Comenzó la carrera, en busca de las bancas en el Congreso

Escribe Nancy Musa DE NUESTRA REDACCION

 

?A 45 días de las elecciones comienza, nuevamente, la campaña. La verdadera campaña, la verdadera carrera en busca de la copa del 14 de noviembre.

El precalentamiento de motores ya arrojó un par de resultados provisorios. Algunos se subieron al podio imaginario, otros se guardaron en los búnkers intentando entender una derrota preliminar. Nada fue definitivo, pero cada uno sumó puntos para su equipo.

“La derrota tiene una dignidad que la victoria no conoce”, decía Borges. En política no todo es lo que parece. Los intelectos, generalmente, se pierden sin darse cuenta en los números de una encuesta. Entonces, uno se pregunta: ¿Cómo es posible que un par de números aislados puedan ser más poderosos que la inteligencia?

Y lo son. Tristemente, en este mundo líquido que transitamos y que bien pintó el filósofo Zygmunt Bauman la regla es actuar en forma egocéntrica y materialista. 

“Todas las medidas emprendidas en nombre del ‘rescate de la economía’ se convierten, como tocadas por una varita mágica, en medidas que sirven para enriquecer a los ricos y empobrecer a los pobres”. Bauman nos acercó a la idea de una sociedad carente de empatía y de amor.

Una sociedad formada para unos pocos y prohibida para millones. Una sociedad sin esperanza. Con nuestro “culto a la satisfacción inmediata” muchos de nosotros “hemos perdido la capacidad de esperar”, indicaba el intelectual.

En los inicios de la campaña electoral está presente esa necesidad de satisfacción inmediata y el enojo si la promesa es la espera. Ese enojo pone entre las cuerdas al gobierno y es explotado, sin consideraciones, por una oposición que ha desistido de los valores republicanos hace mucho tiempo.

La pregunta es: ¿a quién puede sorprenderle? Allá lejos y hace tiempo teníamos un radicalismo fuerte en convicciones, profundamente democrático, levantando las banderas de la honestidad con amor. Un radicalismo con historia, con grandes oradores, con dirigentes de peso. Años atrás. Hoy, es apenas un recuerdo.

Muchos, se preguntarán por qué hablo del radicalismo. Les respondo. Porque cuesta entender que se hayan aliado con un partido que intentó e intenta quitar derechos de los trabajadores. Un partido que gobernó y dejó una deuda insustentable.

Seguramente saltarán y cuestionarán atacando al peronismo. Es entendible, se cometieron demasiados errores. Pero, en la pandemia, en el peor momento del mundo, el Gobierno salvó vidas, mientras parte de los opositores militaron, desde el minuto uno, la negación.

 

La campaña

Los ciudadanos, con todos nuestros problemas, seremos testigos de la campaña. El próximo jueves, primero fue anunciado para mañana, llegarán a nuestro pago los candidatos de Juntos. Luis Juez, el peronista convertido en PRO, junto al radical de la renovación Rodrigo de Loredo pisarán la Villa para juntar más votos. Hoy, tienen el apoyo del jefe porteño Horacio Rodríguez Larreta que andaría por Córdoba esta semana.

Villa María se convirtió en un centro de atracción en esta carrera por sumar números. Juez no es un personaje muy querido en el comité de calle Tucumán. Es más bien, un mal querido.

El radicalismo protocolar, villamariense, apostó a Mario Negri. Por lo bajo, saben que la derrota tiene mucho que ver con la ayuda de un sector del peronismo, ex-Frente Cívico y de su partido a la lista de Juez. “Nos traicionaron”, comentan por lo bajo y por lo alto algunos.

Están convencidos de que sectores afines a Martín Gill apoyaron a Juez para sacar de juego a Negri. ¿Será verdad?

En esos nichos dicen que “las elecciones del 14 de noviembre” tendrán cambios en los votos. “La interna se acabó, ahora viene la realidad”, comentó un dirigente al pasar en una mesa de café.

¿Cuál es la realidad?, uno se pregunta.

En el radicalismo surgen nuevos representantes. Varios de ellos subestimados por el comité, pero con mucha militancia.

Algunos ya se están probando el traje de candidato a intendente. Una prueba que asusta a los que se creen “dueños del partido”.

A veces hay que probar de su propia “medicina”. Tiempos de pandemia, tiempos de médicos.

 

Juan tomó la posta

El gobernador Juan Schiaretti vio el claro y tomó la posta. Salió al ruedo, sumó al intendente de capital Martín Llaryora (amigo de Sergio Massa) a su cruzada para ganar espacio y votos.

Salió con 20 propuestas muy cordobesas. ¿La pregunta es a quién apunta? La independencia no le dio buenos resultados en las PASO. ¿Qué pretende?

Si algo quedó claro, en la previa, es que Juntos polarizó y el peronismo, dividido, no supo contener el voto volátil.

Tampoco pudo seducir el voto joven que está a la espera de soluciones. El primer paso dio posibilidades a 15 mil jóvenes de 87 mil sin trabajo. Algo no está bien.

Juan tiró su carne al asador. Veinte propuestas.

Se niega a la reforma judicial, se niega al cambio de un procurador que está interno en su puesto, y asume la defensa del campo. Una posición que viene sosteniendo desde el conflicto de 2008.

¿Es una buena estrategia?

¿Qué es lo que busca Juan?

Un país con impunidad, no es factible para nadie. Y el gobernador lo sabe. ¿Sus candidatos le garantizarían impunidad a los complicados en causas judiciales del anterior gobierno?

El pueblo espera que no.

 

Un frente complicado

El Frente de Todos no tiene buena repercusión en Córdoba. La mayor adhesión la logró en su momento Eduardo Accastello, con su candidatura a gobernador. Hoy Eduardo está en el frente de Juan, enfrentado con Martín que está con Alberto y Cristina.

Cosas locas de la política. Los dos dirigentes más importantes de Villa María separados por la grieta. Es casi ridículo, pero es la política, idiota.

¿Hacia dónde vamos, qué país queremos?

Preguntas de ciudadanos que los políticos no se hacen, por el momento.

Martín busca su lugar en esta provincia bifurcada.

Viene, con el mandato de la obra pública, impulsada por el gobierno de Alberto y Cristina.

Tiene un serio problema. Será muy difícil crecer en tan poco tiempo. La campaña, previa a las PASO, no fue muy activa. Los spots demasiado formales no transmitieron un mensaje interesante para los indecisos.

El canal para lograr más votos, está en los ausentes a la elección de septiembre. Fue la participación más baja del país.

En este escenario, el Frente de Todos lograría un diputado y perdería la banca de senador que hoy tiene Carlos Caserio.

La situación económica es clave en la decisión de los votantes. Ese es uno de los puntos débiles del Frente.

¿Podrá ser revertido el resultado y obtener unos puntos más?

Todo y nada es posible.

 

La izquierda con expectativas

El Frente de Izquierda, que obtuvo el 4,32% de los votos en septiembre, sueña con crecer para llevar al Congreso a Liliana Olivero. Su mira está puesta en los desencantados y en los ausentes los comicios.

En sus filas tienen expectativas y ajustan la fiscalización. No quieren repetir el mal momento de hace ocho años, cuando perdieron la banca en manos del radicalismo.

“No podemos permitir que nos roben, nuevamente”, comentan en las filas del Frente.

Militancia activa en las calles, es la consigna en este mes de octubre que se presenta movido y con muchas movilizaciones.

Tres fuerzas más compiten en esta elección: Encuentro Vecinal, Unión Popular Federal y Libertad Avanza.

La carrera empezó en medio de una grieta difícil de cerrar. En medio de una situación económica muy complicada para millones de argentinos.

 

Clasificados 3 de octubre

?"El presidente (Alberto Fernández) me pidió que resuelva todos los problemas pendientes del sector, en los cuales la pandemia había paralizado el diálogo y que había que recomponerlo, básicamente, porque es la condición para poder progresar, crecer y tener un horizonte de previsibilidad".

Julián Domínguez, ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación

 

"No hay razón para que haya aumentos (de precios) porque las empresas tienen capacidad para abastecer estos productos".

Paula Español, secretaria de Comercio Interior de la Nación

 

"Queremos que la ex-ESMA sea otro sitio más declarado Patrimonio de la Humanidad en defensa de la historia reciente y de los derechos humanos. Creo que es una reparación no solo a la historia y a la consolidación de nuestra democracia, a las víctimas, a los familiares, a toda la ciudadanía argentina, pero también a toda la ciudadanía regional, porque estos golpes de Estado sucedieron en todo el Cono Sur, en todo América Latina y no en todos los países hubo la política de reparación que tuvo Argentina".

Horacio Pietragalla Corti, secretario de Derechos Humanos de la Nación

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