Las calles - Vélez Sarsfield
El Padre del Código Civil Argentino
El nombre le fue puesto por ordenanza del 7 de julio de 1911, durante la Intendencia de Manuel Reyno, cuando se hizo la primera designación de calles de la ciudadDámaso Simón Dalmacio Vélez Sarsfield nació en Amboy, provincia de Córdoba, el 18 de febrero de 1800.

Estudió en el Colegio Nacional de Monserrat, de la ciudad de Córdoba, y luego siguió la carrera de Derecho en la Universidad Nacional de Córdoba, donde se graduó con tan solo 22 años. Fue además un aventajado estudioso de las matemáticas y las lenguas: hablaba inglés, francés, italiano y latín.

Posteriormente, se instaló en Buenos Aires y se casó con su sobrina Paula Piñero Sierra. Inició una intensa actividad política, fue secretario en el congreso rivadaviano de manera interina en la primera sesión, en 1824. Ese mismo año fue nombrado catedrático de Economía Política en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.

La toma del poder por parte de Juan Manuel de Rosas significó el fin temporal de su carrera política. Vélez Sarsfield abandonó Buenos Aires y regresó a Córdoba. Tras representar al caudillo porteño en una ronda de negociaciones con Estanislao López, que acabó en la firma de un armisticio, regresó brevemente a Buenos Aires para ejercer la abogacía, pero pronto volvió a enemistarse con Rosas y se exilió en Montevideo.
Los vaivenes de su relación con Rosas lo trajeron poco más tarde de nuevo a Buenos Aires, como jurisconsulto en materia de límites y derecho internacional. En esta época redactó, además, una exhaustiva compilación del derecho canónico existente, presentada en un Tratado Público Eclesiástico en Relación al Estado, que mereció el elogio general.

Redactó además el proyecto de Constitución para el Estado de Buenos Aires en 1854, en conjunto con Carlos Tejedor.
Tras el fin del rosismo, Vélez Sarsfield retornó a la política. Fundó el diario El Nacional, que apoyó primero a Justo José de Urquiza, aunque luego rechazó el Acuerdo de San Nicolás y el caudillo ordenó su cierre.

Durante la separación de Buenos Aires del resto de las provincias, ocupó sucesivamente los cargos de senador, encargado de la reorganización del Banco Provincial de Buenos Aires, canciller y negociador diplomático entre Buenos Aires y la Confederación.
En 1858, el Estado de Buenos Aires (separado de la Confederación Argentina) le encargó la tarea de redactar un código de comercio, el cual fue redactado en colaboración con el prestigioso jurisconsulto uruguayo Eduardo Acevedo, el mismo, después de la reunificación nacional, sería aprobado como Código Nacional de Comercio por el Congreso, y se mantuvo en vigor hasta el 1 de agosto de 2015.
En el mismo año, 1862, se le encargó a Vélez Sarsfield la redacción del Código Civil de la República Argentina. La composición del mismo no se inició hasta 1864, siendo presidente Bartolomé Mitre. Su redacción, ricamente provista de notas y comentarios, le llevó casi cinco años.
En 1869 se dispuso del texto completo, que se aprobó a libro cerrado el mismo año, durante la Presidencia de Domingo Faustino Sarmiento, y estuvo en vigor desde el 1 de enero de 1871 hasta el 1 de agosto de 2015, siendo reemplazado por el Código Civil y Comercial de la Nación. Fue, además, integrante de la Convención Constituyente que reformó la Constitución en 1860.
Durante un año, Vélez Sarsfield fue ministro de Hacienda de Bartolomé Mitre, y luego, ministro del Interior de Domingo Faustino Sarmiento, quien asumió la Presidencia en 1868.
Sarmiento y Dalmacio Vélez Sarsfield fueron los mayores propulsores de la telegrafía eléctrica en el país.
El 5 de agosto de 1874, en las postrimerías de su período presidencial, Sarmiento inauguró la primera comunicación telegráfica con Europa. Sarmiento decretó que el día de la inauguración del cable telegráfico fuese feriado nacional.
La ceremonia contó con la presencia, entre otros, del ya exministro Vélez Sarsfield, a quien Sarmiento atribuyó en el acto “el honor exclusivo de la atrevida idea y de la rápida ejecución de la red de telégrafos, que contribuye a dar paz a la República y bienestar a sus hijos”.
En esos mismos años, suscitó una gran atención su crítica a la Historia de Belgrano, publicada por Mitre, en la que fue la primera de las grandes controversias historiográficas de la Argentina.
Falleció en Buenos Aires el 30 de marzo de 1875. Sus restos descansaban en el cementerio de la Recoleta, hasta que fueron trasladados al Palacio de Justicia de la ciudad de Córdoba.
Obras principales:
Código Civil argentino (1869); Código de Comercio para la Provincia de Buenos Aires, en coautoría con Eduardo Acevedo (1858); “Derecho Público Eclesiástico (Relaciones del Estado con la Iglesia en la antigua América española)” (1854); las "Instituciones del Derecho Real de España", del guatemalteco Álvarez (1834), que comenta y adiciona; el "Prontuario de Práctica forense", de Manuel Antonio de Castro (1834), cuyos borradores inéditos ordena y corrige; traducción de las "Instituciones de derecho eclesiástico", de Javier Gmeineri (1835); traducción de la "Eneida", de Virgilio; "Escritos y discursos" (Buenos Aires, 1927); "Dictámenes en la Asesoría de Gobierno del Estado de Buenos Aires (Inst. Historia del Derecho, Buenos Aires, 1982).