Gill, entre críticas, enfrenta el desafío del segundo semestre

Escribe Nancy Musa De nuestra Redacción

Seis meses más. La pandemia cambió la agenda del actual secretario de Obras Públicas de la Nación, Martín Gill. El pedido inicial de licencia por 180 días no fue suficiente para llevar adelante los objetivos que se había fijado para su ciudad y la región.

A poco tiempo de asumir el cargo a nivel nacional se encontró con el pasajero invisible de la nave mundial: el COVID-19.

De pronto el intendente, en uso de licencia, estuvo sentado en la mesa con el ministro de Salud, Ginés García. Junto al titular de la cartera, Gabriel Katopodis, les tocó llevar adelante la instalación de 2.600 camas en todo el país, terminar hospitales, realizar módulos carcelarios y centros de salud de fronteras.

La preparación del sistema sanitario fue la prioridad. Los planes se retrasaron. Los primeros seis meses estuvieron marcados por la pandemia y la cuarentena que se inició a mediados de marzo.

El ritmo de trabajo es full time en el llamado “ministerio de los intendentes”, comandado por el bonaerense Katopodis, un abogado de 53 años que llegó a la jefatura del partido de San Martín en 2011 representando al Frente Social y estuvo en la Intendencia ocho años.

Cuando Gill fue convocado por el presidente Alberto Fernández para secundar a Katopodis, la consigna fue la integración de un ministerio federal que ejecutara obras a lo largo y ancho del país. En los principales cargos de la estructura están intendentes.

Las características de los funcionarios tienen puntos en común: personas de diálogo, trabajo en equipo, buenas relaciones con todos los sectores. Sintonía fina con el modo de gestionar de Alberto Fernández.

Lo que viene después de la pandemia es una gran oportunidad para “reconstruir Argentina”.

“La pandemia ha sido superadora de la grieta”, expresó Martín Gill destacando el trabajo en conjunto que el Gobierno lleva a cabo con los dirigentes de la oposición que tienen responsabilidades ejecutivas.

Sin el trabajo coordinado de todos, no se hubieran logrado los resultados que ubican a Argentina como uno de los países que mejor ha controlado el avance del virus.

En pocos días se espera el acuerdo con los acreedores por la deuda externa, las negociaciones están avanzadas. A medida que se levanten las restricciones de aislamiento, la obra pública se convertirá en uno de los motores para poner en marcha la economía, que viene castigada desde hace unos años y hoy sufre el impacto de la pandemia.

De ese análisis surge la decisión de Martín Gill de pedir seis meses más de licencia.

 

En lo jurídico “está todo bien”

“El pedido de licencia, aprobado por mayoría en el Concejo, es de una contundencia absoluta”, indicaron desde el entorno del abogado villamariense en relación al rechazo de la oposición y a la polémica desatada en torno a su solicitud.

La explicación tiene dos pilares. Por un lado, afirman que los artículos 124 y 125 de la Carta Orgánica Municipal están basados en la Ley Orgánica Municipal de la Provincia de Córdoba.

“No estamos en presencia de una acefalía para invocar el artículo 125. La acefalía ocurre cuando el intendente por un hecho involuntario no puede ejercer el cargo. No es este el caso”, precisan los allegados a Martín.

La oposición y abogados que participaron de la redacción de la Carta Orgánica Municipal, por su parte, contradicen la lectura del oficialismo y consideran que debería convocarse a elecciones.

En ese sentido, se expresaron también partidos políticos sin representación en el Concejo definiendo como “un atropello institucional” la nueva licencia aprobada por mayoría en el Legislativo.

“Convocar a elecciones en plena pandemia es imposible”, replican los peronistas. “En Río Cuarto se postergó el mandato porque no se pueden hacer los comicios”, indican a manera de ejemplo los oficialistas.

También, destacan que la mayoría del Gabinete provincial está compuesto por dirigentes que han pedido licencia en los cargos que fueron electos.

“No entendemos las objeciones, no entendemos el dedo acusador, en todos los partidos hay dirigentes que han pedido licencia en sus cargos electivos para ocupar otros”, añaden. Ejemplos sobran.

En este contexto, Gill intentará en los próximos seis meses avanzar en obras que hace años la región y Villa María están esperando.

 

“No voy a poner en riesgo la ciudad”

“Si en el año cierro los objetivos, bajo ningún concepto voy a poner en riesgo la ciudad.” Es la frase que Martín Gill repite a sus colaboradores.

En este momento, existen tres mil obras licitadas, 400 en la provincia de Córdoba. Es la meta que el abogado local tiene con un pie puesto en la Nación, pero sin descuidar al equipo local encabezado hoy por Pablo Rosso, a cargo del Ejecutivo.

¿Logrará cumplir el gran desafío en los próximos seis meses?, es la incógnita en un escenario imprevisible.

Hoy, más allá de las críticas a su decisión que han sido duras en los últimos días, el villamariense está dispuesto a intentarlo.

La historia continuará.

 

Clasificados 29 de junio

“Este tema de ser electo para un determinado cargo e inmediatamente asumir otro, no es la primera vez que se da en el país. Pasa con distintos cargos y en todos los partidos. Creo, por principio, y esto es cuestión de lógica, que cuando uno elige a una persona para un cargo y ese candidato resulta ser un candidato testimonial, termina siendo una burla para el electorado”.

José Luis Bertoldi

 

 “Vamos a acompañar, vamos a aportar desde nuestro pensamiento político. No abandonamos el proyecto político, estamos buscando una impronta propia. Necesitamos seguir avanzando en nuestras ideas”.

Daniel López, concejal del bloque oficialista escindido

 

“La pandemia no es una excusa para no respetar la ley. No estamos en condiciones de hacer un llamado a elecciones hoy, pero sí se puede comprometer una convocatoria para cuando las cosas se normalicen. El contexto no puede ser una excusa para

no aplicar las normas”.

Karina Bruno, presidenta del bloque Vamos Villa María

 

“El Partido Obrero en el Frente de Izquierda rechaza este nuevo atropello de Gill y el PJ, en defensa de la soberanía popular que reside en el pueblo. En ese sentido, se debe convocar a elecciones para que el pueblo decida. Llamamos a la Villa María que vive de su trabajo a sacar las conclusiones de la etapa en curso, para que no sigamos pagando la crisis los trabajadores, las mujeres y la juventud”.

José Gutiérrez, Partido Obrero

 

 

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