MANO A MANO - Martín Gill

“Basta de grietas que les convienen a los dirigentes y afectan a la gente”

El intendente en uso de licencia y actual secretario de Obras Públicas se mostró confiado en una pronta salida de la pesadilla de la pandemia a través de los niveles de vacunación que está logrando el país. Habló de la importancia de la unidad para reconstruir y poner de pie a la Argentina
lunes, 21 de junio de 2021 · 07:55

-Presentaste un nuevo pedido de licencia, la oposición ya manifestó su rechazo, ¿vas a lograr un acuerdo para seguir en el ministerio?

-Mirá, siempre he dicho lo mismo. Cuando el presidente y el ministro me convocaron, más allá de las evaluaciones personales que pudieron hacer, lo hicieron por mi condición de intendente de Villa María. Me convocaron para formar un equipo de intendentes para asumir una visión de la obra pública territorial y federal.

Cuando esa convocatoria se dio, no existía la pandemia.

Eso cambió el escenario drásticamente. Y uno de esos movimientos más drásticos tuvo que ver con la infraestructura de salud.

Nosotros cuando comenzamos teníamos un puñado de siete u ocho obras en materia de salud, todas paralizadas desde hacía cuatro años, y hoy tenemos más de 300 obras de salud, entre las que ejecutamos, las que estamos terminando y las que estamos prontas a iniciar.

En una acción compartida con el Ministerio de Salud hubo que incrementar camas, incrementar terapias, centros de diagnóstico. Y así se fue nutriendo una red sanitaria que, no me cabe duda, es la más importante en la historia.

En un año, en el peor año, hemos construido 12 hospitales, 20 centros sanitarios, turísticos, centros carcelarios (detalla las obras en la provincia de Córdoba).

Es de una magnitud la cantidad de obras que cuando se plantea la prórroga de licencia hay un pedido de poder continuar en este contexto tan difícil, poder continuar en la materialización de estas obras, de alguna manera me toca la responsabilidad de coordinar esos programas.

Y estamos en un contexto muy difícil de la pandemia, viendo la posibilidad de ir saliendo y en ese contexto al intendente de Villa María, a la ciudad, el Gobierno le pide poder continuar esa posibilidad de desempeño de esas funciones que son temporales.

Bajo esos argumentos, uno pide la posibilidad de prorrogar la licencia.

Si bien soy secretario de Obras Públicas, soy intendente en uso de licencia, y no hay un solo día que no trabaje por la ciudad, por Villa Nueva, por nuestra región, por nuestra provincia.

Creo también que hemos dado vuelta una página de desencuentros históricos en materia de inversiones que existía entre el Gobierno nacional y la Provincia de Córdoba en lo que hace a obra pública.

En un año, hemos logrado hacer más obras que lo que se hizo en los cuatro años del gobierno anterior.

No creo que haya cambios en lo que respecta a la última decisión y lo pido diciendo que con la misma convicción premisa vamos a seguir trabajando para materializar las 64 obras en la ciudad de Villa María, que estamos proyectando, planificando y son nuestro Norte.

Porque Villa María, después de esta pandemia que nos ha tocado padecer a todos, va a volver a crecer con una enorme fuerza, porque tiene un potencial que muy pocas localidades tienen.

Tenemos una ciudad maravillosa, pujante, progresista, con la riqueza de su gente en todos los ámbitos, del personal de salud, de las instituciones, y esto nos predispone para lo que viene, porque viene una mirada de esperanza.

Y en esa mirada de esperanza, el retorno va a ser difícil, nada será como antes, porque en la mesa va a faltar alguien, en el lugar de trabajo va a faltar alguien. Va a ser un retorno muy difícil, pero nuestra ciudad va a tener una oportunidad inédita en el trabajo en conjunto con Nación y con la Provincia.

-La obra pública es uno de los pilares que tiene el Gobierno para motorizar la economía...

-La obra pública va a ser uno de los motores, es una decisión del presidente de la Nación Alberto Fernández y del ministro Gabriel Katopodis. Uno dice, si en un contexto de pandemia pasamos a 300 obras de Salud, no había obras en los municipios y hoy tenemos 1.500 en marcha y el objetivo es llegar a las 2.300 para que haya un municipio del país que no tenga una obra del Gobierno nacional gobierne quien gobierne.

En la provincia de Córdoba ya tenemos en marcha 370 obras, en nuestra ciudad, en la región, en todos lados tenemos una obra en marcha. Y esto no era así, durante el gobierno de Macri no solo no nos dieron una obra, ni una audiencia nos dieron.

En cada provincia tenemos obras en marcha. Esto nos ha permitido crear más de 30 mil puestos de trabajo en el peor año.

Si hemos podido hacer esto en este contexto tan difícil, cuánto más podemos hacer en este proceso de reconstrucción de la Argentina.

-¿Qué expectativas tiene el Gobierno nacional con respecto al tiempo que nos va a llevar salir a flote?

-Nosotros trabajamos muy en cercanía con el Ministerio de Salud. Una expectativa que tenemos está relacionada con el nivel de vacunación y que se está logrando con la colaboración de todos los gobernadores e intendentes. Nosotros estamos muy confiados en que Argentina será uno de los primeros países de América Latina en lograr la inmunidad de rebaño.

Y en ese sentido, miramos con mucha expectativa que esta pesadilla, que a todos nos ha tocado vivir, comience a ver en poco tiempo, a partir de agosto, un descenso brusco de los casos y junto a ello la apertura progresiva de las actividades.

-¿Con respecto a la deuda con el FMI y el Club de París, están previendo un arreglo en breve?

-Lo primero que hay que decir es que aun en un contexto de pandemia, el Gobierno tomó medidas para un modelo de industrialización y no un modelo de especulación.

Y aun en un contexto muy difícil nos permite decir que la actividad industrial ha mostrado indicadores mejores, similares a los que tenía antes de la pandemia.

La Argentina ha bajado las tasas de interés significativamente, ha logrado recuperar progresivamente el acceso al crédito, ha logrado, a pesar de las amenazas de las corridas bancarias, calmar el valor de la moneda internacional y reducir la brecha entre el dólar oficial y el blue.

La Argentina está en un proceso de preocupación por la inflación, viendo cómo bajarla, porque es lo que más afecta a la mayoría de la gente.

Y respecto a la deuda internacional, aun frente a todos los agoreros, lo cierto es que nuestro país alcanzó un acuerdo con los bonistas privados que redujo la participación de los intereses en 2 puntos del PBI.

Recordemos que la bomba que dejaron en actividad era de consecuencias imprevisibles en el contexto que estamos viviendo. Eso se logró desactivar.

Por otro lado, hoy tenemos el desafío con el Fondo. El presidente, junto al ministro Guzmán, viene llevando adelante una serie de acuerdos internacionales, la última visita a Europa fue muy contundente, ha logrado un diálogo maduro con los Estados Unidos, un acuerdo estratégico con México. Hay una realidad que frente al Fondo Monetario hoy no hay una situación de servilidad. Hay un diálogo y el propio Fondo ha reconocido que hubo una irregularidad en el otorgamiento de una deuda a un Estado que no estaba de devolverla y en un plazo que no estaba en condiciones de devolverla.

Incluso las motivaciones que alegaron fueron políticas, y eso se tendrá que considerar.

Y seis meses después de haber recibido el mayor monto de crédito, nos quedamos sin los fondos y con la deuda, porque los fondos se fugaron.

En esas condiciones de fragilidad recibimos la Argentina. En ese contexto el trabajo que está llevando adelante Economía es inmenso, buscando un acuerdo serio, responsable, que no afecte el desarrollo, el progreso y fundamentalmente la justicia interna por las grandes brechas que existen.

Esa es la otra deuda que heredamos, el gobierno anterior llegó con la promesa de pobreza 0 y entregó un país con casi el 50% de pobreza. Y sobre ese contexto vino la pandemia.

Evidentemente es una situación muy compleja que requiere la unidad de todos los argentinos, de todos.

-¿Por qué cuesta tanto lograr el diálogo?

-Aun en este escenario hubo señales valiosas. El contexto de la pandemia ha sido una oportunidad, más allá de las especulaciones de algunos que se juzgarán en el momento que se tenga que juzgar. Pero, los gobernadores están casi en una sintonía total con el presidente. Se llevó adelante un diálogo permanente, un camino de buscar estrategias conducentes y un trabajo compartido.

Hubo pareceres diferentes, pero nada de eso significó que no había la capacidad de dialogar o buscar puntos de acuerdo. Hoy, la relación institucional del Gobierno nacional con los gobernadores no es de extorsión, es una relación saludable, de diálogo permanente, de visitas del presidente. Creo que son buenos gestos para la Argentina que viene. No es suficiente.

Por eso el presidente decidió convocar a una mesa que se llama del diálogo social.

A la Argentina le ha faltado mucho diálogo, mucho camino de encuentro, reconocer que en la pluralidad no hay un motivo para matarnos, sino un motivo para encontrarnos.

Si todos pensáramos lo mismo es más difícil, las diferencias nos enriquecen. Ese camino a la unidad que el presidente planteó desde el mismo momento que asumió.

Basta de las grietas que les convienen a los dirigentes y perjudican a la gente.

Es necesario que vayamos a la verdadera grieta, a la de los millones que no tienen agua, de los millones que quieren trabajo, de los millones que quieren la dignidad del pan en la mesa todos los días. De los argentinos que necesitan tener expectativas y saber que donde nazcan tienen la oportunidad de desarrollarse.

Y para eso no es la disputa estéril, la disputa política, no es el oportunismo de algunos ni el ventajismo de otros.

La pandemia puede ser una oportunidad para aprender, para no repetir errores. Hay una oportunidad de reconstrucción nacional.

-En esa reconstrucción, todavía no se pudo reformar la Justicia.

-Cuando uno habla de proceso de transformación, de una Argentina distinta, soy el primero que me anoto en la lista para ver que tengo que reconstruir de mí, pero alcanza a todos.

Está lleno de personas que ven la paja en el ojo ajeno y no ven la viga en el propio.

Esta realidad es bastante común y la transformación interpela, a un Poder Judicial que todavía espera una profunda transformación desde el retorno de la democracia.

Necesitamos un país con más y mejor Justicia, porque está claro que la justicia llega tarde.

Está claro que hay reformas estructurales que deben llevarse adelante, también estamos pensando en un modelo comunicacional que debe ser distinto, debe ser federal con oportunidades para todos.

Estamos pensando en un rol de los municipios que debe ser clave, porque están cerca de la gente.

Estamos pensando en las zonas asimétricas, para que todos tengan las mismas oportunidades.

En la reconstrucción de la Argentina todos vamos a ser esenciales. En la pandemia hubo algunos esenciales.

-¿Existen fisuras en el Frente de Todos?

-El Frente es una expresión de confluencias que tienen miradas diferentes. Somos una representación plural de distintos sectores que tiene claro de dónde venimos, dónde estamos y dónde queremos ir.

Hay que no solo consolidar ese frente, sino que tenemos que sumar nuevos actores con los que tengamos un núcleo de coincidencia.

Tenemos un presidente que sabe respetar las diferencias. El presidente escucha, algunos le plantean límites de tolerancia mejor que otros (sonríe).

Lo cierto es que el presidente, la vicepresidenta Cristina, el titular de Diputados, otras fuerzas políticas, gobernadores, organizaciones, intendentes se sienten parte de un colectivo y de la responsabilidad política que toca en esta hora.

Y me parece que tiene futuro, con un oído puesto en las necesidades de la gente y otro puesto en nuestra construcción. Pero nunca, un proyecto político que sea sordo, ciego, mudo a las necesidades de la gente y del país.

-La unidad es fundamental para ir a las elecciones de medio término.

-Totalmente, y es la impronta que tiene este espacio, un espacio que nace de la decisión estratégica que tuvo la vicepresidenta. Cristina ha sabido interpretar el momento y ha sabido tomar las decisiones siendo que es la que conservaba el mayor caudal de votos.

Pero, supo pensar estratégicamente y generosamente la conformación de un frente electoral. Y todavía, se pueden sumar otros sectores.

-¿En esa sumatoria entraría el peronismo cordobés?

-Nosotros en Villa María, hemos logrado una sinergia con diversos sectores del justicialismo. Córdoba tiene una mirada particular, tiene trayectorias importantes que deben ser respetadas, pero en el marco de esa convocatoria y pensando en la unidad del peronismo, creo que alcanza a todos los sectores y también por supuesto al justicialismo de Córdoba.

Habrá que ver el proceso para construir, para dialogar, pero más allá de una elección en lo sustantivo no me cabe la menor duda que la unidad es clave.

Si a Córdoba le va bien, a la Argentina le va mejor, si a la Argentina le va bien, a Córdoba la va a favorecer.

En lo personal, nunca voy a abandonar la impronta de construir.

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