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Señor director:

Luego de plantearse públicamente en los últimos días una realidad que deprime y entristece, como es la condición de personas en situación de calle, acudimos absortos a las expresiones de funcionarios municipales sobre el problema. La situación, que debería constituir un inadmisible con los recursos con los que cuenta nuestra ciudad, parece superarnos como comunidad y, paralelamente, observamos como una, cada vez mayor, cantidad de familias villamarienses intentan sobrellevar la situación económica actual, lidiando cotidiana y sistemáticamente con sus derechos vulnerados desde: el acceso al trabajo, alimentos, vestimenta (abrigo en esta época) vivienda, servicios y demás.

Todo ello para, posteriormente, leer/escuchar los fundamentos que se plantean desde el Gobierno local, en la voz de sus secretarios, que suenan realmente paupérrimos, vacíos de contenido y articulando excusas con un análisis barato del escenario social local que, claramente, proviene de personas que no salen de sus oficinas más que para "visitar" espacios comunitarios de vez en cuando.

La cuestión social debe estar permanentemente en la agenda de los dirigentes locales porque nos involucra a todos y tiene que resolverse en sintonía al respeto de los derechos de las personas. No podemos esperar que los recursos se designen, en niveles superiores, de manera enlatada. Claramente, están acostumbrados a esas gloriosas épocas donde todo estaba resuelto de antemano. Bueno, se terminó esa instancia y, por consecuencia, deben trabajar para conseguir lo necesario y poner sobre la mesa la realidad de las personas que conforman la sociedad villamariense...

Porque lo principal y básico para abordar una problemática como esta es, en principio, reconocerla como tal, para luego proyectar herramientas resolutivas, cosa que el Gobierno local, por lo menos en las voces públicas de

primera línea de gestión, con la excusa de "asignación de recursos nacionales", comentarios como "sucede en todas partes del país", no lo hace. De igual manera, es una constante en el discurso oficial y está naturalizado que todo lo negativo que ocurre en nuestra ciudad es responsabilidad de otros actores o estamentos, como si gobernar fuera (en este momento) algo que realmente los supera. Ejemplo de esta acción es "el relevamiento": ¿hasta cuándo van a relevar, pensar, diseñar, capacitarse? Deben ser las personas que más capacitaciones recibieron de toda Córdoba en los últimos 20 años. Un gobierno local no debe hacer alarde de esas instancias, sino utilizarlas para proponer, resolver, gestionar y proyectar una ciudad que nos incluya a todos.

Señalar, también, que no podemos, como comunidad, entender el aporte realizado a instituciones intermedias como una instancia directamente de abordaje a las familias que ameritan un trabajo focalizado y en el discurso están presentes sistemáticamente...

Cuando no existe una mirada y enfoque integral que intente generar herramientas palpables, tangibles y claras para una ciudad como la nuestra (el empleo, por ejemplo) el resultado es una serie de "encuentros" o "capacitaciones" sobre temas tan importantes como "el derecho al trabajo" o "la permanencia en el trabajo". Donde los disertantes que plantean "el desafío de las nuevas tecnologías" o conceptos como "el trabajo digno se reconstruye con imaginación" son los que transcurren la historia local haciendo lo mismo desde más de 30 años... Y, posteriormente, se reconocen o autopremian con decoros de Interés Municipal entre ellos.

En fin, esta manera de gestionar las localidades (discursiva y publicitariamente) llegó a un techo hace mucho tiempo. Nos encontramos con una ciudad realmente abandonada en la fibra más íntima, que es el entramado social y humano, donde el abordaje de este tipo de problemáticas amerita responsabilidad, compromiso político y social, más la inversión económica necesaria para que podamos transitar nuestro tiempo de la mejor manera posible como comunidad.

Jorge Luis Argüello DNI 30.267.964

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