Los jubilados, en el banco de las necesidades

lunes, 16 de noviembre de 2020 · 09:17

Escribe Nancy Musa De nuestra Redacción

 

Un arduo trabajo le espera al Congreso de la Nación en el mes y medio que resta del año. En uno de los momentos más críticos en materia económica, el Ejecutivo diseñó la nueva fórmula para el pago de las jubilaciones.

El sector pasivo sigue esperando una reparación a sus ingresos, que en 2018 y 2019 perdieron casi un 20% del poder adquisitivo. Si bien, en el transcurso de 2020, los medicamentos gratis, los bonos extraordinarios para la mínima y los incrementos establecidos por decreto permitieron una leve mejora, está lejos de ser suficiente frente al costo de la canasta básica.

La nueva fórmula, que deberá ser tratada por los legisladores, retoma el camino iniciado en 2008 por la administración de Cristina Fernández de Kirchner. La inflación no se tendrá en cuenta y es una de las objeciones planteadas desde una oposición que no dudó en 2017 cambiar las variables, para ahorrar más de 80 mil millones de pesos.

A partir de la decisión del Gobierno anterior, el haber jubilatorio cayó un 19,7%.

Las autoridades actuales consideran que el proyecto definido en los últimos días va a permitir la recomposición de los haberes al mismo ritmo de la suba de salarios.

Es una decisión política volver a usar esta fórmula que estuvo vigente desde 2008 a 2017 y por suerte ya contamos con un número suficiente en el Congreso como para que pueda hacer su recorrido por las comisiones", indicó la titular de ANSES, Fernanda Raverta.

La funcionaria explicó a los medios que la propuesta fue preparada buscando el consenso.  ¿Qué parámetros se tendrán en cuenta para fijar los ingresos de los pasivos?

El proyecto presentado establece un incremento de los haberes basado, fundamentalmente, en dos variables.

-Por un lado, el 50% del aumento será fijado por la variación de los salarios en base al RIPTE (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables). Se prevé que el RIPTE aumente un 15,1% en el primer trimestre de 2015. Para el Gobierno, esta cláusula dará certeza a las jubilaciones que avanzarán acorde al salario de los empleados activos.

-La segunda parte, el otro 50%, estará atado a la recaudación tributaria de ANSES, entre ellos IVA, débitos y créditos, cigarrillos, que van a las arcas del organismo además de los aportes correspondientes a los trabajadores del sistema formal.

En este aspecto, en el Gobierno estiman que en 2021 se generará una etapa de crecimiento que será significativa en materia tributaria.

 

“Estamos en contra”

Juntos por el Cambio, ya anunció que está en contra de la propuesta del oficialismo.

El encargado de manifestar la oposición fue el cordobés Mario Negri. El legislador recordó la movilización que se hizo al Congreso en diciembre de 2017 cuando se suspendió la fórmula ideada en 2008.

Como ya es habitual, las quejas fueron realizadas a través de su cuenta de Twitter. "Tiraron toneladas de piedras cuando Cambiemos incorporó la inflación al cálculo de la movilidad jubilatoria", redactó remarcando que están haciendo ajuste con los jubilados.

Otra vez, uno de los sectores más castigados, desde hace años, es el eje de las disputas fogoneadas por un sector político que está “en contra de todo”.

En 2015, una jubilación mínima superaba los 450 dólares. En el último semestre de 2019 se ubicó debajo de los 200 dólares. Clara señal que la fórmula defendida por Juntos por el Cambio fue muy perjudicial para los pasivos.

¿Será efectiva, nuevamente, la propuesta que rigió hasta 2017? Es la incógnita que se despejará a partir del año que viene, cuando se implementen los aumentos dos veces al año.

Entre 2009 y 2017, los haberes jubilatorios, calculados con las bases que propone el proyecto del gobierno de Alberto Fernández, le ganaron año tras año a la inflación.

Durante ese período, las mejoras de ingresos rondaron el 25,8% por sobre la inflación.

"La fórmula que se propone es sustancialmente la misma a la sancionada en el año 2008 y que resultó en una mejora sostenida en el poder adquisitivo de los jubilados y jubiladas hasta el año 2015”. Fue la explicación que salió del Ministerio de Economía.

“No es deseable en la Argentina tener a la inflación como variable, es más efectivo que los aumentos sigan el ritmo de los salarios", explicaron.

En tanto, diversos centros de jubilados y pensionados se mostraron a favor de esta propuesta, a la vez que reclamaron un bono de fin de año.

 

Con el FMI en plena negociación

La presencia de los enviados del FMI en el país generó, además, un anuncio que cayó muy mal entre los militantes del Frente de Todos. No se puede dar el IFE 4, indicó el ministro de Economía, Martín Guzmán. El anuncio fue un baño helado para quienes esperaban la ayuda en el marco de una pandemia que agravó la situación económica y financiera de un alto porcentaje de las familias argentinas.

El IFE fue una decisión de emergencia en plena cuarentena y se distribuyó en tres períodos. Si bien, muchas actividades están en marcha, los resultados todavía no han dado sus frutos.

Entre la refinanciación de las tarjetas, los créditos a tasa cero que se empiezan a pagar en diciembre, la mayoría de los trabajadores deben hacer frente a deudas sin haber incrementado sus ingresos.

Desde el Gobierno indican que “seguirán apoyando”. ¿Cómo? El ministro de Desarrollo Social presentó planes para jóvenes y desempleados. Todavía, la mayoría desconoce los alcances de esos proyectos destinados a promover la capacitación y el trabajo.

Hace falta una mejor comunicación, por parte de los responsables del área, para calmar la incertidumbre de millones de personas que han visto afectada su vida laboral por la pandemia.

Mientras avanza la negociación con el FMI, por una deuda contraída en la gestión de Mauricio Macri, crecen los ataques de los mismos que llevaron al país a tamaño endeudamiento y dejaron que el dinero se fugue al exterior.

No hay la mínima autocrítica de los integrantes de Cambiemos. Por el contrario, se oponen a dar la aprobación al proyecto de aporte solidario que involucra a las grandes fortunas.

 

Sesión especial

Con un retraso de varios meses llega al recinto mañana el denominado “Aporte Solidario Extraordinario a las Grandes Fortunas”.

La propuesta, impulsada por Máximo Kirchner y Carlos Heller, prevé una contribución por única vez para personas cuyo patrimonio supere los 200 millones de pesos. Los votos necesarios ya estarían.

La iniciativa alcanza a 9.298 personas. El 0,02% del país. Sin embargo, a pesar que los fondos ya tienen destino, el bloque de Juntos por el Cambio no lo va a acompañar.

No sorprende a nadie la negativa de esta bancada, cuya única estrategia es negar toda medida del Gobierno.

Tampoco sorprende que el Frente de Izquierda esté en contra. Otro sector que no acuerda con la mayoría y exige que se traten sus ideas únicamente.

Pesada carga la que tiene que afrontar el presidente de la Nación. La crisis heredada, la deuda heredada, la pandemia y por si fuera poco una dirigencia de diversos espacios negacionista y apostando al fracaso de los que ganaron las elecciones en 2019.

Muy complicado será poner a Argentina de pie con estas posturas extremas que no contribuyen en nada al diálogo y consenso que el país requiere en estas circunstancias.

 

Clasificados el 16 de noviembre

“Nuestro proyecto es parte de un programa integral que plantea el desconocimiento de la deuda externa fraudulenta, ningún pacto con el FMI, la nacionalización del sistema bancario para poner en resguardo los ahorros y tener crédito barato para la construcción de viviendas, el monopolio del comercio exterior para cuidar las divisas y evitar las maniobras fraudulentas de los importadores y exportadores".

Nicolás del Caño, explicando la abstención del bloque del FIT al aporte a las grandes fortunas

 

"Creemos que en la difícil situación que está la Argentina producto de la crisis económica preexistente y el agravamiento que produjo la pandemia, estos números que van a llegar de un reducidísimo sector, va a llegar a un amplísimo número de personas y va a ayudar a resolver problemas graves".

Carlos Heller, sobre el aporte a las grandes fortunas

 

“Es coercitivo. Es populismo tributario para enamorar a la gente. Necesitamos inversión y menor presión tributaria. No es un problema de que aquellos que tienen más pongan más”.

Mario Negri, fundamentando su negativa a apoyar el aporte a las grandes fortunas

 

“A partir de un caso positivo en el equipo del FMI me realicé un hisopado cuyo resultado es negativo.

Más allá de esta noticia, tal como indican los protocolos sanitarios, todos los que participamos de los encuentros estamos aislados y la agenda de trabajo será virtual”.

Martín Guzmán, ministro de Economía sobre el caso positivo de un miembro del FMI

 

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