Llegaron los reyes con un regalo millonario para la región

Llegaron los Reyes a Villa María con una bolsa de casi 10 mil millones de pesos para el sector lechero. Llegaron en un camello con alas, similar a un avión Tango
lunes, 9 de enero de 2023 · 08:30

Para la región fue la noticia política de la primera semana de enero.

Una noticia que trajo satisfacción a unos y preocupación a otros.

Unos de los dirigentes más fuertes del Frente de Todos, Sergio Tomás Massa, llegó a Villa María en su primera visita como ministro de Economía a la provincia controlada por el “peronismo cordobés de Juan Schiaretti”, un rebelde con causa o sin causa.

Desembarcó en la ciudad de un dirigente importante del Frente de Todos, el intendente Martín Gill, un experto en relaciones diplomáticas, dialoguista y acostumbrado a mirar bajo el agua.

Sergio Tomás y Martín Rodrigo tienen una cosa en común: saben que los resultados se logran jugando en equipo y controlando los egos. “Son una especie de Bilardo y Scaloni juntos”, indicó un fanático del fútbol y la política.

En los anuncios lanzados en el establecimiento de los Seia estuvieron 103 intendentes, todo un récord para un viernes de Reyes y con la mayoría de vacaciones.

El que estuvo ausente, pero atento a lo que ocurría a través del teléfono, fue el ministro de Agricultura y Ganadería de la provincia, Sergio Busso. El funcionario disfrutaba sus vacaciones en un país vecino, según dicen, y se lamentaba no estar en la primera fila.

En representación del Gobierno provincial estuvo el ministro de Industria, Eduardo Accastello. Los reclamos que le hizo a la Nación, en su breve oratoria, no cayeron muy bien entre los invitados. “Reclamó por el tema de las retenciones, una cuestión repetida, pero Massa le respondió muy bien indicando que venían a devolver la mitad de lo que paga en retenciones”, nos dijo en off uno de los presentes en el acto.

El nudo de la cuestión política es el respaldo que le dio a Martín Gill, en un año que será muy conflictivo por la batalla electoral.

 

El sueño de una Argentina federal

A las 18 en punto, como estaba previsto, el avión que trajo a Sergio Massa aterrizó en el Aeropuerto villamariense Néstor Kirchner. Un Massa relajado y sonriente bajó de la nave. Su estadía, por cinco horas, en el centro del país había comenzado.

Cuarenta minutos después presidió el acto en el Establecimiento La Angela, donde fue recibido por sus propietarios: Gustavo y Elvio Seia.

En el escenario, junto a Massa, estuvo el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, el intendente Martín Gill, el ministro de Industria de la provincia, Eduardo Accastello, y representantes de los gobiernos de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba.

Gill indicó que el 25% de los lácteos que se consumen en el país son hechos en Villa María y la zona; agregando que si toma puntualmente el caso de la manteca, el porcentaje elaborado en esta región es del 70%.

“Agradezco que este anuncio se haga acá y no en Balcarce 50, no porque tenga nada en contra de los porteños, sino porque sueño con una Argentina cada vez más federal”, expresó el intendente anfitrión.

Una frase que apuntó directo a la importancia de los municipios en la pirámide del poder. Massa tomó el guante rápidamente y se dirigió a los intendentes como la base de construcción en el discurso que dio durante la cena en el Sport.

En su paso por Villa María, el ministro de Economía, nacido en San Martín el 28 de abril de 1972, planteó claramente su postura de la inutilidad de las peleas entre sectores y que “Argentina necesita de todos”.

Massa fue intendente y valora las gestiones municipales.

Unos 80 intendentes participaron de la comida en el club de la costanera. Una entrada, carne asada con papas, poco alcohol y muchas fotos.

“Massa saludó uno por uno a los invitados, se sacó fotos en todas las mesas y no se le borró nunca la sonrisa. Además, no tomó alcohol igual que Martín”, nos comentó por lo bajo y sonriendo uno de los comensales.

A las 23, emprendió el regreso a Buenos Aires. Dejó 10 mil millones de pesos para los productores lecheros y varias expectativas.

 

Las llaves del reino

Estamos en un año electoral y la salsa se va a poner espesa. Por ahora, se desconocen los candidatos y los pocos que salieron al ruedo no tienen ninguna garantía. No hay seguro que los cubra. En política todo puede ocurrir, cambios de último momento, conejos o palomas sacados de la galera.

En 2023, el año del cocinero, los buenos chefs de la cocina política tienen buenas oportunidades de hacer magia con las manos en la masa, típico de la gastronomía italiana.

Hoy, las llaves del reino de la “buena mesa” están en la Economía. Las ideologías extremas han dejado de ser mayoritarias en estos tiempos tan complejos. La mayoría de la sociedad quiere tener sus necesidades básicas satisfechas, espera que baje la inflación, que los salarios se recuperen, que las Pymes se alivien, que los jubilados tengan mejor bienestar, que el campo y la industria contribuyan al crecimiento, entre otras cosas.

La política y la economía van de la mano. Las internas, las denuncias, las disputas entre grupos son parte de un sistema que deja afuera a los deseos y aspiraciones de la mayoría de los argentinos.

El grupo reducido de dirigentes del Frente de Todos cordobés, que impulsa una candidatura propia a gobernador, no entendieron las señales de una sociedad que está cansada de los egos y de la búsqueda de una banca para beneficios personales.

Si la Economía resuelve parte de los problemas acuciantes para millones de argentinos, la llave del reino estará en la “avenida del centro”.

“Estamos en el corazón productivo de la Argentina. La Argentina se construye sobre la base de la suma del campo y de la industria; no sobre la construcción de la pelea del campo y la industria, sino sobre la base de transformar a nuestro campo en pilar de la industrialización y el desarrollo de la Argentina para poner cada vez más valor agregado”. Palabras de Massa en Villa María.

 

La historia se repite

Dicen que la historia se repite. Sergio Tomás fue el hombre elegido por el Gallego de la Sota en 2015. Pocos pueden discutir la visión de un dirigente peronista de la talla del Gallego que hoy ya no está en este plano, pero su hija sigue sus pasos.

En 2019, le hice una entrevista Mano a Mano a Massa y dijo: “Me enseñó mucho De la Sota. De la Sota, en eso, fue un gran maestro y me enseñó que desde el odio y la revancha no nace nada bueno. Y que había que tener templanza y serenidad aun para el peor adversario.

Y que en la política y en la discusión de ideas había adversarios, no enemigos”.

Una enseñanza que el ministro sigue aplicando.

Massa tiene varios dirigentes cordobeses afines. Es más, eligió a Angel Mario Elettore para presidir la Casa de la Moneda. El contador que manejó las finanzas de Córdoba de 2003 a 2015.

Podríamos decir que el chef Massa puso su mirada en Córdoba. Martín Llaryora, el candidato bendecido por el Gringo, es un viejo amigo.

En ningún momento, el ministro de las llaves del reino, habló de candidaturas en su paso por esta ciudad.

Habló de los temas que necesita el país para salir del ostracismo. Planteó la guerra de proteínas, la importancia de las energías alternativas, los beneficios de los minerales y revalorizó el capital humano que tenemos para despegar. Les dijo a los intendentes que podían contar con él en lo que necesitaran.

La mayoría de los presentes en la cena tomaron nota de las propuestas de Massa para salir del pantano en que estamos todavía.

“Massa nos sacó programas que presentamos años atrás y que fueron frenados por la burocracia. Lo hizo en pocos meses. Es muy ejecutivo”, comentó un dirigente promotor de beneficios para las cooperativas.

¿Será Massa el candidato a presidente este año?, fue la pregunta que quedó flotando en el aire mientras el avión despegaba rumbo a Buenos Aires.

Una pregunta, por ahora, sin respuesta.­­­­

Comentarios