Así lo afirmó Fernando Martín Páez, secretario general de STIA Seccional Villa María, en diálogo con elDiario por esta jornada especial
“Son tiempos muy difíciles”
El histórico gremialista no se guardó nada y alertó sobre la grave situación por la que atraviesa un sector vital para la subsistencia primera de la gente: el de la alimentaciónFernando Martín Páez, secretario general de Sindicato de los Trabajadores de la Alimentación (STIA) Seccional Villa María, puesto que ejerce desde hace 20 años, por lo que ha visto y vivido todo en el sector alimenticio, conversó con este medio con motivo del Día del Trabajador de la Alimentación, en medio de una crisis económica “que nunca antes vi como ahora”, afirmó sin dudar el histórico gremialista.
“Hoy debería de ser un día para festejar. Sin embargo, esta jornada, debido a varios factores, y sobre todo uno que es fundamental, que es el contexto económico que atraviesa el país, es muy complicada. Lo alarmante de todo esto es que por ahí la crisis le está pegando a muchas empresas alimenticias, lo que te da a pensar que la gente no está consumiendo alimentos”, señaló Páez.
En este sentido, alertó que esta situación respecto al contexto económico y social que se vive tiene que ver con “cómo se maneja la política desde el Gobierno; por ejemplo, nosotros tenemos empresas que están para exportar, pero con el dólar planchado no conviene y el mercado interno está saturado de primeras marcas, y solo se consumen segundas y terceras marcas. Y como tienen que vender las primeras marcas porque no se exportan, se vende a un precio muy alto, y el poder adquisitivo de la mayoría de los trabajadores, tan deteriorado, no las puede pagar”.
“Tenemos empresas grandes, como Nestlé y Santa Clara, que tienen que salir al mercado con un producto caro, pero la gente no lo consume. Esta es una cadena, y hay un eslabón que se ha roto de este engranaje, lo que complica a las empresas y repercute directamente en los trabajadores que, como siempre digo, es siempre la primera variable del ajuste. Esto es preocupante porque no vemos un horizonte de reactivación, de hecho, es al contrario”, expresó.
Contó que hace unos días estuvo en una reunión de la CGT, donde compañeros de otros sectores, como la UOM y UOCRA, “te dicen lo mismo: ‘la gente no tiene poder adquisitivo para comprar nada’, incluso no hay plata, hay muy poco circulante de pesos, y la gente se limita a comer lo que puede y lo básico. No hay consumo. Y va a ser muy difícil revertir esta situación. Siempre pensábamos que al último que le iba a impactar la situación es al sector alimenticio, porque hay que alimentarse para subsistir, pero la crisis está llegando a muchas empresas alimenticias; las dos principales razones son el dólar planchado, que no les permite exportar, y el bajísimo consumo interno”.
Crisis que se agrava
Páez, que recordó que el gremio de STIA tiene a nivel local alrededor de 450 trabajadores afiliados y 17 empresas de alimentación (“2 grandes; y las demás, pymes”), insistió que “si la crisis ha llegado a nuestro sector significa que la gente no está comiendo; y si come, lo hace poco y mal, lo que conllevará, seguramente, a problemas de salud y de otras índoles; digo, ahí están las cifras de la caída de consumo histórico de leche y de carne, mientras sube el consumo de harinas”.
“Nunca vi algo así”
“Repito: nosotros nunca pensamos que la crisis iba a pegar a este sector como lo está haciendo. Con una empresa como Nestlé, con capacidad para producir un millón de litros, una multinacional gigante, que baja su producción, casi parada, y que cierra todo marzo, forzando a sus trabajadores a tomarse obligadamente las vacaciones; incluso con rumores de que cerraría y se iría a México, que podría pagar las indemnizaciones de todos, pero dejaría a cientos sin trabajo. O, por ejemplo, la industria del pollo, o avícola, con el convenio 783, donde vemos despidos masivos con lo que está sucediendo con la Granja Tres Arroyos, y con amenaza de cierre, y todo porque se está importando mucho pollo y huevo de Brasil -incluso carne también-, y ahora- con el decreto de permitir exportar el ganado en pie, toda la industria frigorífica y del procesamiento de la carne está en vilo. Y aunque no perdemos la esperanza de que esto pueda cambiar, sinceramente, no sabemos en qué va a terminar todo esto”, alertó.
Páez, ante la pregunta de cómo ve la actual situación en comparación a otras crisis económicas, señaló: “En el 2001 pasamos una crisis tremenda y hemos pasado otras, pero como esta, así, donde una empresa tenga que tomar determinaciones como las que tomó ahora Nestlé, nunca vi algo así, jamás. Hemos tenido otras épocas donde hemos tenido crisis, donde se iba a trabajar y, aunque no se hiciera producción, por ahí te daban un tarro de pintura y te mandaban a pintar las instalaciones, que hay muchas empresas que lo hacen en estos contextos”, indicó.
Explicó, además, que esta situación no solo los complica, “sino que hoy pasa que los Ministerios de Trabajo están diezmados, no pueden hacer nada porque han reducido gente, casi no tenemos Ministerio de Trabajo local. Yo, para hacer una inspección, el otro día tuve que pedir un inspector de Bell Ville, y aunque no quiero hacer hincapié en el tema político, es inevitable terminar en eso. Y es que es una realidad que el Gobierno redujo al máximo los Ministerios”.
“La inflación ha bajado, pero no es la que dice el Gobierno, porque no tienen en cuenta los impuestos, el incremento de los servicios y otras variables más. Sí, hay algunos precios se han mantenido hasta cierto punto, y otros que siguen aumentando mucho, pero los salarios no acompañan. La inflación -que en febrero, en el rubro de la alimentación, está por encima del 4%- bajó a costillas del sacrificio del pueblo y ahí también están todos nuestros compañeros de STIA, y también del sacrificio de los jubilados y la reducción de empleados del Estado en muchos ámbitos que son estratégicos”.
Sobre el tema paritario del gremio que encabeza, dijo que “el Gobierno, para que no se le vaya la inflación arriba, quiere subir no más del 1% mensual el salario, teniendo en cuenta que el empresario siempre sube los precios en relación con la suba de salarios, y ahora logramos un acuerdo con la Cámara Empresaria de la siguiente manera: Suma extraordinaria de 30 mil por única vez, no remunerativa; febrero, 2% de aumento; marzo, 1,9%; y abril, 1,8%, todos no remunerativo y acumulativo al mes anterior”.
“Sin duda, creo que fue un 2024 muy difícil, con una devaluación del 118% de la que no nos hemos podido recuperar. Y estoy viendo que este 2025 será igual o peor aún, y vamos a ver cómo le ponemos el cuerpo a todo esto. STIA siempre ha sido fuerte y seguiremos estando para mejorarles la calidad de vida a nuestras compañeras y compañeros, a quienes envío un abrazo en este su día”, finalizó.
¿Por qué se festeja esta jornada especial?
El Día del Trabajador de la Alimentación está dedicado a honrar todos los esfuerzos dispuestos por las personas que trabajan en el sector productivo de la alimentación. La jornada se desenvuelve en medio de festejos internos de las empresas dedicadas a la producción de alimentos, y organizando un abanico de actividades para el disfrute y goce de los obreros y obreras del sector.
En Argentina, específicamente, gracias a tener un fortalecido sector agroindustrial (determinante para la economía productiva del país), estas festividades tienen una atención especial; involucra desde empleados adscriptos y organizaciones sindicales hasta los altos cargos de dirección y coordinación de la industria alimenticia. Los sectores involucrados van desde la agricultura, la piscicultura, la ganadería, hasta incorporar otras áreas que trabajan directamente con la extracción de materia prima.
Este día no laborable se trata de un derecho adquirido y es abonado por las empresas con el salario correspondiente a todos los trabajadores, como los feriados nacionales. En el año 2014 se acordó, por convenio, que la fecha se considera inamovible, a menos que sea domingo o feriado, situación en la cual se lo trasladará al siguiente día hábil.