Vuelta al pago con la pluma y la palabra

Poco a poco, en el mes de la vuelta a clases, el ambiente se va calentando en el fuego lento de la campaña electoral. Los “maestros de la política y sus alumnos” quitan el polvo a los apuntes y comienzan a sacar frases y declaraciones tantas veces repetidas que tienen un lugar reservado en el museo de las antigüedades.

En tiempos de la generación Z, la mayoría de los dirigentes andan con la pluma y el repertorio de los Baby Boomers. Y tienen la espada escondida para darle estocadas a sus propios compañeros, correligionarios, camaradas, aliados o como quieran llamarle.

La sociedad cambió, una parte de los políticos se quedaron en la máquina del tiempo.

No es una crítica, es una reflexión fundamental en este 2023, que necesita de la política todo su caudal.

Casi el 70% de los argentinos y argentinas tienen sentimientos negativos hacia la clase dirigente y se confiesan decepcionados.

Hay un dato clave, que surge de la última encuesta de la consultora Zuban Córdoba y Asociados. El 59% de los jóvenes de 16 a 35 años tiene el mismo sentimiento, con emociones que van del enojo al desencanto.

Es importante destacar que esa franja etaria representa el 40% del padrón electoral.

Sí, señores y señoras de la política, leyeron bien. El 40% de los votantes, hoy, son jóvenes de 16 a 35 años.

Y para ser concreta, nadie les habla, nadie los escucha, nadie maneja sus códigos, y lo más grave es que la mayoría sigue con oratorias de hace 50 años, usando palabras desconocidas para las nuevas generaciones.

Lo correcto sería decir casi nadie. Porque algunos le encontraron la vuelta y tal vez no sean el mejor ejemplo con un discurso cargado de cierta violencia contra la “casta”.

La encuesta de Zuban Córdoba es muy interesante. El Frente de Todos es un espacio bien percibido por los jóvenes en materia de generación de políticas para sus pares.

Juntos por el Cambio no es considerado como una alianza que escuche a la juventud. Y en ese punto crítico aparece Javier Milei. Con su lema “la libertad avanza”, su rebeldía a la política tradicional y sus concepciones conservadoras en temas sociales.

Años atrás la izquierda era el espacio que captaba el ala juvenil. Hoy, es la derecha.

Para reflexionar.

En la intención de voto, el 30% de los jóvenes consultados se inclinaron por el Frente de Todos y un 5% por el peronismo no kirchnerista.

Atención, un 23% dijo que votaría por Juntos por el Cambio y un 23% por Milei.

Todo un dato para tener en cuenta. La izquierda se quedó en el pasado, parte de ella captada por el kirchnerismo.

Otra perlita de la encuesta, entre los varones consultados el 46% prefiere a Milei y el 56,4% de las mujeres prefiere a Sergio Massa.

Un mensaje para guardar.

Volveré, volveré

En una semana caótica de aperturas legislativas, incendios de pastizales, cortes de luz, amenazas a Messi, en la “Ciudad del conocimiento” hizo su entrada en escena “Sabemos”.

En su corcel, sin salir la luna, llegó el que nunca se fue en realidad. Eduardo Accastello con su traje de profe y su experiencia bajo el brazo, presentó junto a su discípulo Juan Pablo Inglese un espacio para “escuchar”.

Quien quiera oír que oiga.  “Trabajamos con Juan Pablo en una idea de escuchar las iniciativas que tengan los vecinos, la mayoría son profesionales, empresarios, comerciantes, gente independiente de la ciudad, para poner en marcha a una Villa María poderosa”. Palabras del tres veces intendente de la ciudad y hoy ministro de Industria de Juan Schiaretti.

Hace pocos días, el propio Eduardo lanzó la campaña en la región de “Schiaretti presidente”.

¿Eduardo quiere volver al Sillón de Viñas? Ajústense los cinturones.

No es fácil entender al peronismo. Y mucho menos para los jóvenes de la generación Z.

“El peronismo no se aprende ni se proclama. Se comprende y se siente. Por eso es convicción y es fe”, dijo Evita es uno de sus memorables discursos hace más de 70 años.

Discurso que no está incorporado en los millenials y centennials.

Los jóvenes siguen estando fuera del mapa político.

Sin embargo, dicen que el gobernador lanzaría en los próximos días otro Programa Primer Paso. El problema es que entran entre 10 mil y 15 mil, y la mayoría queda afuera.

Pero, todo es posible en la dimensión des-conocida.

Un médico por aquí

En esta carrera de la pluma y la palabra se sumó el discípulo del profe Raúl Costa, conocido como el Raly.

El Raly, también peronista, le peleó la Intendencia a Eduardo en 2007 y perdió por unos pelitos. En los últimos días abrió su local partidario promoviendo la candidatura de “Manu Sosa”, que ya viene más que promocionada con carteles por todos lados.

En la calle Yrigoyen ya está el búnker de campaña con el apoyo de un reconocido profesional de la medicina: Sergio Vesco.

Seguramente, no faltó alguien que pensó “ya tenemos nuestro Facundo Manes”.

Vesco es el fundador, director y presidente de la Fundación para el Progreso de la Neurología, donde atiende a sus pacientes. Fue presidente de la Sociedad Neurológica de Córdoba.

“Estamos enormemente felices de sumar a un actor de la vida civil de Villa María, con vasta experiencia y con una visión que dará un fuerte impulso a nuestro espacio para terminar con la vieja política que gobierna nuestra ciudad”. Palabras.

Cada cual atiende su juego. Cada cual marca un pedazo de su territorio.

Es la política.

A criticar y criticar

Después de la apertura legislativa del intendente Martín Gill salieron los criticadores crónicos. Los que creen que todo pasa por pegarle al gobierno de turno y no mirar los errores de los espacios que apoyan.

A criticar, mi amor, diría el Indio Solari. En medio del quilombo (perdón por la palabra) salió el legislador del PRO y candidato a intendente Darío Capitani.

Logró prensa, pegando a Martín, con la frase más antigua del mundo: “Son promesas para aparentar hacer algo, para salir en los diarios, le falta muchísimo territorio y saber entender las prioridades de la gente, cuando, estando en función, su deber es conocer cada rincón de la ciudad”.

“No escuchan, solo hacen obras faraónicas para generar titulares en la prensa y la comunidad entera ya lo sabe, porque son los mismos vecinos quienes se quejan de un Estado municipal ausente”, dijo Darío.

Y otra vez, la palabra “escuchar”, eso que nadie hace porque todos hablan y hablan y hablan.

Y no se dan cuenta de que todo lo que hacen es usar la pluma y la palabra y jamás el oído.

Un breve cuento

Todos esperaban la gran disertación del Maestro. Allí estaban expectantes para ver qué decía y en qué los guiaba.

La conferencia concluyó en menos de un minuto. El Maestro entró y todo lo que dijo fue:

Estas son las cosas que acabarán con la raza humana:

- La política sin principios.

- El progreso sin compasión.

- La riqueza sin esfuerzo.

- La erudición sin silencio.

- La religión sin riesgo.

- El culto sin conciencia.

(Fuente: ¿Quién puede hacer que amanezca?, de Anthony de Mello).

El mismo Anthony de Mello escribió en uno de sus cuentos: “El silencio no es la ausencia de sonido, sino la ausencia de ego”.

Tal vez, los políticos de este tiempo necesitan hablar menos y escuchar más.