Justicia, una palabra clave y la madre de todas las batallas

lunes, 16 de diciembre de 2019 · 11:00

Escribe Nancy Musa Para nuestra Redacción

Justicia. Una palabra prioritaria para el flamante presidente Alberto Fernández. Justicia en el tejido social, justicia en el Estado de derecho. La batalla para lograr esta consigna será ardua, porque no depende sólo del esfuerzo propio, sino de la posición que adopten las corporaciones que no están dispuestas a resignar un milímetro de su espacio de clase privilegiada.

Desde el mismo momento en que se colocó la banda presidencial, Alberto dio una definición contundente: “Nunca más a una Justicia contaminada por servicios de inteligencia, procedimientos oscuros y linchamientos mediáticos. Nunca más a una Justicia que decide y persigue según los vientos políticos.

Lo hago con la firmeza de una convicción profunda. Nunca más al Estado secreto, nunca más a la oscuridad que quiebra la confianza, nunca más a los sótanos de la democracia. Nunca más, es nunca más”.

Ni la menor vacilación. El retorno de Gustavo Béliz ya hacía previsible que el nuevo Gobierno iba a encarar una reforma del Poder Judicial y de la Agencia Federal de Inteligencia.

El proyecto que pasó a dormir el sueño de los débiles, en 2005, está nuevamente en el tapete. Lo que no se logró hace 14 años ¿se concretará en esta etapa?

Las opiniones al respecto se bifurcan. El país ha cambiado, dicen algunos. La resistencia de los jueces federales de Retiro no lo dejará, dicen otros.

La lucha se iniciará el próximo año. En danza está la antigua idea de fusionar el fuero criminal ordinario de la Ciudad de Buenos Aires con Comodoro Py. Eso significaría que más de 60 jueces estarán en condiciones de intervenir en los distintos delitos federales, restando poder a los pocos que hoy manejan la mayoría de las causas.

La otra pata de la reconstrucción judicial es la puesta en marcha del sistema acusatorio que pone en manos de los fiscales la investigación y producción de pruebas, y le destina a los jueces el control de garantías constitucionales,  el poder de decisión.

Para secundar a la ministra de Justicia, Marcela Losardo, Alberto designó a un abogado de vasta experiencia, Juan Martín Mena (ver recuadro).

La intervención de la AFI es la odisea albertista. Construir un nuevo rol para los agentes de la institución tiene sus bemoles.

Hoy por hoy, el organismo está golpeado por la investigación que lleva adelante el juez Alejo Ramos Padilla, esta situación podría ser una llave para abrir las puertas de las mejoras proyectadas en el ámbito del Poder Ejecutivo.

¿Quién será el encargado de tamaña tarea? Sólo Alberto lo sabe. Lo tiene encerrado en un baúl, según dicen sus allegados, y ni el propio elegido está enterado.

 

En el terreno social

Otra confrontación que ya comenzó está centrada en la recuperación de la justicia social. Las huestes del expresidente están convocando por las redes sociales a una marcha para el 18 de diciembre, en contra de la ley denominada “de solidaridad y reactivación productiva”.

Opositores al borde de un ataque de nervios, imaginando que el fantasma “marxista” avanzó sobre nuestra tierra con su ejército “rojo”. Sería gracioso, si no estuviera en juego la comida en la mesa de millones de argentinos, en su mayoría niños.

El hambre es una urgencia, debería entenderlo el pequeño porcentaje que se benefició de manera excesiva en los últimos años a costa del sufrimiento de las Pymes, los trabajadores, los desocupados, los pasivos, los excluidos del sistema.

Debería entenderlo. El premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz expresó en uno de sus escritos: “El 1% de arriba tiene las mejores casas, la mejor educación, los mejores médicos y los mejores estilos de vida, pero hay algo que el dinero no parece haberles proporcionado: la comprensión de que su suerte está ligada a cómo vive el otro 99%”.

Ojalá les llegue la comprensión.

Debería sorprendernos, también, que dirigentes radicales estén cuestionando la emergencia económica, teniendo en cuenta que durante cuatro años apoyaron los mayores ajustes, el endeudamiento más grosero y la quita en las jubilaciones, entre tantas cosas que nos llevaron a esta crisis con altos índices de inflación y pobreza.

Dirigentes rurales ya empezaron a abrir el paraguas por la suba en las retenciones, que fue mínima. Por las dudas, nos quejamos, el deporte nacional.

Sería interesante que reflexionen unos minutos. Nadie puede tener la vaca atada frente a tanta desigualdad.

Cualquier movida contra el Gobierno que recién asumió puede generar una reacción popular. Los tiempos cambiaron y a la esperanza mejor no desafiarla. Lo dijo “Cristina” en su discurso cuando puso énfasis en la “lealtad” del pueblo que no dudará en salir en la defensa del presidente.

Son momentos de alta complejidad, de tensiones contenidas, la dirigencia debe saberlo y actuar con madurez, responsabilidad y calma.

Hay medidas urgentes que son necesarias para aliviar el dolor de más del 40% de argentinos. Y deben ponerse en práctica aquí y ahora.

 

Lo dijo Alberto:

“Necesitamos que toda la Argentina unida le ponga un freno a esta catástrofe social. Uno de cada dos niños es pobre en nuestro país. Sin pan no hay presente ni futuro. Sin pan la vida solo se padece, Sin pan no hay democracia ni libertad”.

 

“Vengo a convocar a la unidad de toda la Argentina en pos de la construcción de un nuevo contrato ciudadano social”.

 

“Ni Una Menos debe ser una bandera de toda la sociedad y de todos los poderes de la República. Es el deber del Estado reducir drásticamente la violencia contra las mujeres hasta su total erradicación”.

 

“Si alguna vez me desvío en el compromiso que asumo, salgan a la calle a recordarme lo que estoy haciendo. Les prometo que volveré a la senda sin dudar en un instante”.

 

Lo dijo Cristina:

“No soy hipócrita, no lo voy a ser nunca. Puedo equivocarme, cometer errores, pero saben que digo lo que pienso y hago lo que siento. Nunca otra cosa diferente”.

 

“No se preocupe, presidente, por las tapas de los diarios. Preocúpese por llegar al corazón de los argentinos”.

 

“Presidente, ha iniciado su Gobierno con muy buenos augurios. Usted ordenó que se retiraran las rejas de esta plaza, que habían enrejado como un símbolo de división entre el pueblo y el Gobierno”.

 

Lo dijo Juan Schiaretti:

“Los cordobeses vamos a estar trabajando codo a codo con el nuevo presidente para que Argentina pueda superar esta crisis y para que dejemos atrás los padecimientos que tiene nuestro pueblo”.

 

Lo dijo Martín Gill:

“Son tiempos difíciles, de viento de frente. Es mi deseo que, desde la esperanza, podamos poner nuevamente a este país de pie, redoblando el esfuerzo para hacer de nuestra ciudad, de nuestra región, un lugar más lindo, más justo, más pujante”.

“Vamos a trabajar más cerca que nunca de nuestro gobernador Juan Schiaretti y de nuestro presidente Alberto Fernández”.

Mario Cafiero asumió la Presidencia del INAES

En un acto presidido por el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, fue puesto en funciones el nuevo titular del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), Mario Cafiero.

El INAES es un área clave para el impulso de la ley de solidaridad y reactivación productiva. La economía social fue un motor elemental para ir saliendo de la crisis de 2001.

“El Ministerio de Desarrollo Social se juega la principal batalla para que los argentinos salgan de la exclusión y pobreza en la cual están, y para mí es un honor compartir esta batalla. Tenemos confianza en la economía social y es el camino a construir día a día, y no tenemos nada dogmático para decir. Hay que ir barrio por barrio y sacar al INAES a la calle, codo a codo con los necesitados”, indicó Cafiero en el discurso de asunción de su cargo.

Cafiero nació en San Isidro, el 21 de enero de 1956 y actualmente es vicepresidente del Movimiento Proyecto Sur, liderado por Pino Solanas.

Desde muy joven comenzó su militancia al lado de su padre, el histórico dirigente peronista Antonio Cafiero, fallecido en 2014, y junto a su hermano, el exembajador argentino ante la Santa Sede, Juan Pablo Cafiero, padre de Santiago.

Fue legislador nacional en 2001 por el ARI. Luego se sumó al partido de Pino Solanas. Escribió varios libros, entre ellos “La deuda externa vinculada a la fuga de capitales”.

Cafiero es ingeniero industrial, pero siempre demostró un interés por los temas económicos y la generación de trabajo.

Su nombramiento es bien visto, en general, por los sectores cooperativos y mutualistas.

Mena, un hombre de confianza de Cristina

Juan Martín Mena fue designado secretario de Justicia, el segundo de la ministra Marcela Losardo. Su nombramiento genera expectativa porque además de ser un especialista en política criminal y penitenciaria estuvo secundando a Oscar Parrilli en la AFI durante el gobierno de CFK.

Es abogado, recibido en la UBA. Centró sus estudios en el Derecho Penal, especializándose en el desarrollo de políticas públicas vinculadas a la política criminal y penitenciaria. Como becario de la UBA, ingresó en el año 2001 a la Procuración Penitenciaria por entonces dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.

En el año 2004 fue designado asesor de Gabinete del secretario de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios. Fue consultor de la República de Ecuador para la profesionalización del sistema penitenciario de aquel país.

En 2009 ocupó la titularidad de la Subsecretaría de Política Criminal de la Nación. En julio de 2010 fue designado jefe de Gabinete del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.

Fue representante del Poder Ejecutivo Nacional ante la Comisión Interpoderes para la Agilización de los Juicios de Lesa Humanidad de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

En 2014 se desempeñó como subsecretario de Inteligencia de la Nación.

En el ejercicio de sus funciones coordinó los proyectos de reformas integrales del Código Penal de la Nación y del Código Procesal Penal de la Nación.  Ha dictado más de 40 conferencias nacionales e internacionales, es profesor invitado en distintas universidades nacionales y ha participado en más de medio centenar de cursos, congresos, seminarios y jornadas tanto nacionales como internacionales.

Entre 2016 y 2017 fue secretario letrado del Consejo de la Magistratura de la Nación.

Sus conocimientos lo colocan como una pieza clave en el tablero de la reforma del sistema judicial y los servicios de inteligencia.

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