Una mirada sobre la semana en Villa María

Entre la fiesta y la inseguridad

El Festival de Peñas y el Recorrido Peñero resultaron un suceso. Mientras, desde varios barrios vecinos reclaman por los robos en sus viviendas. Demandan más patrullaje, en un contexto que se tornó complejo y de crítico abordaje
lunes, 17 de febrero de 2025 · 08:30

Dos temas dominaron la semana en la ciudad. La fiesta y la inseguridad.

El Festival de Peñas y el Recorrido Peñero resultaron un éxito. Mientras, continuaron los reclamos por robos y hurtos en distintos puntos de Villa María, que está presentando una inseguridad creciente.

Empecemos por lo que se vivió en la costa. Según datos del municipio, 520 mil personas llegaron a la ribera para concurrir a las peñas, ese recorrido de música, cultura, emprendimientos y gastronomía que es un imán para villamarienses y para muchas personas de la zona y de otras partes del país.

El viernes 7 comenzó el Festival en el Anfiteatro, evento que va camino a cumplir 60 años. Y en esa jornada inicial volvió a sus raíces, proponiendo una noche destinada al folclore.

El coloso de cemento tuvo lleno total domingo, lunes y martes. En las dos lunas anteriores, demoró en verse casi completo. 

En esta edición, el espectáculo fue puramente nacional; igual resultó muy convocante, sobre todo con los shows del domingo, con el cuarteto el lunes y con figuras taquilleras y jóvenes en la última noche.

Cuentan que no hubo pedidos extravagantes de los artistas. “Si alguno hubiese pedido algo raro, extravagante, no te lo contaría, pero no ocurrió, sinceramente no ocurrió”, dijo una fuente del espectáculo a elDiario. Hay quienes pidieron cerveza, gaseosa, alguna bebida en particular en el camarín, pero nada de otro mundo.

Dicen que la gran mayoría fue muy agradable con las personas. Embarazada de cinco meses, Jmena brindó un show que tuvo impacto en muchos medios nacionales. En su paso por el Anfi, se la vio sencilla y muy piola.

En la carpa de prensa (varios no dieron conferencia), estuvieron muy predispuestos. Mandaron saludos a quienes se lo pedían y tomaron selfies. Euge Quevedo y Quesito, de la Banda de Carlitos, se destacaron por su buena onda.

Luck Ra, muy carismático en la conferencia y en el escenario, escuchó mucha música en el camarín tanto en la previa como post concierto.

Los artistas estuvieron en los hoteles Amérian, Le Parc y el Hotel Casino.

El intendente Eduardo Accastello estimó que el movimiento económico en la zona costera superó los 6 mil millones de pesos; y evaluó que en la ciudad y la región fue de más de 30 mil millones si se cuentan hotelería, gastronomía y otros.

Dijo que el Festival tuvo un presupuesto de 2.150 millones de pesos y fue superavitario, al igual que el Recorrido Peñero que por primera vez tuvo el auspicio de dos marcas de bebidas.

La venta publicitaria tanto en el Anfiteatro como en las afueras produjo un fuerte ingreso. Accastello señaló que, aún sin los números definitivos, el superávit rondaría los 50 millones de pesos, y afirmó que el monto se utilizará para la mejora de baños y otros servicios en el propio Anfi.

Oficialmente, precisaron que la ocupación hotelera fue total.

Hubo 1.484 trabajadores involucrados en el Festival de Festivales, en tareas de producción, logística, camarines, sonido y luces, servicio de carga y descarga, riggers, acomodadores, bandejeros.

El opositor más fuerte del Gobierno, por no decir el único, el concejal Manuel Sosa, salió a cruzar a Accastello: “No le mientas a la gente. Al día de hoy, todavía no dieron respuestas al pedido de informes del Festival del año pasado”, señaló el edil. “La transparencia no es una opción, es una obligación”, marcó. Previo a esto y ante la pregunta de una periodista que le anticipó al intendente que Sosa iba a pedir informes, el mandatario dijo que acababa de contar los resultados del evento.

 

Demanda de seguridad

“La inseguridad viene haciéndose más visible desde hace dos años, pero en los últimos seis meses fue peor, porque ahora los delincuentes entran a los domicilios, con todo lo que implica que alguien que no tiene nada que perder entre a tu casa”, dijo un vecino del Parque Norte, Claudio Fernández, cuando un grupo de habitantes se concentró en la esquina de Deán Funes y bulevar España para visibilizar la inseguridad en ese sector, que comprende a barrios Belgrano, Solares del Norte, Ramón Carrillo y Almirante Brown.

Vecinas y vecinos cuentan que no duermen tranquilos ni pueden dejar sus casas sin moradores, ante el crecimiento de hechos delictivos.

En menos de una semana, “tres o cuatro portones fueron violentados, han saltado por un patio y robaron una moto”.

Lo que contaron es algo que está a la vista, y que se produce en muchas zonas de la localidad. Han crecido los robos de motos y de bicicletas, el daño a la propiedad, hay puertas violentadas. Trabajadores que se quedan sin su transporte único, como una moto o una bici, porque se las roban.

Un hombre nos contactó para contarnos que en el Solares del Norte “se metieron a una casa, robaron moto, plata (5 mil dólares), televisores, computadoras”, todo en el mediodía de un sábado reciente.

“Sabemos quiénes son, tenemos las cámaras, pero nadie hace nada”, dijo el vecino, quien hace dos meses también sufrió un robo, cuando ingresaron a su departamento y se llevaron su moto.

Lo que pide mucha gente es mayor patrullaje, mayor presencia policial. En grupos de WhatsApp de los barrios proliferan los mensajes de queja por el crecimiento del delito.

Hay quienes ven posibles ladrones en toda persona ajena a un barrio que camina por las veredas. No todos buscan robar. Es notorio cómo se ha incrementado la cantidad de personas que recorren la calle en busca de ropa, de comida, de algún objeto desechado para poder llevárselo a su casa. Muchos revuelven la basura domiciliaria para ver qué pueden rescatar.

Es evidente la exclusión y la necesidad, la carencia. Y también, coinciden muchos de los que trabajan con poblaciones en conflicto con la ley o poblaciones vulnerables, está la droga. Muchos roban drogados para tener recursos para luego conseguir droga.

El asunto se torna complejo. Villa María creció mucho en población; la situación general en el país y en muchos lugares del mundo es crítica y entonces asolan las cuestiones vinculadas a la droga, la falta de oportunidades, la exclusión y la falta de sentido de vida. Estamos ante una problemática bastante importante, que requiere de un abordaje enorme y desde varios aspectos.

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