Día del Bioquímico - Emanuel Beccaría - Encabeza el Laboratorio CAnBio desde hace varios años, el mismo sitio donde comenzó su camino profesional

Cuando el cambio es siempre para mejorar

Esta firma bioquímica con 25 años de trayectoria, situada en la calle Entre Ríos 423, tiene como principal objetivo ofrecer un servicio personalizado, con un enfoque humano, donde no solo se trata de dar un resultado, sino acompañar a los pacientes
domingo, 15 de junio de 2025 · 09:00

Originario de Villa Nueva, Emanuel Beccaría es egresado de la Facultad de Ciencias Químicas de la UNC. Su paso por el secundario de la ESIL fue clave para que le agarrase gusto al laboratorio, “donde vi muchas materias de cuestiones orgánicas e inorgánicas en este espacio” y, de hecho, toda esa experiencia previa le ayudó que cuando entró a la Facultad no le costó tanto, ya que añade que “estaba familiarizado con lo que se veía en el ingreso; y sí, la carrera es pesada, de mucho estudio, incluso comparándola con amigos que estudiaban Medicina, algo más cargado en cuanto a la teoría. A veces, los estudiantes bioquímicos pasamos un poco desaparecidos, porque somos un poco como ratas de laboratorio, pero la carrera exige mucho”.

“Así que, ni bien me recibí en el 2004, regresé a Villa María y tuve la suerte de que rápidamente conseguí trabajo al Laboratorio CAnBio (Centro de Análisis Bioquímico), donde me terminé fogoneando, porque una cosa es la teoría y otra la práctica. Y acá, en un espacio que hacía poco que estaba abierto, terminé por fascinarme de mi profesión, y donde me formé en todos los aspectos”, menciona

Beccaría contó que, tras varios años siendo el encargado del laboratorio como empleado de este, se hizo cargo del mismo, tras la pandemia,  “una época muy complicada”, afirma´, cuando sus dueños decidieron dar un paso al costado y dejarle a él este lugar.

“No es lo mismo estar solo en el laboratorio que llevar las riendas del mismo administrativamente. Pero lo que más me gusta es el trabajo en el laboratorio. Yo me hice cargo de este lugar, que ahora es mío, gracias a la buena voluntad de sus anteriores dueños, a quienes digamos que les fui pagando en cómodas cuotas a través de estos años, y a los que les estoy muy agradecido, y con quienes tengo una relación de amistad constante hasta el día de hoy, llamándonos todas las semanas”, cuenta.

Sobre CAnBio, el bioquímico detalla que “somos un laboratorio que no está asociado a ningún centro médico ni ninguna clínica, que sobre todo funciona por el boca en boca, y por la confianza que nos tienen nuestros pacientes de años, no porque un médico los derive específicamente. En la pandemia cayó mucho el trabajo y fue una crisis, pero logramos levantarnos, reorganizando el espacio, y hacernos más fuertes”.

“No es fácil arrancar un laboratorio de cero, y más en la parte privada. Pero acá seguimos desde 2021, en esta nueva etapa de manera independiente. No ha sido fácil, pero con el apoyo de los anteriores dueños y mi familia seguimos, con siete personas que trabajamos en equipo muy bien”, indicó.

 

Tiempos difíciles

Sobre la actualidad del sector dentro de la crisis economía actual, señala: “Es difícil la situación. Tras la pandemia, que a los bioquímicos nos pegó muy fuerte porque bajó mucho el trabajo, ahora está el aumento de aranceles, porque nosotros trabajamos con reactivos importados, así que ya corremos con desventaja. El sistema de salud está difícil, y las obras sociales nos pagan entre 60 y 90 días. Mes a mes tenemos subas de precios, y el costo de los insumos y las cargas sociales complican más, y no vemos del otro lado respuestas para bancar todo esto. Por suerte tenemos la rueda funcionando, pero no hay respiro. Y esperamos que mejoren las cosas”, destaca.

En este sentido, advierte que esto afecta a la salud de la gente “porque, si no tenés obra social o una prepaga, hacerse unos estudios resulta muy caro para una persona.  De hecho, hay copago con las mutuales y el valor depende de cada uno. Hoy está un poquito más estabilizado todo, pero por suerte, con la unión de los colegas y el apoyo el Colegio de Bioquímicos, se ha luchado bien para que mejoren un poco las cosas”.

Casado y padre de dos nenas, Beccaría se siente realizado y destaca que, a pesar de las dificultades, es feliz de encabezar su propio laboratorio, donde se le da  vital importancia a la parte humana, al trato con el paciente, donde tienen un servicio más personalizado, con mucho contacto, “porque no solo se trata de darles un resultado y ya está, sino que tratamos de tener una relación persona a persona, acompañar y orientar, sobre todo ante ciertos resultados, ya que unos son más complicados que otros y buscamos, además, aconsejar a hacia ciertos especialistas de ser necesario, incluso hacemos dos veces un resultado para estar seguros del mismo, sin costo extra”.

“Por último, saludos a todos mis colegas, reconociendo a todos y todas, porque estando tan metidos en el laboratorio no tenemos tanta visibilidad como la tiene un médico. Hoy, como mínimo, el 70% de las decisiones médicas se basan en un resultado de laboratorio, y recordar que fuimos un pilar en pandemia, donde nos pusieron al frente. Somos clave en la prevención, diagnóstico, seguimiento y el tratamiento de enfermedades a través de nuestro trabajo, que le ayuda tanto al personal de salud. Y eso no es poco”.

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