Alberto Fernández

“Macri no puede hablar de republicanismo y mucho menos de ética”

Nació en Buenos Aires, el 2 de abril de 1959. Es abogado, precandidato a presidente de la Nación por el Frente de Todos. Tiene una larga historia militante que empezó en la adolescencia

Ocupó diversos cargos, entre ellos fue subdirector general de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Economía (1985-1989), superintendente de Seguros de la Nación (1989-1995), legislador de la Ciudad de Buenos Aires (2000-2003) y jefe de Gabinete de Ministros de la Nación durante las presidencias de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner entre el 25 de mayo de 2003 y el 23 de julio de 2008.  En 2013 se suma al Frente Renovador liderado por Sergio Massa. En 2018 se rencontró con Cristina Fernández de Kirchner y fue una pieza clave en el armado de la unidad del PJ

Escribe Nancy Musa
DE NUESTRA REDACCION

 

Viernes, en horas de la tarde. Finalizando su visita a Villa María y partiendo rumbo al acto en Carlos Paz, hablamos, telefónicamente, durante 27 minutos.  Había tenido un día ajetreado, una leve disfonía daba cuenta de la fatiga de sus cuerdas vocales por el esfuerzo, pero su predisposición para responder preguntas estaba plena, al ciento por ciento. 

La idea de la charla mano a mano, era conocer a ese “hombre común”, como Alberto Fernández se define en su spot. Conocer al dirigente; al militante de años, al tipo que tiene una vena artística, un gen de poeta; la idea era conocer un poco más al hombre que sin pensarlo, sin planificarlo, de pronto se convirtió en uno de los precandidatos a la Presidencia, secundado por quien fuera dos veces presidenta de los argentinos: Cristina Fernández

La idea era conocer un poco más a un candidato a regir los destinos del país. 

 

-Después de una jornada hablando de sus propuestas, voy a comenzar la entrevista al revés.  Cuando era niño y le preguntaban “qué vas a ser cuando seas grande” ¿decía presidente?

-No, decía abogado. Porque mi padre era juez y siempre soñaba con ser abogado. Pero cuando estaba en sexto grado, se acercaba la elección que luego ganó Héctor Cámpora, ya se hablaba de La Hora de los pueblos, y todas esas cosas, y la maestra nos hizo dar una clase de Instrucción Cívica y nos propuso que hiciéramos una campaña política.

Había que presentarse como candidato y representar alguna ideología, que no fuera ni peronismo, ni radicalismo, ni los partidos conocidos. Y yo me presenté como candidato a presidente y gané. En ese momento, me empezó a picar el bichito de la política.

 

-¿Fue una elección reñida o eran otros tiempos?

-(Sonríe). Fue una campaña menos sucia. Fue una linda experiencia, y le voy a contar algo más. Yo tenía 12 años y la verdad no sabía mucho de política. Pero tenía mi hermana mayor, que ya estaba en el colegio secundario, y como no se podía elegir partido sino ideología, me preguntó: “¿Vos cómo pensás?”.

Le respondí que yo deseaba que en la sociedad seamos todos iguales, que no haya diferencias, que no haya pobres. “Entonces sos socialista”, me dijo.

Le contesté que el socialismo era imperialismo, en ese momento el imperialismo ruso. “A mí no me gusta el imperialismo”, le contesté.

Y me explicó que estaba el socialismo chino, que eran los maoístas. Y terminé siendo el candidato del partido maoísta y gané la elección (risas).

Y siempre jorobo cuando me encuentro con algún maoísta, les digo que el único triunfo que tuvieron acá se los di yo.  Siempre digo lo mismo (risas).

 

-¿En qué momento de su vida, descubrió el peronismo?

-En segundo año del colegio secundario. Ahí me pongo a militar de lleno en la UES (Unión de Estudiantes Secundarios). Tenía 14 años, empiezo a militar, fui delegado de la UES del Colegio Nacional Mariano Moreno que era el más politizado y en politización competía con el Colegio Nacional Buenos Aires.

 

-A pesar que era muy chico, ¿tiene recuerdos del regreso de Juan Domingo Perón al país?

-Sí, tengo recuerdos. Fue todo, una gran confusión y hasta discutí conmigo mismo si debía ir o no a recibirlo. Pero no fui, porque mis padres tenían miedo y tenían razón porque Ezeiza fue una masacre.

No fui, pero lo viví muchísimo.

 

-El consultor nacional Raúl Timmerman, indicó que el Gobierno estaba traspasando límites y haciendo una campaña que denominó “antidemocrática”. ¿Usted como definiría esta campaña rumbo a las elecciones de agosto?

-Comparto que el Gobierno está traspasando límites y está vinculado al nerviosismo del Gobierno y a la lógica de manipulación social del Gobierno.

El Gobierno, a través de las redes, manipula a la gente. Por el sistema de “big data” le manda mensajes directos a la gente tratando de confundirla para que lo voten a ellos.

Esto ya lo hicieron antes y ahora lo están haciendo igual.

Pero el nivel de suciedad que el Gobierno inyecta a eso, es muy grave, sin ninguna duda.

 

-Desde que fue anunciada su precandidatura a presidente, empezó a ser blanco de las más diversas críticas, de los ataques que sufrió, ¿cuál es el que más le molestó?

-Todos me molestan, porque son mentiras. Me molestó que dijeran que yo había maltratado periodistas, yo no maltraté periodistas. Solo le pedí a una periodista que estaba muy insistente en hacer preguntas, en un escenario donde otros periodistas también querían preguntar, que por favor recuperara el orden y respetara a sus compañeros.

Le dije que estaba perdiendo seriedad con su conducta, porque yo hablaba y me gritaba al lado, pero en ningún momento fui violento, ni agresivo, ni la maltraté. Pero los medios dibujaron eso.

Pero el que más me dolió es el que hizo una cadena de trolls, que indujo a pensar que yo no enseñaba en la Universidad de Buenos Aires, diciendo que hacía 18 años que yo no enseñaba en dicha universidad.

Eso me dolió mucho porque es una infamia. Gracias a Dios, los mismos medios reaccionaron y publicaron que investigaron y descubrieron la mentira de esos twits y posteos de Facebook. 

Todo eso es el Gobierno.

 

-Usted empezó a militar en política en un contexto de violencia, después de muchos años, con la recuperación de la democracia entramos en una sociedad menos enfrentada y en los últimos años retornó el antiperonismo, el enfrentamiento ¿cuáles fueron las causas, de acuerdo a su pensamiento?

-Eso lo promueve Macri. Y quiero aclararle que en los años 70 yo siempre estuve en contra de la violencia. De hecho, nunca participé de ninguna organización que defendiera la lucha armada como método.

Es más, nunca tuvo que ver la violencia conmigo. Siempre digo, medio en broma y medio en serio, que en mi pensamiento influye Perón y muchos otros. Influyeron Los Beatles, Joan Báez, Bob Dylan. 

Influyó Lito Nebbia, influyó Spinetta. Todos ellos eran grandes pacifistas, nada que ver con la violencia.

Y me parece que lo que ocurrió fue una mala experiencia que vivió la Argentina con la violencia. Y luego Macri promovió la grieta, él disfruta en la grieta, porque piensa que enfrentando a los argentinos sus posibilidades de crecer aumenta. 

Pero no advierte, el daño que inyectó en la sociedad.

 

-¿Cómo se saca el país adelante en medio de esta división y de este enfrentamiento?

-Sacando a Macri del escenario, porque lisa y llanamente este escenario de enfrentamiento lo promueve Macri. A Macri le viene bien que nos enfrentemos, A Macri le viene bien que nos maltratemos, a Macri le viene bien que nos descalifiquemos.

A mí no me viene bien y no creo que le venga bien a ningún argentino, los argentinos estamos hartos de esa locura.

 

-Cuando Cristina le propuso ser candidato a presidente, ¿por qué motivo lo eligió a usted y no a otro de los precandidatos que andaban dando vueltas?

-Eso habría que preguntárselo a ella, ella podría darle mejores argumentos que yo.

 

-Pero, mi pregunta tiene que ver con ¿qué le dijo ella a usted cuando le propuso ser candidato a presidente del Frente de Todos?

-Ella me dijo que creía que la Argentina necesitaba que las contradicciones de las que venimos hablando, terminen. Que necesitaba a alguien que pudiera abrir puertas y no cerrarlas.

Alguien que pudiera hablar y no confrontar. Y me dijo que ella sentía que ya había estado puesta en ese punto del debate y le iba a costar mucho eso. Y que yo podía hacerlo mejor, que el tiempo que necesitaba la Argentina era un tiempo en que las contradicciones se terminen, y donde todos hablemos entre todos.

Me parece que eso fue lo que propuso, eso fue lo que la indujo y consideraba que yo tenía mejores condiciones para hacer eso. Fue lo que me dijo.

 

-¿Qué sintió usted en ese momento?

-Confusión, no le voy a mentir. Sentí confusión porque yo me había autoexcluido de la campaña electoral, estaba muy empecinado en lograr la unidad y me autoexcluí para que nadie pensara que lo hacía en favor propio.

Se lo dije a Cristina, le dije el motivo por el cual me había autoexcluido y le dije que no sé si estaba bueno (ser candidato).  “Es necesario”, me dijo.

Yo finalmente soy un militante de siempre, y si la militancia me ha puesto en este lugar hago lo que la militancia requiere.

Cristina lo sintió así, puedo entender lo que dice Cristina, yo valoro mucho su generosidad y la agradezco siempre. 

 

-En los últimos tiempos hemos escuchado reiteradamente que “todos los males del país, son culpa del peronismo”, y hoy en las tres fórmulas principales hay peronistas ¿cómo se explica?

-Se explica que es un discurso, es un relato que tratan de establecer, solamente eso. Y lo que hay que encontrar es el que el peronismo no gobernó tanto tiempo, ellos gobernaron mucho más.

Y si no lo dice la historia.   El peronismo siempre vino a ordenar lo que ellos desordenaron. El peronismo fue el que en el año 1989 tuvo que hacerse cargo de la hiperinflación. Y fue en 2003 el que tuvo que hacerse cargo del desastre que dejó la Alianza. Y en 2019, tal vez se tenga que hacer cargo del desorden que deja este gobierno.

Y bueno, hay un discurso que ellos tratan de instalar, que es absolutamente falso, pero que a nosotros no nos confunde.

 

-El Gobierno actual llegó con la bandera de la transparencia y la República, en contraposición al que denominaron populismo y la corrupción.  A la luz de los acontecimientos ¿tenemos más transparencia y más República?

-Nada de eso se cumplió. Macri ha degradado la República, lo que ha hecho con la Justicia es una vergüenza.  Lo que ha hecho con él mismo y con sus adversarios. Encarcelar y perseguir a sus adversarios es una vergüenza, la manipulación que hizo de los jueces es una vergüenza.

La forma en que él se autoindultó, haciéndose sobreseer el primer día en una causa de espionaje que objetivamente es un hecho que sigue ocurriendo hasta el día de hoy, es una vergüenza.

La verdad que Macri no puede hablar de republicanismo y mucho menos de ética. Porque hay diferentes formas de robar, se roba cargando bolsos como hizo López, pero también se roba dándole a los amigos los mejores negocios.

Y Macri le dio toda la tarifa de los servicios públicos, a sus mejores amigos. Eso es tan acto de corrupción como cargar dólares en un bolso.

 

-¿Cómo se desarma este esquema financiero que se ha construido, con altas tasas de interés, fuga de capitales y que está asfixiando a la mayoría de la población, a las Pymes, a la industria?

-Macri ha construido un sistema económico que se concentra en la especulación financiera. Y nosotros no creemos en eso, nosotros creemos que hay que construir un sistema económico que se funde en la producción y en el trabajo. Nuestra preocupación no es cuánto se gana con las Lelics, nuestra preocupación no es cómo dejamos de fugar dólares, nuestra preocupación es cómo vamos a levantar las persianas de esas Pymes que están cerrando, 43 empresas por día desde que está Macri, y así volver a generar trabajo.

Es lo que verdaderamente nos preocupa.

 

-Usted declaraba hoy (por el viernes) en la conferencia de prensa que van a recomponer los ingresos de los jubilados. ¿El sistema está preparado para recomponer ingresos sin colapsar?

-No hay ningún sistema que esté preparado cuando la economía está en quiebra. Y la Argentina está en quiebra, y el sistema de jubilaciones está en crisis porque han dejado de aportar un montón de personas que por una decisión política han quedado en situación de desempleo.

Y nosotros lo que tenemos que hacer es volver a generar empleo, lisa y llanamente. Esa debe ser nuestra primera obligación. Mientras más personas tengan empleo, más personas aportan y el déficit en las cajas empieza a bajar.

Pero claro, con este nivel es muy difícil de hacerlo, porque quién quiere invertir en un país donde las tasas están en el orden de un 68%. A nadie le importa.

Nosotros vamos a cambiar esa lógica, volver a construir una economía donde el que gane sea el que invierte y donde la ganancia sirva para redistribuir el ingreso con mejores salarios para la gente.

 

-Si llega a la Presidencia, se ha planteado ¿cuál sería la primera medida que tomaría?

-Sí, me lo planteo. Pero, la verdad es complicado porque no sé qué país me van a dejar. Y como no me gusta mentir, por ahí se hace difícil. No sé qué país me van a dejar, no sé si me van a dejar este país o un país donde la devaluación hizo un estrago. O un país en donde llegue y al día siguiente todo se devalúe. No sé que país me van a dejar.

 

-¿Le preocupa que después de conocerse el resultado de las PASO, si su frente está favorecido, la campaña se haga cada vez más agresiva?

-Espero que no ocurra, pero si ocurre enfrentaremos la agresividad. Somos militantes, no nos asustan los agresivos. 

 

-¿Qué se lleva de esta visita a Villa María?

-Me llevo lo de siempre, que son una ciudad pujante, una sociedad interesante porque ha construido una eco ciudad maravillosa, me llevo la visita a un complejo de biocombustible también maravilloso, que es un tema pendiente que tiene la Argentina, el desarrollo de los biocombustibles.

Y el afecto de la gente, que es lo que vengo recibiendo desde que llegué a Córdoba.

 

-Usted se define como un hombre común, ¿qué es ser un hombre común?

-Un hombre común es un hombre que trabaja, que vive de su trabajo, que no viene de una familia de estirpe. Soy hijo de un juez de clase media, un juez muy honesto que me transmitió todo el valor de la honestidad.

Que ha tenido un hijo que lo ha criado, que vive para la familia y viven trabajando y haciendo compras como cualquier argentino.

 

-¿Y ese hombre común toca la guitara?

-(Risas). Eso también lo hace cualquier argentino. 

 

-¿Qué cosas le gustan, tocar la guitarra y qué más?

-Yo aprendí guitarra con Lito Nebbia, cuando era chico y siempre abracé la música como vía de escape en los momentos de angustia, de nervios. Compongo mucha música, porque para mí es un cable a tierra.

Me gusta ir al cine, me gusta leer, me gusta pintar, tengo una vena artística frustrada y sabiamente Dios me ha hecho abogado, porque con el arte me hubiera muerto de hambre.

 

-¿Y es una persona divertida?

-Sí, creo que sí. Me divierte estar con amigos, me divierte pasarla bien, como a cualquiera.

 

-¿Qué cosas le provocan tristeza?

-Me entristece la injusticia, me entristece la desigualdad, me entristece el maltrato, la marginación, me encantaría vivir en una sociedad más justa, más libre.

 

-¿Se enoja de vez en cuando o tiene autocontrol?

-Me enojo. ¿Quién no se enoja? Pero mis enojos duran cinco minutos. Soy pólvora, exploto y todo se pasó en el aire.

 

-¿Qué le enciende la mecha para explotar?

-Me hace explotar el maltrato, el destrato, el insulto, la mentira, como a todos.

 

-Hace años que se habla de la necesidad de una reforma impositiva, las empresas la piden, pero nunca se concretó.

.La reforma impositiva es una demanda muy razonable, porque el sistema impositivo es muy regresivo y afecta a pequeñas y medianas empresas, a comerciantes, afecta mucho al ciudadano que vive pagando impuestos.

Yo lo que creo, es que la reforma impositiva hay que encararla, pero hay que encararla en una situación de mayor fortaleza económica. Las reformas van a ser muy difícil de encarar en un país como el que va a dejar Macri que va a tener el 6% de déficit fiscal.

 

-¿El plan económico que se implementó y que llevó a la tormenta fue adrede, fue error, fue ineficacia?

-En parte fue adrede y en parte fue impericia. Fue adrede en muchas cosas, porque ellos tienen la ideología que parte de dos premisas:  la inflación es el resultado de una demanda creciente y de la moneda circulante.

A esta altura, ya se deben haber dado cuenta que no es así.  En ese caso es ideología, en otros casos es improvisación.

Anunciar el acuerdo con el mercado europeo, cuando quedan dos años de negociaciones es improvisación, lisa y llanamente.

 

-Usted dijo a los medios cordobeses que sentía un Dejavu, una especie de “esto ya lo viví”. ¿Usted cree que la situación se parece a 2001, por qué?

-Estamos muy cerca de 2001. Somos un país empobrecido, somos un país que tiene una gran deuda que es impagable, en el sentido que con lo que Argentina gana y lo que hace es imposible empezar a ganar.

Me parece que yo ya estuve en aquel lugar, ya estuve negociando con esta gente y lo único que me queda es recordar lo que hicimos y hacerlo nuevamente.

 

-Perón decía que a un territorio había que pensarlo en el contexto geopolítico. ¿Usted que mirada tiene sobre el alineamiento con Estados Unidos?

-A mí me parece que la Argentina en materia internacional tiene que tener el alineamiento que le convenga, no el que le convenga a Estados Unidos sino el que le convenga a los argentinos.

Con Estados Unidos hay que tener buenas relaciones porque es la primera potencia del mundo y punto. Pero tener buenas relaciones no quiere decir obedecer a todo lo que a Trump se le ocurre. Ese es un punto diferencial con Macri.

 

-¿Cuál es su sueño hoy?

-El más cercano es ganarle a Macri y el más lejano devolverle la felicidad a la gente.

 

Palabras que dejó en su paso por tierras cordobesas

Durante su visita a Córdoba, Alberto Fernández, dio conferencias de prensa. Del vídeo de la rueda con periodistas realizada en La Docta y subido a la página del precandidato, rescatamos los siguientes conceptos:

 

-“Lo que el Gringo haga va a estar bien hecho. El cree que lo mejor para Córdoba es esa prescindencia que ha adoptado, ese cordobesismo que tanto impulsó siempre. Pero no tengo nada que reclamarle porque los votos de los cordobeses los tengo que conseguir yo, no el Gringo”.

 

-“Vaya mi recuerdo, mi cariño y mi respeto por siempre para el Gallego (de la Sota)”.

 

-“Lo que yo aspiro que los cordobeses, que son una provincia central de la Argentina, entiendan que la Argentina ha vivido un retraso enorme desde 2015 hasta la fecha. Y ese retraso también golpea las puertas de Córdoba. Cuando uno ve que las empresas automotrices tienen tanta gente suspendida, o cuando ve que la industria láctea se ha caído muy fuerte, todo eso afecta a Córdoba”.

 

-“Quiero dar vuelta una página y en la página que quiero empezar a escribir, Córdoba tiene un lugar muy importante y yo confío en que los cordobeses confíen en mí, porque no voy a fallarles”.

 

-“Valoro mucho que frente a esa libertad que ha dado el Partido Justicialista, muchos intendentes me acompañen a mí y a Cristina y los recibo con los brazos abiertos. Lo valoro, lo agradezco y espero corresponderlos el día que seamos gobierno”.

 

-“Ultimamente estoy recordando algo que viví en los 80, los 90, cuando el liberalismo decía que los mercados debían resolver solos la suerte de la economía. Pero decían que había tres misiones del Estado que nunca podían ser remplazadas por el sector privado: Educación, Salud y Seguridad. Eran liberales. 

Los años pasaron y el liberalismo mutó en esta cosa que se llama macrismo, que es una mezcla de conservadurismo, con otras cosas, y que quiere convencer a muchos argentinos que es un símbolo de estatus social ir a una escuela privada, tener medicina prepaga y vivir en un barrio cerrado con seguridad privada.

Y yo cuento esto para que entendamos, lo que retrocedimos” .

 

-“Yo soy hijo de la educación pública, mi padre también lo fue, mis hermanos también. La Educación pública en Argentina marcó una diferencia respecto de toda América latina. Y tuvimos la reforma universitaria del 18, y tuvimos la enseñanza obligatoria universitaria que Perón hizo universal y gratuita.

Y tuvimos grandes liberales que se preocuparon por la educación como Sarmiento y Alberdi.

Es incomprensible lo que han hecho con la educación. Y por qué pasa esto, porque el presidente cree que hay que tener mala suerte para caer en la educación pública”.

 

-“No cuenten conmigo para la reforma laboral ni previsional, se lo dije al Fondo. La Argentina no necesita precarizar el trabajo, necesita crear trabajo. Y lo que menos necesita la Argentina es seguir empobreciendo jubilados, ya bastante se han empobrecido”.

 

-“La verdad que la ministra Patricia Bullrich diga que está más valorada la Gendarmería que la Educación, es para ponerse un 0 a sí misma. Porque lo que nosotros necesitamos son chicos que estudien, investigadores que investiguen, una seria inversión en ciencia y tecnología para que nos podamos hacer dueños del futuro.

La educación no es un gasto, aunque Macri crea que lo sea, la educación es la mejor inversión que podemos hacer como sociedad”.

 

-“Si vamos a volver para repetir los errores que cometimos no tiene sentido volver. Tiene sentido volver si aprendimos de las cosas que hicimos mal y nos comprometemos con la gente a no cometer esos errores. Yo propongo volver y ser mejores. Volver críticamente con el pasado, corregir lo que haya que corregir y hacer lo que los argentinos necesitan, un gobierno que integre, que termine con las divisiones y que se ocupe de los que menos tienen.

Yo propongo eso, Macri propone hacer lo mismo, pero más rápido”.

 

-“No creo que exista una grieta entre los argentinos. Es algo peor, nosotros jugábamos el juego de la cincha, ese juego que cada uno se para de un lado de una soga y empieza a tirar a ver quién cruza la línea del medio. El juego de la cincha, es un juego perverso, porque la fuerza que uno realiza, se contrapone a otra fuerza que lo frena.

Y uno puede pasar mucho tiempo en el mismo lugar y termina cuando uno arrastra al otro. Una sociedad no puede jugar a eso”.

-“Una sociedad tiene que tirar para el mismo lado, y si ve alguien que se está arrastrando lo que tiene hacer es ir solidariamente y darle la mano porque no merece ese lugar.

Somos una comunidad, una sociedad, si nosotros no terminamos con esa lógica nos vamos a morir como sociedad. Y yo estoy dispuesto a terminar con esa lógica, estoy dispuesto a hacer mi parte”.

 

Opiniones

Mauricio Macri
Una frustración para muchos  argentinos.

Juan Schiaretti
Un gran gobernador que tiene  Córdoba

Martín Gill
Martín es una enorme promesa en el escenario de la juventud política argentina. Es un hombre joven, preparado, capacitado, que hoy gobierna Villa María pero algún día puede ocupar espacios muchos más importantes en la gestión del país.

 

Me gusta

Tocar la guitarra, ir al cine, leer, pintar.

Me divierte

Estar con amigos

Me entristece

La injusticia, la desigualdad, el maltrato

Me enoja

El insulto, el destrato, la mentira

Más de
12
2
0%
Satisfacción
76%
Esperanza
3%
Bronca
7%
Tristeza
7%
Incertidumbre
3%
Indiferencia

Comentarios