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Pide que no la abandonen

“En el mes de abril del año 2021 sufro un hecho de violencia de género y llamo al 911. En ese momento llega la Policía; luego de asistirme o preguntar quién llamó, un policía pasa al patio de mi casa, habla con mis hijas, vuelve a entrar, corre a sus compañeros diciéndole váyanse porque a esto lo arreglo yo. Se dirige a mí presentándose con nombre, apellido, años de servicios… Usted se baña y se retira del domicilio (denunciado)”.

Así comienza la carta de Rosalía, una vecina de esta ciudad, que a partir de ese día transitó “un infierno”.

Ella, que denunció violencia, fue echada de su casa. Hoy sigue pidiendo que le restituyan sus pertenencias.

Sigue su relato contando la odisea que fue denunciar la situación: “Me dirijo a Ministerio Público Fiscal a las 16 y pude retirarme a las 5 de la mañana del día siguiente. Me tomaron la denuncia a las 3.30, minimizando todos los hechos. Además, la misma no tiene número ni firma, tampoco está sellada”.

Pero lo peor es que en “todo ese lapso, le toman la denuncia a mi expareja y un testimonial a mi hija. Me hacen pasar a la oficina de Violencia, allí escucho la voz de mi hija con su padre, le pregunto al médico forense que miraba mis golpes: ¿Están denunciando? Me responde: es protocolo”.

Si bien el Juzgado de Violencia ordenó la exclusión del agresor, esa orden jamás se concretó.

Además de ese complejo panorama, un hermano de Rosalía también la denunció impidiendo el  contacto con su madre, la que tiempo después falleció en confusas circunstancias.

Cuenta también que su propia hija -quien vive en el domicilio de la que la echaron- presentó una denuncia en su contra.

“Me sacaron del domicilio, mis hijos, mi madre, mis mascotas y todos los bienes, que con tanto sacrificio me costó tener. Hasta los recuerdos de mis hijos, que una mujer guarda con tanto amor”.

En marzo de este año se presentó nuevamente ante el Ministerio Público para pedir que le devuelvan sus bienes (computadora, impresora, entre otros), los que quedaron en el domicilio “que construí y viví durante 32 años”.

Sin embargo, “no me toman la denuncia”, se quejó.

La mujer, que está en soledad y sin familia, pide a los organismos públicos “Ministerio Público Fiscal, Policía de Córdoba, Tribunal, Polo Integral de la Mujer y Centro Judicial de Mediación” que no la abandonen y le permitan recuperar lo perdido.

Rosalía Fernández

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