“La peor herencia que nos deja el Gobierno del PRO es el endeudamiento”

Nació en Villa María, el 19 de enero de 1952. Abogado, profesor universitario. Tiene un Doctorado en Ciencias Jurídicas y Sociales y diversos cursos de posgrado. Fue concejal del PJ en 1983. Ocupó la vicepresidencia primera en la Convención Constituyente municipal en 1995 hasta 1996
lunes, 11 de noviembre de 2019 · 11:00

Escribe Nancy Musa DE NUESTRA REDACCION

 

Su hoja de vida es prácticamente un libro. Estudioso, perfeccionista y de bajo perfil. Su estudio sobresale por la cantidad de libros. Le apasiona la lectura, la investigación y adquirir conocimientos en forma permanente. Al peronismo lo vivió desde la cuna, su padre fue un reconocido dirigente local, su madre es una recordada maestra de la primaria, que diariamente lee todos los diarios.

Jorge Martín, tiene una rica historia de participación en el ámbito institucional, muchos recuerdos, numerosos viajes en su haber y un sentido del humor espontáneo.

La justicia, la política, la universidad pública son las postas de su camino.

 

-Liberaron a Lula después de 580 días preso ¿cuál es tu análisis del rol que cumple la Justicia hoy, en nuestro país, en hechos relacionados con la política?

-Creo que tenemos que diferenciar lo que son los tribunales de la capital, el famoso Comodoro PY del resto de los tribunales del interior. Los tribunales de la Capital Federal evidentemente tienen las causas más problemáticas, más conflictivas, más politizadas y en cierta medida actúa políticamente, con ciertas y determinadas actitudes de acuerdo a los criterios que van adoptando.

Por otro lado, están los tribunales del interior, donde uno ya conoce los jueces, tiene un trato distinto y en ese ámbito es diferente la situación. En la Justicia de Villa María que conozco bien, después de 40 años de ejercer la profesión, nunca escuché hablar de un juez o un secretario que haya sido acusado de mala praxis o de favoritismo hacia uno o hacia otro.

 

-¿La liberación de Lula es señal que hay cambios en las posiciones judiciales?

-La detención de Lula ha sido en el marco de un contexto político. Evidentemente, con el transcurso del tiempo, pasó 580 días detenido, la causa debe haber incorporado otros recursos y el supremo tribunal dio un vuelco al fallar que las penas de prisión no pueden empezar a ejecutarse antes de agotar todos los recursos legales.

De la causa judicial, no puedo hablar, porque no he visto el expediente. Conozco por la información periodística y vos sabés muy bien que la información puede estar de un lado o de otro.

 

-Vos que fuiste parte del Consejo de la Magistratura, ¿qué opinión tenés sobre el comportamiento de Stornelli en rebeldía?

-La rebeldía es un acto de inconducta procesal, porque no se presentó al llamado del juez. El ser testigo es carga pública, si sos citado es carga pública.

 

-¿Qué visión tenés en torno a la situación política que se vive en la actualidad?

-La situación política de hoy, de ayer, de anteayer está siempre ligada a la situación económica. Lamentablemente, tendría que ser completamente distinto. En otros países hay convulsión política, pero no económica. En el nuestro, siempre está ligado a la economía.

En Europa, desde que se implantó el euro, un café cuesta 1 euro y siempre costó 1 euro, y tiene convulsiones políticas.

En cambio, nosotros cualquier movimiento político va arrastrado con un movimiento económico.

 

-¿Por qué llegamos a esta crisis en la economía?

-Llegamos a una crisis, que para algunas personas es peor que la de 2001. Creo que la peor herencia que nos deja el gobierno del PRO, de la coalición o como quieran llamarlo es el endeudamiento externo.

Nosotros vamos a necesitar muchos años, para poder salir de esos préstamos que hemos obtenido.

 

-En 1951 habíamos cancelado la deuda externa y éramos un país acreedor ¿qué pasó?

-Sí, habíamos pagado la deuda, éramos acreedores y teníamos superávit, habíamos sabido aprovechar las contingencias mundiales, habíamos incluido a la mujer en las decisiones políticas, el voto femenino de Eva Perón. Habíamos avanzado muchísimo y además de eso, lo que nadie se acuerda es que teníamos una Constitución Nacional con raigambre en el constitucionalismo social, el hombre inserto en la sociedad.

 

-La reforma de 1949...

-Exacto, tenía un capítulo para la niñez, para los ancianos, para los trabajadores.  Estaba dividida, tenía un capítulo para la familia, todo dentro del contexto del constitucionalismo social, modificando radicalmente la Constitución de 1853 que tenía un contenido netamente liberal.

Creo que la debacle económica del país, comienza con los gobiernos militares, con Martínez de Hoz, creo que ese fue un punto de partida.

La generación nuestra vivió con los flagelos económicos, cada diez años tenemos una crisis, por una u otra cuestión.

Y nos hemos acostumbrado a vivir así, le hemos sacado ceros a los pesos y seguimos igual.

 

-¿Ves alguna posibilidad de cambio?

-(Pausa). Sí, debe haber un cambio. Esta es una situación muy difícil y requiere de un pacto económico y social entre todos los sectores. Un acuerdo que incluya a los sindicatos para morigerar algunas cosas, que incluya a los empresarios, y todo el contexto social.

Un pacto que se pueda llevar adelante y creo que el único partido que puede hacer ese pacto es el PJ. Yo soy peronista, nada más. (Sonríe).

 

-¿Por qué te hiciste peronista?

-(Risas). Nací cuando mi papá era diputado, peronista. Nací en 1952 y mi papá era diputado provincial desde 1945 y hasta 1955, fue convencional constituyente en la reforma de 1949. En mi casa se mamó la política desde chico. Mi tío el Pepe Martín Iglesias, el padre de Marcelo Martín Silvano, fue ministro coordinador del gobierno de Bercovich Rodríguez.

Martín Iglesias en Villa María, es sinónimo de ser peronista (risas). En el bar Cristal se juntaban en épocas de resistencia y de actividad política.

Yo no actué en política en la época universitaria, pero siempre actué dentro del partido, hasta hace poco. Y el único cargo que ocupé fue concejal con grandes amigos, el Gordo Aymar, Carlitos Caballero, la Nelda Orsi, éramos los cuatro que habíamos quedado en esa debacle de 1983 en la que nos pasaron por arriba.

En frente teníamos a Luis Caronni, Cecilia Fernández, José Redondo, todo un equipo de radicales, ellos sacaron siete concejales y nosotros sacamos cuatro (risas).

 

-¿Por qué te alejaste y no ocupaste cargos?

-Porque me dediqué a la profesión y en esta profesión tenés que estar. Y no me alejé del todo, yo siempre fui apoderado del partido, y en la última elección fui fiscal general.

 

-¿En qué barrio transcurrió tu infancia?

-(Risas). Viví 60 años en la misma manzana. Vivía en Lisandro de la Torre 381 y después me vine a vivir a San Juan 1245. Tengo muchos recuerdos de momentos compartidos con los amigos de la infancia.

 

-¿Eras un chico tranquilo?

-Sí, pero mis padres trabajaban a full y yo andaba en la calle. De chico me inculcaron dos cuestiones, en esa época había tres diarios de la provincia, La Voz del Interior, Los Principios y el Córdoba. El Córdoba lo repartía el Poroto. En mi casa se compraba La Voz y el Córdoba que era el más independiente de todos.

Mi papá me hacía leer el diario, me iba metiendo la lectura. Y lo otro que me inculcaron fue la educación pública, siempre estuve en la educación pública y no estoy arrepentido.

 

-¿Tenías algún sueño en especial?

-Creo que ser abogado, empecé que querer ser abogado cuando iba al estudio de mi tío el Pepe Martín Iglesias. Tenía facilidad para la Matemática, pero me gustó la Abogacía desde un principio.

 

-Te fuiste a Córdoba en un momento difícil, en 1970, ¿te costó adaptarte?

-Sí, pero más difícil fue después. Me fui a Córdoba a vivir solo. En el Colegio Nacional donde yo me recibí tuvimos muy buena formación, muy buenos profesores, una de ellas la mamá de Luis Caronni, Rosa Buconic, que nos enseñó a leer la Constitución, las leyes, el respeto a la convivencia.

Los que fuimos a la universidad, fuimos con una base.

 

-¿Viviste el Navarrazo?

-Sí, viví el Navarrazo, el derrocamiento de Ricardo Obregón Cano lo viví en vivo y en directo, aparte Obregón Cano era amigo personal de mi papá. Y también viví el Viborazo.

 

-¿Qué recuerdos tenés del golpe de Estado de 1976?

-(Pausa). Los peores, porque yo me recibí el 5 de diciembre de 1975 y ya estaba el rumor del golpe.  En ese momento el rector de la Universidad era un médico, y Oscar Roger el decano en Abogacía. Yo no tuve colación de grados, las colaciones eran privadas, nos juntábamos diez o doce compañeros, presentábamos una nota y el rector nos entregaba el diploma.

No tuve acto de colación de grados. El 23 de marzo, yo había ido a Córdoba a hacer unos trámites por el servicio militar y alguien me dijo “rajate”, así que me volví, llegué a casa y a las pocas horas fue el golpe.

Y mi papá, en ese momento, era el presidente del PJ en Villa María. Te podés imaginar que vivimos momentos muy difíciles, con pérdidas de compañeros y además te sentís marcado. No te olvides que fue un golpe de Estado con mucha aceptación de la sociedad civil. Fue muy difícil. Y después me tocó hacer la colimba bajo el régimen militar. En la Marina. Me tocó trabajo administrativo.

 

-¿Cuándo te involucraste activamente en la militancia?

-Empecé a trabajar en 1982, cuando se dicta la Ley de Partidos Políticos, y había que llenar fichas de afiliados. Yo empecé llenando fichas y haciendo afiliaciones (risas). Después vino el proceso de organización del partido y las luchas internas.

 

-¿En qué línea interna estabas?

-Ya en 1972, habíamos participado de las internas con el grupo de mi papá. En el 72 había tres grupos en la provincia: el de Obregón Cano, nosotros estábamos ahí. Y después estaba Bercovich Rodríguez y el grupo de Julio Antún. Y Obregón Cano ganó y fue el candidato a gobernador, acompañado en la fórmula por Atilio López.

En las elecciones provinciales de marzo de 1973, Ricardo Obregón Cano le gana a la fórmula del radicalismo integrada por Víctor Martínez-Felipe Celli. Pero, no llegó al 50% de los votos y en esa época había balotaje. Y en la segunda, se impuso el Frejuli con el 53% de los votos. Y llegan como diputados el Bebe Musa y el Coco Márquez, que estaban en la lista provincial. Y por el Departamento va Ricardo Zayas del radicalismo.

En 1983 ya pertenecíamos a una agrupación local. Y el candidato a intendente fue Alcides Demarchi.

 

-Ese año, las 3 boletas 3 fueron arrasadoras

-Sí, pero teníamos un intendente al que siempre aprecié muchísimo, un amigo de mi familia, don Horacio Cabezas. Era una excelente persona, se podía hablar de cualquier tema, escuchaba, don Horacio era excepcional.

Me acuerdo que una noche habíamos ido a comer con los concejales del bloque y llegó Horacio, se sentó con nosotros, ya estaba terminando su mandato.

Y nos dijo que su mayor satisfacción era poder seguir caminando por las calles de Villa María como lo hizo antes de ser intendente, siendo intendente y después de serlo salir a la calle sin ningún tipo de problemas.

Y lo logró, dejó de ser intendente y al día siguiente ya estaba tomando café con sus amigos.

 

-De todas las actividades que tuviste, bastante variadas, ¿cuáles fueron las que más satisfacciones te dieron?

-El Colegio de Abogados, me gustó mucho la función gremial, pero yo asumí para un solo mandato, lo dije en mi discurso y lo cumplí. Además, veníamos con una lista que había que remarla de abajo, ganamos y nos fue bien. Me gustó mucho. Además, estuve ocho años en el Tribunal de Disciplina.

 

-¿Tus experiencias en el exterior?

-Dos veces estuve profesionalmente. Una vez para hacer un curso en la Universidad de Salamanca, lo llaman cursos de verano, de verano para nosotros, de invierno para ellos, hacia 7 grados bajo cero (risas). Fue muy bueno, el nivel académico y humano de esa universidad es fabuloso.Esa fue muy buena experiencia.

Y lo de Rusia nació porque dos colegas de Villa María, Ana Becerra y María Soria, habían ido. Me contaron de esa experiencia, organizada por la Universidad de Córdoba, y me entusiasmé. Tomé contacto y viajamos a la Academia de Ciencias de Rusia, donde fuimos recibidos por el Area Latinoamericana.

En todo el viaje fuimos acompañados por estudiantes rusos, que hablan castellano, que bailan folclore, un grupo que actuó en Cosquín.

 

-¿En la Academia tuvieron clases?

-Sí, una semana de clases dictadas por profesores rusos. Nos llevamos una gran sorpresa porque en una de las clases, el profesor habló de Domingo Cavallo. Nos despachamos ahí que Cavallo había sido asesor del gobierno ruso. Y eso que era un ambiente de izquierda, nos sorprendió que lo elogiaran a Cavallo (risas).

Fue un lindo viaje, y la verdad que es para volver a hacerlo. Me gustó mucho Rusia, conocí las casas moscovitas, ambientadas en los años 1950 y 1960.

Y todas muy pequeñas. Es muy bella Moscú.

 

-¿Qué cosas te gustan?

-El automovilismo, el motociclismo. Viajé a ver la Fórmula Uno a Montecarlo, a Dubai, me encanta.

-¿Sos una persona divertida?

-Sí, vos me conocés, soy perfil bajo, pero me divierte mucho andar, viajar, me divierte viajar.

-¿Y qué situaciones te entristecen?

-La pérdida de los amigos, la soberbia y la traición de algunas personas.

-¿Te enojás?

-Sí, me enojo poco, pero cuando me enojo, me enojo en serio.

 

-¿Qué perfil le ves al presidente electo Alberto Fernández, creés que tiene un perfil para este momento, para lograr acuerdos?

-Alberto Fernández viene de una larga trayectoria política, ha sido funcionario en diversos cargos, siempre se mostró como una persona dispuesta al diálogo, a la componenda y creo que se ha rodeado de gente, realmente, que puede generar una cuestión distinta.

Pienso que va a saber tener el equilibrio justo y necesario con los grupos internos peronistas. A los peronistas, los arreglamos los peronistas (sonríe).

Y deseo que tenga un buen gobierno.

 

-¿Pensás que fue acertada la decisión de Cristina?

-Sí, creo que al kirchnerismo le hubiera sido difícil ganar sin la unidad del peronismo.

Y lo que viene va a ser muy difícil, muy duro, va a ser importante el rol de los gobernadores, de los intendentes, pero le veo cintura a Alberto.

 

-¿Qué es el antiperonismo, por qué sigue vigente?

-Nosotros vivimos en Córdoba, como dijo el “Pocho”, es una isla. Hay gente que sin medir, sin meditar, es antiperonista. Lo que yo veo que cada vez hay menos antiperonismo, salvando la provincia de Córdoba que es atípica.

Porque acá gana Schiaretti y gana Macri. No sé, pero en Córdoba siempre le costó ganar al peronismo.

Pero, pienso que Alberto va a tener la capacidad para lograr acuerdos. Y otra cosa que quiero resaltar es que la universidad pública va a tener mayor apoyo y un cambio importante.

Evidentemente, las universidades de Villa María se van a ver beneficiadas.

 

-¿Cuál es tu sueño hoy?

-Que siga creciendo Villa María, que la Universidad Nacional se siga desarrollando en la región, conjuntamente con los otros centros educativos. Que se genere desde Villa María un polo educativo importante y que la universidad pública esté el centro de las políticas.

 

Opiniones

 

Mauricio Macri

No comparto la postura de Macri. Creo que podría haber hecho un mejor gobierno. Pienso que está muy cargado de soberbia, él y su grupo de colaboradores, sobre todo del PRO.

Y como me dijo una vez un porteño “son chicos de Barrio Norte, que no conocen la tierra”. No todos, creo que Larreta ha hecho muchas transformaciones en CABA.

Pero, te repito, la peor herencia que nos dejan es el endeudamiento total.

Juan Schiaretti

Un buen administrador, siempre cumplió con la palabra. Si vos te ponés a ver la modernización del Estado, la infraestructura y le ha tocado tener gobiernos a favor y en contra.

Lo que sí, Schiaretti tiene una gran presión impositiva sobre los ciudadanos. Además, tiene buenos funcionarios y siempre ha mantenido un buen equilibrio.

Yo milité en el delasotismo, De la Sota era otro tipo de gobernante, pero reconozco lo bueno de Schiaretti.

Martín Gill

Es un amigo y muy buena persona. Yo estoy en la Universidad porque me vino a buscar él, por recomendación de unos compañeros de Córdoba. Cuando la Universidad se creó tenía que buscar profesores y me vino a ver por sugerencia de unos colegas de Córdoba. Ahí lo conocí.

Martín tiene una gran capacidad de gestión, amplio conocimiento y un nivel cultural muy bueno. Todo eso lo conjugás, gestión, saber hacer las cosas, perfil dialoguista y te da un gran dirigente.

Martín viene militando desde el Centro de Estudiantes del Rivadavia, hizo una carrera ascendente en lo académico y en lo político.

Además, es un gran administrador y un joven con mucha capacidad de gestión. En todos los lugares donde estuvo demostró su capacidad de gestión, cuando estuvo a cargo del municipio en 2003, en la Universidad, dos veces presidente del CIN, secretario de políticas universitarias.

Creo que Martín tiene un gran futuro en la política en todo nivel y con él podés hablar de cualquier tema.

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