Análisis político

El mayor desafío será saldar la dolorosa deuda interna

lunes, 9 de diciembre de 2019 · 09:00

Escribe: Nancy Musa

PARA NUESTRA REDACCION

Las piezas están acomodadas en el tablero. Una por una, cada una con su característica propia y su identidad. En pocas horas comienza para Alberto Fernández el mayor desafío de su vida. Junto a Cristina en la Vicepresidencia y conduciendo el Senado, con Sergio Massa en la titularidad de Diputados, el Frente de Todos va a salir a la cancha con una consigna: “Poner a la Argentina de pie”, en un contexto muy complicado, no solo en el área económica, sino por los graves daños que sufrió el tejido social.

Falta apenas un día para que el cronómetro se ponga en marcha y el elegido en las elecciones del pasado 27 de octubre realice sus primeras movidas. Táctica y estrategia. Ha estado bajo fuego los últimos cuatro meses. Intentaron empujarlo desde ciertos medios al rincón entre las cuerdas. No pudieron.

Alberto no se deja acorralar. Lo demostró en contadas oportunidades y lo dejó claro y sellado a la hora de presentar su Gabinete, el pasado viernes. Resistió todas las operaciones mediáticas, los enjuagues de sectores con intereses propios, las predicciones sobre su capacidad de cintura o las habilidades para tomar decisiones y dar el golpe preciso.

Se entrenó a fondo para dar la batalla. Una batalla que empieza el día 10 del último mes del año.

Un mes marcado por hechos fuertes en nuestra historia reciente. El mes que nos invita a hacernos todas las preguntas que quedaron sin respuestas, que nos enfrenta con los fantasmas de la crisis, con los logros y con las frustraciones.

Pero, también diciembre es el mes que nos acerca una cuota de esperanza.

Y este camino debe recorrer el presidente que mañana recibirá la banda y el bastón con la leyenda “Argentina de pie”.

 

Unidos en la odisea

Todas las especulaciones que se hicieron en torno a su equipo fueron transparentadas. Una parte de los nombres que hoy están designados la anticipamos en esta misma columna publicada el lunes 4 de noviembre. El futuro Gabinete es una representación de la mayoría de los sectores que integran la coalición, con prominencia de dirigentes muy cercanos al mandatario electo.

Estudiando los perfiles de los designados vemos dirigentes con fuerte formación académica y política. Un alto porcentaje viene de la educación pública.

Cuatro economistas, cuatro politólogos, 12 abogados, tres ingenieros, un bioquímico, un médico, una arquitecta, una doctora en Pedagogía, una antropóloga especialista en seguridad, una contadora, un director de cine, están dentro del plantel central.

En el equipo hay cierto equilibrio entre experiencia y juventud. El recambio generacional está a la vista. La experiencia también.

Además, fueron recuperados dirigentes capacitados que habían quedado en el camino años atrás, entre ellos Vilma Ibarra y Gustavo Béliz.

Se terminó el gobierno de los CEO, volvió la política, fue una de las frases más escuchadas el fin de semana.

 

Un argentino en Nueva York

Un capítulo aparte merece la designación del ministro de Economía. Si bien su nombre venía dando vueltas, la mayoría apostaba a algún representante de los grupos tradicionales.

No fue así. El pibe colaborador del Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz aceptó volver a su país y asumir el difícil compromiso que le propuso AF.

“Argentina, te vamos a cuidar”, escribió en su cuenta de Twitter, Martín Guzmán.

Tiene 37 años, se recibió de economista en la Universidad de La Plata. Se graduó de doctor en Economía en la Universidad de Brown (Estados Unidos).

En su hoja de vida figura que es investigador y director del Programa de Reestructuración de Deuda Pública de la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia (Nueva York, Estados Unidos) y miembro del Instituto para el Nuevo Pensamiento Económico (INET).

“Buscaba un experto en deuda externa y macroeconomía”, afirmó Alberto al fundamentar su nombramiento.

El propio presidente electo indicó que le preguntó si quería volver al país y hacerse cargo del Ministerio y recibió una respuesta afirmativa con mucho entusiasmo.

“Martín es un argentino que ama Argentina”, resaltó AF.

En este sentido ya tienen diseñado un plan que vienen conversando con el FMI.

Su cercanía con Stiglitz le da una aureola especial, además de su mirada social sobre la economía.

 

De origen radical

El radicalismo tiene su pata en el Gabinete. El ministro de Transporte será Mario Meoni. Tiene 54 años. De joven comenzó a trabajar y también a militar en política dentro de la Unión Cívica Radical (UCR).

En 1987 fue nombrado empleado del Plan Alimentario Nacional (PAN) del Ministerio de Acción Social de la Nación, durante la Presidencia de Raúl Alfonsín. De 1991 a 1995 fue concejal por la UCR en el partido de Junín. De 1995 a 1999 fue prosecretario del bloque de Diputados nacionales de la UCR. De 1999 a 2003 fue diputado provincial por la UCR en la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires. Durante este período fue vicepresidente segundo de su bloque.

Fue intendente de Junín y parte del Frente Renovador de Sergio Massa.

No es el único.

 

El avance de las damas

Lugares claves del Gobierno serán ocupados por mujeres. Vilma Ibarra, expareja de Alberto, será la encargada de cuidarle las espaldas desde la Secretaría Legal y Técnica.

Ibarra fue senadora y diputada nacional hasta 2011. Alejada de la actividad política, la impulsora de la Ley de Matrimonio Igualitario, retorna al ruedo después de haber tenido “diferencias” con Cristina que quedaron plasmadas en un libro que publicó en el año 2015.

Otra de las damas de estrecha confianza de Alberto es Marcela Losardo, una abogada con quien lo une una gran amistad y será la titular del Ministerio de Justicia, un espacio de fundamental importancia para las reformas que, supuestamente, están en los planes del Gobierno que asume mañana.

La doctrina de seguridad, establecida durante los últimos cuatro años, tendrán cambios sustanciales con la llegada al Ministerio de Seguridad de la antropóloga Sabina Frederic.

Doctorada en Holanda. Profesora de la Universidad Nacional de Quilmes, e investigadora independiente del Conicet. Ocupó diversos cargos y recibió el primer premio nacional de Cultura por ensayo antropológico: “Las trampas del pasado. Las Fuerzas Armadas y su integración al Estado democrático”.

Completan la lista, Cecilia Todesca secundando a Santiago Cafiero, la santafesina María Eugenia Bielsa (Hábitat), Adriana Puigróss (viceministra de Educación), Elizabeth Gómez Alcorta (Ministerio de la Mujer), Victoria Donda (INADI), Mercedes Marcó del Pont (AFIP), Victoria Tolosa Paz (Consejo de Políticas Sociales), Malena Galmarini (AYSA) y Luana Volnovich (PAMI).

 

Una mirada diferente

“Las políticas de Estado es más fácil que perduren si son resultado de la lógica del consenso, que se logra en esa mesa del Consejo Económico y Social. Esa institución tiene que perdurar más allá de mi mandato”. La expresión de Alberto Fernández imprime una mirada diferente a la política presidencialista que caracteriza a nuestro país.

El mandatario electo entiende, y lo ha repetido durante toda su campaña, que la única manera de poner a la Argentina de pie es con un consenso entre todos los sectores. Un gran acuerdo.

Una de las primeras medidas, precisamente, sería el armado del Consejo Económico Social. En un escenario de crispación, una sociedad dividida, odio en ebullición plasmado en la marcha del 7D, la madurez de la dirigencia es una necesidad imperiosa.

La situación del país es de alta complejidad, no solamente mirando el aspecto macroeconómico, sino con datos muy preocupantes en la micro. La deuda interior es abultada y será la prioridad del nuevo gobierno.

“No podemos pedir más ajustes, no podemos exigirle más a los que tienen salarios deprimidos, jubilaciones deprimidas”, declaró Alberto a los medios poniendo énfasis en que los primeros paños irán a aliviar la situación de los más comprometidos en su faz económica.

Entender lo que somos y lo que queremos ser. Así se expresó Martín Guzmán aclarando que no somos Australia ni Finlandia y requerimos la puesta en marcha de la industria para generar trabajo.

El mayor desafío que tiene la gestión de Alberto Fernández será saldar la dolorosa deuda interna.

Esperemos que lo logre, por el bien de todos.

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