Otra vez sopa, el juego repetido de las ambiciones personales

lunes, 7 de septiembre de 2020 · 08:30

Escribe Nancy Musa De nuestra Redacción

 

Otra vez sopa. Otra semana de delirio y locura en tiempos de pandemia. Tiempos de ira desatada y de racionalidad atada. Otra vez sopa. ¿Hasta cuándo? Facturamos diariamente la irresponsabilidad, el individualismo, el odio hacia el que piensa distinto, el cinismo con IVA, la idiotez sin IVA.

Los griegos llamaban “idiota” a las personas que pensaban únicamente en ellos y no se interesaban en la cosa pública. Es interesante recordarlo. Si vamos a la raíz de la palabra significaba “lo privado, lo particular, lo personal”

Si nos remitimos a la etimología, podríamos imaginar que en el mundo abunda la idiotez.

Con el tiempo, ese simple conjunto de tres sílabas se transformó, por esas cosas raras de la civilización, en un insulto. No está en el eje de esta nota tomarla como una palabra despreciativa a nivel intelectual. El punto central, de esta humilde opinión, es el individualismo, el ser cerrado en sí mismo, el que está privado de empatía, el que piensa que todo lo que logra es por mérito propio y que rechaza la vida en comunidad. Aquel o aquella que está convencido que solo es imbatible. Y no necesita de nadie.

En ese eje, surge el personaje de Mafalda creado por Quino, hace 60 años. Otra vez sopa, decía la niña preocupada por la marcha del mundo.

Un mundo que navegaba a la deriva, un mundo sin brújula, sin justicia, sin igualdad, sin paz. Un mundo que 60 años después, sigue igual, marchando hacia el abismo. Cometiendo los mismos errores, defendiendo los mismos errores, capitaneado por los mismos errores.

Carl Jung, un discípulo de Freud, escribió: “La gente va a hacer cualquier cosa, no importa lo absurdo que esto sea, para evitar hacer frente a sus propias almas.”

Una frase que nos invita a pensar en estos momentos en que la invasión del Covid-19 nos arroja al encuentro, sorpresivo, con nuestras almas. Maldito virus que nos sacó de la zona de confort y nos obligó a enfrentarnos con nosotros mismos.

Es una tarea complicada, mirarnos de frente, conocernos, dialogar con ese yo que por años ignoramos. Es un desafío gigante, si nos hemos pasado la mayor parte de la vida corriendo, hacia ningún lugar ¿Por qué nos obligan a detenernos?

¿Por qué nos exigen ser humanos y cuidar la vida?

 

“La vida es un boceto para nada, un borrador sin cuadro.”

La frase pertenece a Milan Kundera. Habla de seres que no se bancan la insoportable levedad del ser. Levedad significa inconstancia, ligereza. En síntesis, frivolidad. Una manera, tal vez, de expresar no me importa nada. Perdón si me equivoco, pero el “nada importa” es hoy un atentado a la razón y un ataque al Ser. Porque, más allá de todo, somos, fuimos y seremos.

Podemos repetir mil veces, “otra vez sopa”. Podemos jugar con la idea de Hamlet “Ser o no ser”.

Podemos imaginarnos Quijotes o Sancho Panza. Sin embargo, en lo profundo de nuestros corazones, rotos o descocidos, somos solidarios. Mayoritariamente.

Hemos enfrentado, los argentinos, cientos de crisis. Hemos llorado muertos.

Nos unimos y nos separamos. Nos amamos y nos peleamos. Nos dividimos y nos juntamos. Nos declaramos en guerra y sin tanta historia agitamos la bandera de la paz.

Cantamos “Gracias a la vida”, cantamos como la cigarra, cantamos en el país de la libertad.

Cantamos, emocionados, Resistiré.

Y, digan lo que digan las lenguas de doble filo, la mayoría estamos abrazando al personal de salud, esos héroes que dan todo para cuidarnos. Trabajadores que arriesgan sus vidas para salvar la de otros.

 

Momento de reflexión o de locura

En el Congreso de la Nación, la semana que pasó, se reflejó la reflexión y la locura sin seguro de responsabilidad social. Un grupito, minoritario, tiró leña al fuego. Incentivó la violencia, promovió el ataque al presidente de la Cámara de Diputados Sergio Massa y a toda su familia.

Fueron golpistas en nombre de la democracia. Una democracia que la mayoría viene defendiendo desde 1983. Aparece de nuevo la palabra idiota, según los griegos. No entendieron el “Nunca más”.

Nunca más. Otra vez sopa. Entiendan que la mayoría tiene otros sueños, otros ideales. Otras esperanzas.

Entiendan, legisladores sin rumbo, que la mayoría de los habitantes del país está sufriendo. No es el mejor momento para juegos frívolos, para pensar electoralmente, para agitar las aguas en busca de réditos personales.

Más que nunca, en esta batalla frente al virus, necesitamos la lucidez de nuestros representantes. Necesitamos una política en serio, un debate profundo, una actitud sin caprichos.

Mientras cientos de personas mueren, miles se juegan la salud por los demás, millones se quedan en casa, es doloroso ver la irresponsabilidad de los que promueven la violencia y sacuden a sus seguidores para que salgan a las calles a buscar el maldito COVID 19.

Existen diversas formas de expresar la oposición a un gobierno de la democracia. Maneras responsables de hacer críticas constructivas. La política es debate, fundamentos, diálogo, acuerdos. La política no puede convertirse en promotora de La Parca.

La política no puede transformarse en “idiota”. No puede darse el lujo de volar tan bajo.

 

Alto vuelo

“Ver el lanzamiento y verlo volar fue hermoso, y en lo primero que pensé fue en mi familia”. Lo dijo a El Diario, desde Cabo Cañaveral, el ingeniero electrónico Lucas Gutiérrez.

En uno de los sucesos emotivos que vivimos los argentinos hace ocho días, participó un villamariense. El lanzamiento del Saocom 1B tuvo como protagonista a un profesional recibido en la UTN local.

Los concejales, por unanimidad, reconocieron la tarea de Lucas y su contribución a un proyecto tan significativo para el país.

“Nunca pensé en estar trabajando en un lugar muy parecido a la NASA, porque con las instalaciones y tecnología que tenemos en el INVAP no hay nada que envidiarle. Nunca me imaginé estar en un logro tan importante para el país, ni tomé noción de la trascendencia que tiene, tampoco me imaginé estar operando un satélite y participar de un lanzamiento, pero creo que lo que uno se propone y si trabaja para eso, termina dándose”, consideró el ingeniero entrevistado por nuestro matutino.

El satélite, enviado al espacio el pasado 30 de agosto, tiene significativos beneficios para la producción agropecuaria.

De acuerdo a las opiniones de expertos, publicadas en El Diario Rural, podemos precisar que entre las ventajas está la posibilidad de conocer la humedad del suelo. “El mapa de humedad en el suelo es, quizás, el producto estrella de la misión y representa un hito a escala internacional en la tecnología de los satélites de observación terrestre”, precisó Alvaro Soldano.

Los especialistas remarcaron que se va a brindar escenarios probables de rendimiento de cultivos en base a la fecha de siembra, al conocimiento de las lluvias y la humedad de suelo medido por los satélites Saocom.

En tiempos de pandemia, una muy buena noticia.

 

Clasificados 7 de septiembre

“Hay que tener más fuerzas que nunca para afrontar esta situación y ojalá dentro de poco tiempo estemos pensando en otra cosa; en el crecimiento económico, en el laboral, pero también en muchos otros aspectos, como el social… hay quienes lo están pasando muy mal y nuestra institución se pone a disposición de quienes necesiten acompañamiento en la búsqueda de posibles soluciones”.

Juan Carlos Jacobo, presidente de AERCA

 

“Ahora que ya tenemos prácticamente la certeza de que no se volverá a las aulas hasta el año próximo, corresponde un reconocimiento (económico). Los docentes han hecho posible la virtualidad. Todos han tenido que adquirir tecnología, ampliar su conectividad… y todos lo han hecho de su bolsillo”.

Carlos Andrada, secretario general de UEPC  Departamental

 

“Vengo trabajando en este proyecto desde 2014, que es cuando ingresé a trabajar al INVAP. Nosotros vivíamos en Villa María con mi señora, Mariana, y decidimos irnos a vivir a Bariloche. Ambos conseguimos trabajo en el INVAP, ella está en el área de Seguridad e Higiene y yo en el servicio de electrónica, donde arranqué con los proyectos del Saocom, inicialmente con el 1A, para el que tuve la suerte de trabajar en todas las etapas de fabricación y ensayos que se le hicieron a este satélite que fue lanzado en 2018. En ese momento también tuve la posibilidad de ir al lanzamiento, y al regreso continué trabajando y ensayando todo el sistema del Saocom 1B.”

Lucas José Gutiérrez, ingeniero electrónico en declaraciones a El Diario tras el lanzamiento del satélite Saocom 1B

 

“Cuando voy (a Villa María) sigo sintiendo el orgullo de ser el hijo del Flaco Cova que trabajaba en Cúspide, de haber sido el 4 de Sarmiento o el que cantaba en el Colegio Nacional… Mi viejo ya no está, la tengo a mi vieja allí, a mi hermana y mi sobrino… Respiro Villa María, siempre”.

Claudio Cova, flamante presidente de la Federación de Bioquímicos de la Provincia de Buenos Aires

 

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