Aguas calientes entre dólares, aceite y espías

Dos noticias fueron las protagonistas de los últimos días en el escenario político. En las calientes aguas navegaron la millonaria deuda de una de las cerealeras más importantes y los agentes del “recontra” espionaje que inundaron algunos botes del PRO

Escribe: Nancy Musa
De nuestra Redacción


Dos temas que tienen un costado judicial y representan no solamente daños económicos al patrimonio público, sino un atropello a los valores esenciales de las instituciones democráticas.

No es intención de esta columna analizar la situación financiera de la empresa Vicentin y las supuestas irregularidades en la concesión de préstamos. Eso es para los expertos y los funcionarios judiciales.

El rescate de Vicentin, por parte del Estado, es una de las decisiones estratégicas más importantes en el río revuelto del mundo a causa del COVID-19. En una medida que se venía analizando profundamente en los despachos del Gobierno nacional, el presidente anunció un paso significativo pensando en la soberanía alimentaria: la intervención de la firma que inició su actividad a finales de la década del 20.

La decisión gubernamental descolocó a un sector de la oposición, que salió a reflotar el fantasma de Venezuela, acompañado por el ruido de cacerolas que, a la luz de las manifestaciones, no tenían claro qué reclamaban a ciencia cierta.

Mezclaron ideología para no dar el verdadero debate de fondo: el perjuicio a las arcas públicas y a las arcas privadas, a una empresa de Villa María, por dar un ejemplo, le deben 164 millones de pesos. Una suma considerable para el circuito económico de nuestra región.

Alberto hizo lo que debía hacer para defender el patrimonio de todos los argentinos, garantizar las fuentes laborales y llevar tranquilidad a los acreedores de la cerealera.

"No es quedarse con la empresa, es rescatar a la empresa, porque, así como está, va rumbo al precipicio", precisó el presidente que también recibió críticas de algunos dirigentes del peronismo.

El Estado no se está apropiando de una empresa próspera, está haciendo un salvataje al igual que otros países de la Unión Europea, tales como Alemania. Y nadie puede decir que Alemania va camino a ser Venezuela.

Los detractores de la oposición deberían replantearse sus dichos, dejar de meter miedo sin sentido y reflexionar sobre el silencio que hicieron cuando se tomaron las medidas que nos llevaron a endeudarnos para beneficio de la especulación y la fuga de divisas.

La famosa teoría del derrame se hizo de abajo hacia arriba en los cuatro años anteriores.

"La queremos rescatar porque hay solo siete cerealeras en la Argentina y cuatro son extranjeras... En un mundo en el que el tema alimentario después de la pandemia se vuelve central, es importante". Otro de los conceptos del presidente.

La mayoría de los que hicieron oír su voz, en contra de la medida tomada por Fernández, alegaron “desconocer” los detalles del informe de Banco Nación realizado por Claudio Lozano y hasta pusieron cara de póker cuando les preguntaron por el aporte millonario que los dueños de Vicentin hicieron a la campaña para la frustrada reelección de Mauricio Macri.

 

Estrés financiero

El 10 de febrero de este año, la firma presentó en los juzgados santafesinos de Reconquista la petición de un concurso preventivo de acreedores.

El juez, Fabián Lorenzini, aceptó la petición. Vicentin declaró deudas por 99.345,26 millones de pesos a 2.638 acreedores, de los cuales 1.895 son proveedores de granos y 37 acreedores financieros.

La deuda con los proveedores de granos, según la firma, ascendía a los 25.656 millones de pesos, las obligaciones impagas con los acreedores financieros sumaban 63.961,56 millones de pesos. De ese total, más de 18.500 millones correspondían al Banco Nación Argentina.

A la hora de analizar el rescate el Gobierno nacional estudió diversas cuestiones, entre ellas la posibilidad que la quiebra arrastre a otras compañías argentinas y termine beneficiando a los capitales extranjeros.

Sobre el particular, el economista villamariense Carlos Seggiaro consideró “acertada” la resolución tomada por el Gobierno nacional.

“Busca evitar que una empresa muy importante en el mercado agroexportador quede en manos de empresas multinacionales, minimizando así la posibilidad que haya un oligopolio controlando el comercio de granos, harinas y aceites en función de sus intereses y no a favor de los productores del país”, indicó Seggiaro en declaraciones a la prensa.

Cabe preguntarse, ¿qué intereses defienden los que salieron a repudiar el rescate por parte del Estado? ¿Pretenden que nuevamente el Estado nacional se haga cargo de la deuda privada sin ver ningún beneficio?

Es un buen momento para que la clase dirigente en su conjunto priorice los intereses del país por sobre los intereses sectoriales o particulares.

No están las cosas para seguir derramando de abajo hacia arriba. Es hora de un derrame más equitativo, en una crisis que está afectando a los pequeños y medianos empresarios, tan necesarios para motorizar la rueda de la economía nacional.

 

“La curiosidad mató al gato”

El abogado de Cristina Fernández, Gregorio Dalbon, tiró la frase “la curiosidad mató al gato”, al hablar sobre las causas de espionaje que saltaron por los aires y desparramó un aluvión de lodo y piedras en el terreno de la política y del ámbito periodístico.

La denuncia de la interventora de la AFI, Cristina Caamaño, en torno al material recuperado de la administración anterior puso al rojo vivo la relación de Macri con numerosos dirigentes de su entorno.

La tensión en el PRO se hizo evidente al conocerse que entre los espiados estaban Rodríguez Larreta, Diego Santilli, Emilio Monzó, el cordobés Nicolás Massot, entre otros de su propio espacio.

La presentación judicial da cuenta de dirigentes, empresarios, sindicalistas, comunicadores cuyos pasos fueron seguidos en tareas de “inteligencia ilegal”.

Ya se presentaron como querellantes en la causa Cristina Fernández y Horacio Rodríguez Larreta.

De pronto, los sótanos de la democracia subieron al primer piso, vieron la luz y quedó bastante claro la cantidad de dinero de las arcas públicas, con el concepto fondos reservados fueron despilfarrados para meterse en la intimidad de las personas, buscar motivos, presuntamente, para la amenaza y la extorsión.

La declaración del expolicía y agente orgánico de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Leandro Araque, en la Comisión Bicameral de Seguimiento de los Organismos de Inteligencia, brindó datos importantes, entre ellos el nombre de la que recibía la información: Susana Martinengo.

La mujer mencionada era una de las colaboradoras de confianza del expresidente Macri.

“Macri desconfiaba de Santilli porque era moyanista”, fue una de las frases de Araque ante los legisladores.

La declaración del agente puso incómodos a legisladores de Juntos por el Cambio que escucharon que Monzó, Massot y Santilli fueron parte del trabajo que él realizo en forma personal.

El mismo día, el doctor Carlos Beraldi presentó en sede judicial elementos que indican que los espías estuvieron reunidos en varias oportunidades en la Casa Rosada entre 2018 y 2019.

El letrado de la vicepresidenta Cristina Fernández le solicitó al juez Villena que “actúe con premura” y destacó que estos episodios no registran antecedentes en tiempo democrático.

Estos hechos pueden llegar a ocasionar una grieta, por ahora, entre el ala más rígida del PRO y el ala más reflexiva.

La política en tiempos de coronavirus es una caja de sorpresas.

La Caja de Pandemia flotando en el mar de aguas calientes.

 

CLASIFICADOS 15 DE JUNIO

“Es una situación crítica y hubo comercios que lamentablemente cerraron, lo que implica no solo una pérdida económica de un recurso, sino familias que han quedado en la calle… Con las flexibilizaciones que se dieron de a poco, el nivel de actividad (comercial) solo llegó a un 20% o un 30%”.

Juan Jacobo, presidente de AERCA

 

“Los buques que están pescando en las 200 millas de Malvinas, que es zona usurpada, pagando canon a Malvinas, en realidad están pescando igual que si fueran en nuestras 200 millas, por lo que están incurriendo igual en falta… Nadie puede explotar económicamente, salvo la Argentina, ese mar, su suelo y su subsuelo”.

Felipe Solá, canciller

 

“Estuve hablando largo y tendido con Lilita, con el afecto y el cariño de siempre. Hablamos del momento que vive nuestro país y compartimos nuestra preocupación por los atropellos institucionales que estamos viendo”.

Mauricio Macri, en su cuenta de Twitter

 

“Una de las cosas que va a dejar la pandemia es el debate sobre el rol del Estado, no solo acá, sino Francia, España, Alemania, donde Angela Merkel está poniendo 9 mil millones de euros para el rescate de una empresa como Lufhtansa. Yo diría que estamos viviendo una época parecida a la de la gran depresión entre los años 29 y 30 y que produjo políticas keynesianas que eran muy proactivas desde el punto de vista económico y con una mayor presencia del Estado”.

Federico Storani, UCR

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