El Día de la “Militancia por Argentina”

lunes, 21 de noviembre de 2022 · 08:52

Noviembre 17 de 1972.  Llovía torrencialmente en Buenos Aires, miles de soldados custodiaban el Aeropuerto de Ezeiza impidiendo la llegada de militantes. El avión de Alitalia aterrizó y el sindicalista José Ignacio Rucci cubrió con su paragua al General que pisaba por primera vez suelo argentino, tras 17 años de exilio. Juan Manuel Abal Medina lo recibió en la pista junto a unas trescientas personas.

Juan Domingo Perón volvía en son de paz, sin revanchismo.

Unos días antes envió un mensaje a sus seguidores. “Mi misión es de paz y no de guerra. Vuelvo al país, después de 18 años de exilio, producto de un revanchismo que no ha hecho sino perjudicar gravemente a la Nación. No seamos nosotros colaboradores de tan fatídica inspiración.

Nunca hemos sido tan fuertes. En consecuencia, ha llegado la hora de emplear la inteligencia y la tolerancia, porque el que se siente fuerte suele estar propicio a prescindir de la prudencia.

La situación del país es de tal gravedad que nadie puede pensar en una reconstrucción en la que no deba participar y colaborar. Este problema, como ya lo he dicho muchas veces, o lo arreglamos entre todos los argentinos, o no lo arregla nadie.”

Claridad en su carta dirigida a un país que se debatía en un escenario de violencia política bajo un gobierno dictatorial.

Perón bajó del avión con una bandera invisible de color blanco. La bandera de la paz.

No estaba en sus planes ser candidato a presidente por tercera vez.

 

Noviembre 17 de 2022. Cristina Fernández de Kirchner llegó en helicóptero al estadio Diego Armando Maradona de La Plata. Bajó del pájaro de hierro, con camisa blanca, pantalón blanco, sandalias blancas. Un atuendo con el emblemático color de la paz.

Un día de sol, muy caluroso. Unas sesenta mil personas esperaban por ella, con la idea difundida por varios consultores y periodistas que en el acto anunciaría su candidatura para 2023.

Cristina caminó hacia el escenario con la música de fondo del Himno Nacional Argentino y en ese símbolo ya se podía vislumbrar que su discurso sería similar al de Perón en 1972. Un llamado a todos los argentinos y argentinas de buena voluntad para enfrentar un momento tan grave en el contexto mundial.

No estaba en sus planes anunciar su candidatura a una tercera presidencia. Cualquier persona con cierto conocimiento de política, sabe que tirar una candidatura con tantos meses de anticipación es un error grave en un país tan dinámico y cambiante.

Cristina siempre recurrió al factor sorpresa, es su estrategia, y lo seguirá haciendo.

Cuando los soldados del operativo clamor comenzaron a cantar “Cristina presidenta”, la mujer más importante del peronismo actual les tiró la pelota afuera con una frase dicha por el General, perteneciente a Pericles. “Todo en su medida y armoniosamente.”

 

Noviembre 17 de 1972. Una vez en su casa de Germán Campos, Perón comenzó su ronda de reuniones intentando lograr un gran acuerdo nacional y democrático. En esos días se concretó el “abrazo histórico” entre Perón y el líder del radicalismo Ricardo Balbín.

La idea de una fórmula Perón-Balbín, conversada entre los dos dirigentes, fue impedida por el presidente de facto Alejandro Lanusse, un militar antiperonista. Antes de irse, el líder del peronismo firmó un acuerdo llamado “Coincidencias Programáticas del Plenario de Organizaciones Sociales y Partidos Políticos.” Lo rubricaron la mayoría de los partidos políticos, la CGT, la Confederación General Económica y la Federación Agraria Argentina.

 

Noviembre 17 de 2022. En su discurso por el Día de la Militancia, Cristina pidió recuperar el “pacto democrático”. Hablando de los logros de 1983 con la recuperación de la democracia, expresó: “Creo que esto sí es obligación de todas las fuerzas políticas en la Argentina, volver a reconstruir ese acuerdo democrático separando a los violentos, al lenguaje del odio, al que quiere que el otro se muera porque piensa diferente. Ningún partido político en la Argentina puede volver a aceptar esto. Sería retroceder a etapas predemocráticas.”

Con formas y rostros diferentes, la violencia política existe. Mensajes de odio constantes y lo más impresionante e injustificable: el atentado a la vicepresidenta el 1 de septiembre.

Ningún partido político, ningún legislador, ningún funcionario judicial, puede aceptar semejante hecho. Quisieron matar, milagrosamente no lo lograron, a la vicepresidenta del país.

Buscaron el caos y eso en cualquier idioma tiene la mano negra de un golpe institucional.

Un golpe que ya no usa el poder militar, usa el Poder Judicial, dicho por Cristina.

Ningún argentino o argentina que ame a su país, puede aceptar la violencia que nos remonte a nuestra etapa más negra y dolorosa.

Les puede gustar o no gustar Cristina, pero avalar un atentando a su vida es, a todas luces, repudiable.

 

Coincidencias

“Sin esa paz es difícil que pueda haber una normalización institucional, yo he sido siempre un agente de paz. No he provocado jamás situaciones de violencia. Antes de provocarlas he preferido renunciar”, dijo Perón en 1972.

“Necesitamos, imperiosamente, discutir estas cosas en lugar del agravio permanente y la descalificación y la estigmatización.

Fue una etapa muy difícil, pero por favor, cada uno que se haga cargo de esa etapa y que no venga alguna ahora a hablarnos del orden y de la violencia. Porque nosotros nunca estuvimos con la violencia, nunca. Absolutamente nunca”, dijo Cristina en 2022

“Cada argentino, piense como piense y sienta como sienta, tiene el inalienable derecho a vivir en seguridad y pacíficamente. El Gobierno tiene la insoslayable obligación de asegurarlo”, dijo Perón en 1972.

“Entonces, compatriotas, en homenaje a todos los desencuentros que hemos tenido los argentinos a lo largo de más de 50 años. En homenaje a los que de uno u otro lado ya no están. Por favor, convirtamos el 17 de noviembre en el día del militante por la Argentina. La Argentina necesita militantes, de ningún partido político, sino de la Argentina, de su pueblo, de sus trabajadores, de sus científicos, de sus intelectuales”, afirmó Cristina en 2022.

La vicepresidenta usó la palabra compatriotas, cambió el día del militante peronista por el día del militante por Argentina, cambió la marchita por el himno.

Los que no quieren escucharla y continuar con sus actitudes sectarias y personalistas tienen un problema serio.

Perón sufrió la pérdida de su esposa Eva y pagó un alto precio que lo condenó al exilio.

Cristina perdió a su marido y su dolor la ayudó a seguir y ganar bien en 2011. Lució el negro durante mucho tiempo.

Hoy, luce el blanco, un mensaje de paz. Tal vez, mirando al General, piense que la tercera presidencia no es lo ideal.

Tal vez.

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