Entrevistas / Angel Manuel Sosa
“La grieta existe entre la clase política y la sociedad”
Le dicen Manu. Nació en Villa María el 9 de agosto de 1986. Tiene 37 años, es abogado, casado, con 1 hijo y 1 hija. Es presidente del Jockey Club y de la Fundación Planificando el Desarrollo Ciudadano. Le gusta hacer deportes y viajar. Le molesta la mentira. Después de años de participación en instituciones, hoy es candidato a intendente de esta ciudad por la alianza “Uniendo Villa María”
-Vos siempre tuviste una participación activa en la política institucional de la ciudad, ¿qué sentís en este momento, qué te motiva a ser candidato intendente?
-Principalmente, cómo hacer el salto de la política institucional a la política partidaria es ver la realidad en la que habitamos. Creo que cuando uno es parte de la dirigencia de diferentes instituciones, como me toca y tengo el placer, uno se encuentra con cuestiones burocráticas en lo político que se pueden hacer de otra manera y a otra escala.
Entonces, vos podés trabajar de otra manera para generar grandes transformaciones en la ciudad.
Nosotros siempre decíamos en el club que nos encontrábamos muy alejados de la clase política porque la gestión actual de la Municipalidad no consulta a las instituciones intermedias. Y siempre pensamos que hay una gran potencialidad en las instituciones intermedias, porque son los que están al lado de los vecinos y ven la problemática de todos los días.
Eso nos invitó a decir de qué manera nos podíamos involucrar para hacer esos cambios y no terminar haciendo una política de bar, que es la de la crítica destructiva, que nos quejamos, que las cosas están mal, pero qué hacemos para cambiarlo.
Y ese es el paso que estamos dando, involucrarnos en la política, ser una alternativa diferente y que busque la representación de las instituciones intermedias y hacer un recambio y renovación en la generación política.
-¿Qué opinó tu familia cuando le planteaste que querías empezar este camino?
-Bueno. Principalmente, siempre uno trata de charlar en la casa y buscar el consenso para llevar adelante estos desafíos. Me pasó cuando pasé a ser presidente del club y el Jockey de Villa María tiene más de cien empleados, más de mil socios y es una demanda muy fuerte en un trabajo que es ad honorem. Y en ese momento también nos sentamos con mi mujer, con Marcela, que es una gran compañera y charlamos sobre la crianza de nuestros hijos porque son chicos y yo trato de ser un padre muy presente.
Y hoy, cuando nos sentamos a enfrentar este nuevo desafío, también conversamos sobre los “pro y los contra” y ella entiende que yo tengo una pulga en el cuerpo(risas) que siempre me invita a participar y ver de qué manera podemos mejorar la sociedad que vivimos.
Y ella me conoce así y sabe que soy un participante activo y entiende que me movilizan buenas ideas y buenas intenciones.
-Vos venís de una familia política, naciste en la cuna de un hogar muy politizado
-Bueno, uno por su formación familiar conoce lo que es la política. Pero cuando uno conforma una nueva familia es diferente. Marcela no tenía relación con la política.
Para uno se le hace más fácil porque mi padre militó hasta 1999, yo en ese entonces tenía 13 años. Me formé escuchándolo, haciendo política.
-¿Lo acompañabas?
-Sí, las cosas de chicos, acompañándolo a una reunión, a un acto. También la política en esa época era muy diferente en muchas cuestiones. La sociedad ha evolucionado tanto que hoy hasta la política es diferente.
Pero creo que esa formación lo va marcando a uno en esa vocación de participar. Por el lado de mi familia, no y ahí hay que entender ese tire y afloje de como llevamos el consenso interno de la familia con este gran proyecto que creo que se va a dar. Tengo una gran expectativa en que nosotros vamos a ser Gobierno y van a ser muy grandes las responsabilidades a partir del 10 de diciembre.
-¿De niño pensaste alguna vez en ser intendente o tenías otros sueños?
-No, yo tenía otro tipo de ambiciones personales. Siempre me gustó trabajar desde otro rol, entendía que se podían hacer un montón de cosas desde otros lugares con menos exposición política.
Son esas pequeñas acciones que vamos realizando diferentes hombres y mujeres en nuestra sociedad que van generando cambios positivos y mejoras. Sí creo que a partir de mi madurez terminé entendiendo de la necesidad de la participación política porque los grandes cambios en la sociedad se hacen desde la política.
Cuando desde el Jockey llevamos adelante un merendero, teníamos 60 chicos y hacíamos un trabajo de deportes, apoyo escolar y veíamos la transformación de esos chicos en el corto plazo, decíamos ‘qué lástima que esto no lo podamos traducir para toda la ciudad, que seamos 20 o 30 los clubes que lo hagamos’.
Y después, la participación política empezó desde esta línea, desde acá podemos llevar toda esta transformación que se hace desde los lugares intermedios.
Eso es un gran desafío que nos hizo pegar este salto, vale la pena la exposición si el cambio va a ser para que mejoremos todos.
-Una de tus frases es “queremos una política diferente”, ¿A qué te referís con la palabra “diferente”?
-Hay dos o tres ejes centrales que hacen la diferencia entre el modelo de hacer política que tenemos las nuevas generaciones al de los viejos dirigentes.
Primero, una manera de hacer política más horizontal. Es decir, mucho más democrática. Estamos acostumbrados a líderes políticos que deciden todo y tiene un séquito de seguidores obsecuentes y no hay espacio de crítica y discusión política.
Todos vemos que hoy, tanto el PJ, Juntos por el Cambio, la Unión Cívica Radical, los partidos tradicionales, han entrado en crisis, porque se dejó de discutir qué modelo de ciudad querés y se ha pasado a la política de la rosca, quién va y quién asume poder.
Nosotros armamos los equipos técnicos y hoy somos 60, 70 personas que discutimos la ciudad que queremos.
Es una manera diferente de hacer política, empezar a involucrarse para discutir qué ciudad queremos para los próximos 5 o 10 años.
Segundo, cambiar los valores. Hoy, creo que una de las principales críticas de la sociedad a la clase política es la corrupción, por la falta de transparencia. Nosotros creemos que se hace una política diferente transparentando el 100% de las gestiones públicas.
Hoy, notamos que la política está alejada de la sociedad, está alejada de las instituciones intermedias, está alejada de los vecinos; ese divorcio que hay entre la sociedad hace que la sociedad no se sienta parte.
Nosotros necesitamos que los ciudadanos entiendan el valor que tiene la política para hacer los cambios profundos que se necesitan.
La gente ha perdido el interés en participar.
-Lo demuestran no yendo a votar
-No va a votar; desde la vuelta de la democracia, la gente va cada vez menos a votar. Y eso es porque ha perdido la esperanza y no encuentra en el cuarto oscuro quien los represente. Pasa que, en los últimos 25 años, siempre son los mismos actores. Y esto pasa en Villa María, no digo que sean ni buenos, ni malos. Pero Eduardo Accastello, Nora Bedano, Darío Capitani, Braulio Zanotti, no digo que puedan ser buenos ni malos, pero hace 25 años representan a la sociedad como candidatos, o como funcionarios, o como legisladores.
Y seamos claros, hay una gran crisis económica y social que la política no ha sabido solucionar.
Por eso, la necesidad de hacer un cambio generacional y de actores. Y no digo que tenemos que ser todos jóvenes los nuevos dirigentes, pero sí digo que tenemos principalmente jóvenes con una visión totalmente diferente del mundo y aprovechando algunos actores de experiencia, pero que no tengan los vicios de la vieja política.
-¿Cuál es el estilo que vos creés conveniente para gobernar en este contexto, el diálogo, la mano dura, que vuele todo por los aires?
-Yo creo firmemente en la búsqueda de consensos y en la participación ciudadana. Hay dos principios que para mí marcan políticamente: uno, que tengan vocación de servicio y el otro es la participación ciudadana. Para eso es necesario que tengamos la capacidad de, aun pensando distinto, sentarnos en una mesa y encontrar consensos para construir una sociedad más justa, más igualitaria, más inclusiva.
Creo que la vieja política se ha encargado de dividir, por eso ha nacido esta mentada grieta, porque se lleva a la sociedad a los extremos, a esta filosofía de amigo-enemigo, a no dejar la crítica constructiva.
-De cualquier forma, hubo un momento en que todos los políticos comenzaron con vocación de servicio y esto del enemigo es de hace pocos años, porque si bien había antinomias se hablaba de adversarios en los inicios de la recuperación de la democracia.
-¿Sabés lo que veo yo?, que la clase política, para los vecinos, se venden como enemigos, pero cuando uno lo evalúa se da cuenta que no son enemigos, que son parte de lo mismo.
La grieta hoy existe entre la clase política y la sociedad.
Porque cuando hubo que votar temas centrales, todos los partidos votaron lo mismo.
En los temas trascendentales para la ciudad terminan todos del mismo lado de la grieta y del otro lado termina la sociedad.
Y el gran enojo de la sociedad es que está descubriendo esto.
Por eso entendemos que hay que desburocratizar la política, abrir los espacios.
-¿Cómo se resuelve esta grieta a la que vos te referís, reduciendo funcionarios, solamente?
-Para mí, involucrando a las instituciones intermedias. La reducción de funcionarios es necesaria. Más cantidad de funcionarios no hace que un Estado sea eficiente. Reducir funcionarios significa agilizar procesos y reducir el gasto público.
Además, nosotros pensamos en descentralizar a través de los consejos barriales con las instituciones que ya están trabajando en cada barrio. Son los ciudadanos que, junto con la política, van llevando adelante esas transformaciones.
Generando espacios de participación ciudadana vamos a cambiar la forma de hacer política.
-Las elecciones locales siempre son diferentes, pero vos a nivel nacional ¿Tenés afinidad con algunos de los candidatos?
-A nivel personal, no me siento identificado con ninguno de los actores que se postulan a la Presidencia. Pero en Uniendo Villa María tenemos integrantes que acompañarán a Massa, otros a Bullrich, otros a Milei, otros a Schiaretti o algunos que no acompañarán a nadie.
Eso nos da valor, porque pensando diferente a nivel provincial o nacional podemos sentarnos a debatir que ciudad queremos. Eso habla de una madurez enorme en un espacio que es joven, pero muy maduro para poder discutir políticas.
-Si ganaras las elecciones, ¿cuál sería la primera medida que tomarías?
-Generar una auditoría externa para decirle a los vecinos cómo recibí la ciudad. Principal medida, transparentar. Como segunda batería de medidas, la creación de consejos barriales por área, la creación de un programa cooperativo para viviendas y la modernización del sistema primario de salud.
-La última, ¿te ubicás ideológicamente en algún partido político?
-Soy afiliado peronista desde los 18 años, por tradición familiar. Hoy por hoy, si bien respeto muchas cuestiones del peronismo, creo que mi formación se ha vuelto muy transversal. Sí, creo en la justicia social, en esa justicia distributiva. Hay cuestiones que me vinculan al peronismo o al radicalismo de su base.