Georgina Etchegaray

“No puedo entender que, con un país tan rico, estemos como estamos”

Nació en Villa María, el 11 de julio de 1969. Abogada, escribana, mediadora y magíster en Gestión de Auditorías Ambientales. Docente de Música. Casada, dos hijos. En la actualidad es secretaria académica del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María
lunes, 14 de octubre de 2019 · 12:09

Escribe: Nancy Musa (de nuestra redacción)

Las notas musicales están presentes, desde la niñez, en el pentagrama de la trayectoria de una mujer que asumió diversos compromisos con la comunidad en el ámbito institucional. La pérdida de su hermano a temprana edad inclinó la balanza hacia el platillo de la defensa de la Naturaleza y la necesidad de cuidar el ambiente. Habla en forma pausada, sonríe, se emociona, analiza sin perder el tono amable, empático. 

Georgina Etchegaray muestra un fuerte autocontrol, pero hay cosas que la sacan de su eje, entre ellas, la ingratitud y la falta de responsabilidad con los compromisos asumidos.

Le duele terriblemente la situación actual del país y motiva a los jóvenes para que se informen, participen y defiendan sus derechos.

 

-Después de haber ocupado una banca legislativa, hasta 2015, ¿qué te llevó a retirarte de la arena política partidaria?

-En realidad no he sido una persona de militancia política partidaria antes de entrar al Concejo. Comencé a participar de un grupo que tenía propuestas municipales, con libertad de pensamiento, de expresión y de voto a nivel provincial y nacional. Porque fue una convocatoria abierta y empecé a trabajar en ese grupo por la cuestión técnica.

Mi marido siempre fue muy participativo en cuestiones políticas y comencé acompañándolo a él. 

Me incorporé a los grupos de trabajo, para hacer propuestas en materia ambiental y en un momento dado me sentí involucrada y cuando me proponen ser concejala acepté pensando en hacer algo por mi ciudad.

Nunca lo pensé como una proyección a un cargo superior o con la idea de continuar en política. Lo pensé así.

 

-¿En algún momento te arrepentiste de haber aceptado participar políticamente?

-En algunos momentos, que fueron duros al principio, dudé, pero soy muy creyente. Mi hermano siempre decía que todos en esta vida tenemos una misión. Mi hermano falleció hace 23 años y tengo ese lema arraigado. Y pensé que quizás tenía alguna para estar en ese momento en el lugar en que estaba.

Como en otras instancias de mi vida, que surgieron otras propuestas, y algunas acepté y otras no.

No me arrepentí, sí lo sufrí en un principio, porque me encontré con algunas cuestiones fuertes, a las que yo no estaba acostumbrada (sonríe), pero después empecé a comprender cómo eran los movimientos de la política.

Y me tocó un Concejo de mucho diálogo, más allá de las ideas o de los partidos. Fue un lindo Concejo, de mucho debate, trabajamos en problemáticas interesantes, todo tiene sus cuestiones positivas y sus cuestiones negativas.

 

-¿Tu familia sufrió por la exposición pública que tuviste en ese momento?

-Mis hijos, gracias a Dios, eran chicos, entonces no tienen registro de esa instancia (risas), sí de la mamá concejala que acompañaban a los actos y tampoco fui muy pública (risas). Para mí la meta fue presentar proyectos, trabajar en las comisiones en las que me había anotado.

Y el mayor apoyo que tuve fue el de mi marido, mis padres y amigos muy cercanos que me contuvieron mucho. Y sentí el apoyo de los lugares en que yo trabajaba y también estoy muy agradecida con el periodismo.

Puntualmente, estamos hablando del momento en que me escindí del bloque. Y nunca me sentí atacada por la prensa, me sentí muy respetada y he creado vínculos. 

 

-Hoy, mirando la política desde afuera, con la ñata contra el vidrio como dice el tango ¿qué análisis hacés de la situación que está atravesando el país?

-Vos me preguntaste de las cosas que me entristecen y me duele mucho como está el país. Me duele terriblemente. No puedo entender cómo un país tan rico, con tantos recursos naturales, con tantos recursos humanos, con tantas mentes pensantes, tantos científicos, gente que quiere trabajar, no puedo entender que estemos como estamos.

Somos un país que está en la mira de tantos países, con las apetencias de tener nuestro territorio, nuestros recursos naturales, no puedo entender.

El tema de la minería, por ejemplo, me enerva. Porque nos están dejando la contaminación en el suelo, en las aguas, enfermando a las personas, y se están llevando nuestros recursos gratuitamente.

Nos están desabasteciendo, cuando tendría que ser un potencial de ingresos impresionante. El tema de los desmontes, el aval político para que se realicen los desmontes de la forma en que se están haciendo.

Hay una sobreexplotación de los recursos, la tierra y está en algunas zonas totalmente desgastada. La Naturaleza está reaccionando ante tanta agresión que le estamos provocando.

Frente a eso, uno se pregunta por qué no hay un cambio de políticas públicas en cuestiones ambientales y de recursos.

 

-La provincia de Córdoba tiene una ley que prohíbe la minería a cielo abierto, ¿sigue vigente?

-Sí. La ley es la 9.526 que prohíbe la actividad minera metalífera a cielo abierto en la provincia de Córdoba. Esa ley generó una acción contra el Gobierno, impulsada por la Cámara Empresaria Minera de la provincia y de la Asociación de Profesionales de la Comisión Nacional de Energía atómica y la actividad nuclear. Ellos pidieron que se declare inconstitucional esta ley.

El Tribunal Superior de Justicia, con una fundamentación muy técnica, muy precisa, teniendo en cuenta todos los principios establecidos en la Constitución, en la Ley de Ambiente y demás, rechazó el pedido de inconstitucionalidad y ratificó la Ley 9.526.

Esto ha sido considerado muy importante.

 

-¿La juventud va tomando conciencia sobre la necesidad de cuidar el ambiente?

-Sí. En las escuelas se concientiza mucho, los jóvenes están viniendo con otro pensamiento, al dar clase en la Licenciatura en Ambiente, lo veo, lo converso con los chicos.

Y muchos empezaron esta carrera motivados por lo que han visto en jardín, en la escuela y eso me pone contenta. El valor incalculable de la educación en los temas ambientales, es para sacarse el sombrero.

 

-Y de pronto aparece una chica de 16 años, Greta Thunberg, que expresa su posición en la ONU, ¿qué sentiste cuando la escuchaste?

-Lo que sentimos todos, te moviliza desde los pies hasta la cabeza. Vos decís, una personita de 16 años que esté enfrentando al mundo, a las potencias con un discurso tan claro, es movilizador.

Y ella tuvo la oportunidad, pero tenemos muchos jóvenes y muchos niños preocupados por este tema, tienen mucha conciencia, más que los adultos.

 

-Vos dijiste que te duele muchísimo el país, ¿qué considerás que nos pasó a nivel sociedad para llegar a esta llamada grieta?

-Hemos estado como anestesiados, pareciera que si no nos toca de cerca una problemática no la valoramos, sin pensar que todo lo que nos está pasando es causa también de nosotros mismos.

Algo que fomento mucho en los jóvenes es la participación. Les digo que tienen que participar, conocer sus derechos, la Constitución, estar informados para poder defenderse.

Y para poder elegir con conciencia el futuro que queremos. Siempre les pregunto a los jóvenes si saben qué se vota, entonces les explico, son temas que me gusta mucho conversar con ellos, fomentar que desde chicos sepan participar con fundamentos.

 

Mauricio Macri: es una persona que no me inspira confianza. No me inspiró nunca y ahora menos con sus discursos. No creo en su discurso, no creo. Y con su accionar, menos creo.

Juan Schiaretti: Juan tiene muchas cosas buenas, en las que la provincia de Córdoba ha sido pionera y otras que habría que revertir. La cuestión ambiental, en nuestra provincia, está complicada. Pero, en el tema docentes, jubilaciones, es una de las provincias que mejor está. No digo que están bárbaros, pero se sigue discutiendo.

Martín Gill: muy buen gestor. Ha mantenido un perfil bastante moderado, tiene varias cosas para hacer, tiene un nuevo mandato, lo veo como una persona mesurada y eso me gusta en un político. Económicamente enfrentó un período complicado a nivel país, pero hizo cosas necesarias para la ciudad con los recursos que tuvo. Y creo que es una persona que nos da la confianza que va a seguir gestionando bien.

 

-La ignorancia política ¿nos lleva a tropezar varias veces con la misma piedra?

-Totalmente. Justo estoy trabajando con los estudiantes el tema de los residuos. Les hablo sobre lo que dicen las leyes, la Constitución y después sale un decreto presidencial que permite el ingreso de residuos sin que tengan una certificación de inocuidad.

Y los chicos, entonces, plantearon que el decreto es inconstitucional, porque está violando el artículo 41 de la Constitución.

Ese tipo de reflexiones tendrían que hacerla todos los ciudadanos. Y si tenemos un presidente que está dictando un decreto de esta índole, hay que involucrarse.

Ya empezaron a realizar presentaciones judiciales de inconstitucionalidad. Por eso, es importante que estemos informados, conozcamos las leyes.

Tenemos la Constitución, tenemos las leyes y ¿los primeros que las violan son nuestros representantes?

 

-Hablando de leyes, en tu carácter de abogada ¿qué opinión tenés de la actuación de la Justicia Federal con tantas prisiones preventivas?

-Las prisiones preventivas, las demoras, hay un refrán que dice “si la Justicia es lenta, no es justicia”.  No voy a generalizar porque hay jueces y fiscales que están haciendo una buena labor, pero creo que cuando se demora tanto para dictar una sentencia, llega todo tardío. 

Uno se pregunta, por qué hay juicios tan largos y otros que salen tan rápido.  El ciudadano también se lo pregunta. Si ahora están liberando a personas que fueron detenidas, me pregunto qué pasó, ¿no había pruebas?

Porque nadie es considerado culpable hasta que no tenga una sentencia que lo condene, ¿por qué se demora tanto tiempo?

¿Por qué el abuso de la prisión preventiva? Porque durante ese tiempo la persona está estigmatizada, en ese proceso la Justicia tiene que agilizar los tiempos.

 

-Es que hay una condena social previa, difícil de revertir después.

-Sí, en muchos temas. Y eso es lo más difícil, cuando manchan el nombre de una persona en este ínterin de espera. ¿Cómo remontás, psicológicamente, un estigma de esa naturaleza? Es muy difícil.

 

-Georgina, cuando te pregunté qué cosas te enojaban me respondiste “los políticos”. ¿Qué te enoja de los políticos?

-(Risas). Me está enojando que no estén escuchando las necesidades reales de la gente. Tampoco quiero poner a todos en la misma bolsa, porque hay gente que escucha, no sé si en las esferas altas.

Pero a la gente hay que acercarse siempre, no en época electoral. Hay que escucharla siempre, estar en contacto siempre, eso lo aprendí estando en el Concejo.

Más que enojo, es un malestar. No puedo entender que, si quieren ocupar cargos, si quieren que la gente los vote, tengan este tipo de discurso. Eso de “no los escuché antes, perdonen, ahora los voy a escuchar”.

Ese discurso no lo creo. Y hoy están focalizados en dos esferas, a pesar que hay otros candidatos.

Es difícil explicar la sensación que tengo, pero creo que esto le está pasando a mucha gente. Sobre el pasado hay cosas rescatables, pero otras que no queremos que se repitan. Y, por otro lado, tenemos un presidente que te cambia el discurso de un día para otro, si no lo hizo en cuatro años ¿ahora lo va hacer?

 

-¿La situación económica te preocupa?

-Sí, hay mucha gente desocupada, empresas que cierran, salarios que disminuyen, empresas que no saben si van a poder sostenerse, vos ves todo eso y decís estamos mal encaminados.

Y no puedo creer que nos esté pasando esto. Y también me hago un mea culpa, porque todos tenemos algo de culpa por no hacer oír nuestra voz.  Muchos cambios se han generado por los movimientos sociales.

Me da miedo pensar ¿hasta cuándo va a resistir la gente?, la veo con una calma contenida que puede estallar en algún momento.

Ya está pasando en Ecuador, en Perú hay un problema grave. Y por eso me enoja que los políticos no se pongan en lugar del ciudadano común, no con los discursos, sino con las acciones.

 

-Te voy a sacar del presente y te voy a llevar a tu infancia ¿dónde transcurrió?

-Viví siempre, hasta que me casé, en la calle Tucumán al 1200. Tuve una infancia normal, con los amigos del barrio, sin celulares, donde tenías mucho tiempo para hacer un montón de actividades. Estudié música desde chica, estudié en Bellas Artes y tenía tiempo para jugar con mis amigos.

Fue una infancia muy feliz.

 

-¿Tus padres?

-Siempre tuve un vínculo muy estrecho con mis padres. Mi papá es abogado, influyó para que yo estudiara Abogacía. Porque primero estudié profesorado de Música, quería ser docente, y cuatro años después me decidí a estudiar Abogacía.

Recuerdo que viajaba a Buenos Aires para estudiar guitarra con una concertista, tenía todo ese lado bohemio.

Y cuando empecé a estudiar Abogacía me gustó, la hice viajando. Salía de dar clases, en una mochila llevaba los instrumentos y me iba para Córdoba.

Mis padres siempre fueron un soporte vital, gracias a Dios los tengo. Con mi hermano lo mismo, no recuerdo haber tenido peleas con mi hermano. Compartíamos grupos de amigos, muchos amigos de él siguen un vínculo estrecho conmigo (se emociona).

Haberlo perdido fue lo más duro que me pasó en la vida.

 

-¿Qué le pasó, podés contarlo, porque tu familia luchó por el tema del amianto?

-(Muy conmovida). Un 6 de marzo mi mamá le pidió un turno al médico porque tenía una tosecita seca, después nos enteramos que en ese verano él tenía febrículas, pero nunca nos había dicho. Era verano, él iba al río con los amigos, tenía su novia, estaba con expectativas de casamiento, ese año se recibía de martillero, y mi mamá le pidió un turno pensando que era una bronquitis.

(Pausa). Cuando el médico lo auscultó, dos excelentes médicos que nos acompañaron permanentemente Zazzetti y Barberis, se dieron cuenta que un pulmón no ventilaba bien y tenía un derrame de pleura. Le hacen una biopsia y aparece algo malo y raro.

En ese momento era raro, ahora no.  Esa enfermedad, el único origen comprobado es el contacto con el amianto.

Ahí empiezan a preguntar, donde se pudo haber contaminado. Y en realidad le podría haber pasado a cualquiera. Antes era muy usado el amianto, ahora está prohibido, pero no me consta que esté tan prohibido.

 

-¿Eso te llevó a meterte de lleno en la importancia que tiene el ambiente y las consecuencias de no cuidarlo?

-Sí. Eso fue lo que me motivó a estudiar las problemáticas ambientales.

Y ahí empecé a trabajar con Luis Tuninetti, el famoso Tuni, que era muy amigo de mi hermano.

 

-¿En tu casa hablaban de política, les gustaba la política?

-(Sonríe). En mi familia había una multiplicidad de ingredientes políticos. Recuerdo las mesas familiares con abuelos, tíos, y cada uno tenía una rama diferente. Había mucho debate. Mi papá de la Democracia Cristiana, mi mamá militante radical, mis abuelos más una tendencia socialista, tíos peronistas. Lindos debates.

Y nosotros éramos chicos y participábamos.

 

-Eran debates de ideas con fundamentos los de antes.

-Sí, pasa que ahora se cierran. Creo que todos debemos aprender de todos. Hay que ver las personas, también, no sólo los partidos.

 

-¿El amor por la música lo traés desde niña?

-Sí, a mí me mandaron a estudiar porque me gustaba tocar la flauta. Fui a guitarra y piano, pero me quedé con la guitarra. Y sigo con la guitarra, es mi cable a tierra.

No me gusta hacer deporte, soy “cero” gimnasia, hago mis ejercicios con la música.

 

-Hace cuatro años que dejaste de ser concejala, pero no creo que hayas perdido la costumbre de pensar en la ciudad ¿qué temas de la ciudad te preocupan?

-El tránsito, la problemática vial me preocupa por la cantidad de accidentes de tránsito que uno ve a diario. La cuestión ambiental, veo que hay gente comprometida, que se mueve más, pero faltan más recursos para reforzar el tema de la ciudad verde y lograr una mejora de la calidad de vida.

Otro tema que me preocupa es la expansión de la ciudad, sin una mirada a largo plazo. Si bien ahora se está trabajando con la universidad, falta una política a largo plazo.

Creo que se necesitan políticas, de Estado, largoplacistas.

 

-Georgina, ¿cuáles son los riesgos ambientales de nuestra región?

-Agroquímicos, que ya los estamos sintiendo en la ciudad. Cuando no deberíamos, porque Villa María es pionera en tener una ordenanza proteccionista con un resguardo importante. Me consta que desde la Municipalidad están tratando de averiguar qué es lo que está pasando, pero me preocupa el tema de agroquímicos porque creo que muchas de las enfermedades que están dando vuelta tienen su origen en el mal uso de esto.

Me preocupa la contaminación que hay en el río y que viene de arriba. Y ahí también hay un problema que requiere de una mirada integral. La cuenca del río afecta a todos, lo que pasa en Río Tercero nos contamina acá, lo que pasa con los desmontes nos afecta acá y más abajo.

Vos te acordás que nosotros convocamos a todos los de la cuenca y lamentablemente no quisieron comprometerse y no pudimos impulsar una normativa.

Lo que sucede en nuestra provincia afecta también a otras provincias, en materia ambiental hay que tener una mirada integral.

 

-¿Tenés expectativa que en algún momento el tema ambiental sea prioritario?

-Sí, es más a nivel de la Justicia, ya hay varios fallos muy interesantes y con fundamentaciones en leyes ambientales. Hay fallos que dan un aire de esperanza,  vamos lento, pero  vamos hacia un caminito.

Te nombro, por ejemplo, un fallo contra una oleaginosa en Río Cuarto, fallo condenatorio como fue el caso de las madres de Ituzaingó Anexo, con el tema de los agroquímicos.

Hay muchos otros casos y falta por hacer. Falta, pero trato de ser positiva, se vislumbra un caminito, pasa que, si no hay poder decisorio a nivel internacional, de las grandes potencias que son las que más contaminan, es muy complicado. Y aún tomando las decisiones ya, no sé cuántos años nos va a llevar revertir todo el daño que le hemos hecho a la Naturaleza.

Hay varias especies en extinción, en proceso de extinción, y todo esto por causa del cambio climático.

Y todo eso nos afecta a nosotros.

El problema del agua, cuándo íbamos a creer que en Argentina íbamos a tener problemas de agua, y ya hay lugares que tienen problemas de abastecimiento.

Dejando un mensaje positivo, creo que hay un caminito, pero todos nos tenemos que involucrar y participar desde el espacio que tenemos por mínimo que sea.

 

-¿Qué expectativas tenés para el 27 de octubre?

-(Risas). La verdad cuesta decirlo, me va a costar emitir el voto, los que hay, como dos posturas extremas, no me terminan de satisfacer. Hay otras opciones que han hecho una gestión valedera en su momento como es el caso de Lavagna.

Veremos que nos “dispara” (risas) el destino.

 

-¿Qué querías ser cuando eras niña, cuál era tu sueño?

-Profesora de Música. Y lo he cumplido. Y la vida me ha ido llevando a ocupar distintos lugares y en todos me he sentido cómoda, han sido grandes desafíos, he tenido cuestiones que no me han gustado tanto, pero Dios me ha bendecido con haber estado en distintos lugares y haber conocido tanta gente positiva, gente de bien, que me ha llenado.

 

-¿Cuál es tu sueño hoy?

-Ver crecer a mis hijos, desarrollarse en el trabajo que sea y verlos felices, seguir manteniendo mi familia, disfrutar a mis padres todo el tiempo que Dios disponga.

Y hoy estoy cumpliendo un sueño lindo, que es el nuevo rol en la universidad que es todo un desafío. Me está llenando mucho, más allá de los otros lugares en que trabajo.

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