“Alerta roja: salvaje robo a jubilados”

El Gobierno viene realizando un ajuste terrible sobre los ingresos de los jubilados, que condena a que nuestros mayores pierdan rápidamente el nivel de calidad de vida.

Los aumentos de la canasta básica de alimentos, el de los medicamentos que subieron un 300% (que tienen un gran peso en la canasta del jubilado), la quita de subsidios en transporte y servicios públicos solo sirven para transferir los ingresos hacia grupos muy concentrados de la economía. Esto se hace con una despiadada planificación desde el Gobierno, que se enorgullece de condenar a los más débiles a la peor de las vidas. Cada minuto crece la cantidad de jubilados que se suma a los miles y miles de indigentes.

Eugenio Semino, defensor del Pueblo para la Tercera Edad, denunció que “se vienen perdiendo vidas de jubilados; no es algo que va a pasar a futuro, sino que está pasando, y el gran tema, que nunca se llega a debatir, es el financiamiento de los sistemas”. Por el contrario, están apurados por hacer desaparecer el Fondo de Sustentabilidad de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), o sea, las reservas que garantizan que en momentos de crisis los mayores podrían seguir cobrando un ingreso digno, a la vez que se pueda sostener al PAMI.  El eje de este diabólico plan es mantener un ajuste de las jubilaciones que no vaya acorde a la suba de la inflación. Estamos gobernados por una banda de sicarios que se dedican a robar para los superricos que se llevan nuestro pan y nuestras vidas. Hay millones de jubilados y pensionados en la indigencia, mientras el Gobierno festeja el superávit de enero, que es el resultado de saquear las jubilaciones y pensiones. Necesitamos ya un aumento de emergencia que equipare los ingresos de los jubilados con los índices de la inflación, por lo menos de los últimos meses.

Desde esta Multisectorial reclamamos, aparte de las medidas de emergencia, una solución estructural a la crisis permanente del sistema previsional que, para nosotros, no puede eludir los siguientes puntos:

- Que nuestros haberes sean el 82% de los haberes de los trabajadores activos y se eliminen las fórmulas para actualizar nuestras remuneraciones.

- Que los sueldos de convenio de los activos superen ampliamente los niveles de pobreza.

- Que se combata la precarización del trabajo, y se incluya en el sistema previsional a la gran proporción de trabajadores en negro.

- Que los porcentajes de las contribuciones patronales retornen a sus valores anteriores a 1995. - Que se engrosen los fondos de ANSES con un impuesto permanente a las grandes fortunas.

- Que cese la intervención de ANSES y PAMI.

- Que quienes dirigen la ANSES no hayan sido funcionarios de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP).

- Que el Fondo de Garantía de Sustentabilidad conserve su función anticíclica. En lo que respecta al sistema provincial, afirmamos con total convencimiento que los compañeros jubilados y pensionados nacionales, con el despido de Osvaldo Giordano de la ANSES, no han perdido a ningún adalid defensor de la clase pasiva, sino que se han librado de un ajustador serial, como lo ha demostrado a su paso por la administración de la caja provincial.  Y reclamamos:

- Que el promedio de sueldos para el haber jubilatorio inicial sea de los últimos cuatro años, al igual que lo tienen magistrados y funcionarios del Poder Judicial.

- Que los aumentos a los activos no demoren dos meses en impactar sobre los jubilados.

- Que los aportes de los facturantes a provincia y municipios vayan a las arcas provinciales.

- Que los fondos de coparticipación que recibe Córdoba dejen de ir a rentas generales.

- Que se elimine la quita del 20% a la doble percepción de haberes.

- Que haya bocas de atención al público, y no solo por Internet.

- Que se deje de lado todo intento de “armonización” de la caja provincial con el régimen nacional.

 - Que se mantengan en la órbita de ANSES los beneficios jubilatorios obtenidos por moratoria.

Equipo de Enlace: Fernando Mercado,

Élida Márquez, Oscar Mengarelli,

Víctor Vedelago, Juan Carlos Seia, Marcelo Rebuffo,

Pilar Funes y Nicolás Lazzos