva.

Las redes sociales se inundaron de mensajes de personas y organizaciones que levantaron las banderas por un mundo mejor, el que respeta a todos y el que no excluye por el hecho de ser como se es.

Es que solo es una cuestión de humanidad.

Exponer lo obvio

No es necesario desparramar los cuantiosos datos que desmienten completamente el violento e irracional discurso de odio del presidente.

Hubo sitios periodísticos como Chequeado que se dedicaron a investigar y exponer datos de la realidad, del país y del exterior, que echan por tierra las acusaciones falaces de Milei hacia distintos sectores de la población.

¿Es necesario exponer lo obvio?

Ser gay, no te hace no ser abusador pedófilo. Pero ser gay no te hace ser pedófilo, como lanzó el presidente homofóbico tomando de ejemplo el caso de una pareja gay estadounidense abusadora.

Un emparentamiento paradójico de quien, como contó antes de ser presidente, padeció junto con su hermana Karina -cerebro de La Libertad Avanza- abusos físicos y psicológicos de parte de sus padres heterosexuales.

Juzgando irresponsablemente desde la misma visión de Milei, la paliza del padre heterosexual de Milei convierte a todos los padres heterosexuales en violentos.

Pero es tener que argumentar lo obvio. No se puede tener que vivir explicando lo obvio. Ante el ataque, tiene que aparecer el empoderamiento, y es justamente lo que sucedió también masivamente en los últimos días. Las llamaradas de odio de Milei fueron respondidas con la reacción espontánea masiva en redes de miles y miles en defensa de la dignidad.

El mundo del revés

Lo de Milei en Davos, que dejó perplejos a muchos, es una muestra más de la incoherencia y la irracionalidad de un gobierno con el eslogan vacío de que la libertad avanza, cuando solo avanza en lo económico para los sectores más favorecidos. En la vida privada de las personas la libertad retrocede.

Hablan de abusos y pedófilos,  pero atacan la educación sexual en las escuelas, justamente la llave que interrumpió abusos en los hogares de niños, niñas y adolescentes, el principal espacio en donde se cometen abusos, en la mayoría por parte de heterosexuales.

Hablan de libertad, pero van en contra de ser libres.

Lo tristísimo es la gran porción de apoyo que, paradójicamente, proviene de las poblaciones violentadas por el presidente, como las mujeres y la diversidad sexual.

Es lo que sucede cuando se está en el mundo del revés. Cristina de Kirchner es una persona perversa que usó al matrimonio gay como elemento para ganar poder; y Milei, quien va en contra de la orientación sexual, es el que nos viene a hacer libres.

El planeta de la extrema derecha quiere hacer creer que el kirchnerismo generó a las personas trans. Antes de Cristina de Kirchner no había trans ni travestis. Desde que el mundo es mundo hay homosexualidad, pero los gays nacieron con Cristina, porque hubo adoctrinamiento en las escuelas.

Y entonces en el tren de la libertad (libertad inexistente) está mal que se "adoctrine" desde las escuelas para que el 80% de chicos y chicas heterosexuales respeten y tengan vínculos amistosos con el 20 % de chicos y chicas gays, o que los chicos gays puedan atravesar su infancia y adolescencia sin sentirse denigrados en su esencia, pero está bien que la máxima autoridad del país segregue, discrimine y violente a las diversidades.

En el mundo del revés se dice que las personas trans no tienen trabajo porque son vagas, pero en la realidad nadie les da trabajo; en el planeta de la derecha las trans se quejan solo porque les gusta victimizarse y vivir de arriba, pero en el planeta real viven solo hasta los 35 años porque es tal el sufrimiento al que las somete la sociedad que no pueden superarse.

Milei podría estar acostado en las mieles del éxito. Desde que llegó al poder en minoría y sin estructura, sus adversarios políticos fueron acentuando su caída, y en paralelo fortaleciéndolo. La política tradicional ya no existe.

Milei gobernó en gran parte con encuestas de su lado y, pese a catástrofes sociales en vastos grupos, mejorando indicadores macroeconómicos que podrían aventurar una mejora de las condiciones generales del país.

Pero lo puede el odio. La extrema derecha es gobernada por el odio. Entierra sus posibilidades de hacer Patria y ser popular porque lo puede el odio.

La violencia sufrida no lo hizo al presidente empatizar con quienes sufren, y entonces se convierte en el primer presidente en democracia en llegar tan lejos. Sufrió violencia y hoy la ejerce.

Los monstruos siempre terminaron mal

Se autopercibe inmenso, pasando por alto que esta puede ser una foto temporal. Los monstruos de la historia siempre terminaron mal, siempre quedaron en su lugar.

Pepe Mujica se apresta a retirarse de esta Tierra con honores porque se alzó contra las injusticias sociales. Líderes similares quedaron abrazados a su pueblo por la eternidad.

Pero Videla murió haciendo sus necesidades en una celda en soledad y hoy solo es reivindicado por una pobre minoría, y Pinochet y Hitler son la mala palabra, todo lo que no se debe hacer.

Ni un paso atrás, que no hay que sucumbir ante los violentos, que no hay que permitir la violencia injusta e innecesaria.