Entrevista con Miguel Olaviaga

“El sector puede ofrecer mucho más al desarrollo de la Nación"

La figura del presidente del Grupo GESTA se ha convertido en sinónimo de economía social en la ciudad. El exlegislador y excandidato a vicepresidente de la Nación mantuvo en los últimos días una serie de reuniones con actores preponderantes del asociativismo
lunes, 6 de mayo de 2024 · 08:40

-¿Cómo definiría el momento actual del cooperativismo y el mutualismo en el país?

-Podríamos decir que hay dos debates. Uno tiene que ver con el sector, que sigue expresando, como históricamente lo ha hecho, que en tiempos de crisis, estas organizaciones colectivas, como lo son mutuales, cooperativas y otras sin fines de lucro, sirven para conservar espacios de protección para los sectores más necesitados. El sector también se proyecta como una herramienta que está siendo vista como una fortaleza al momento de encarar males como la intermediación, la manipulación de precios, la voracidad rentable y otras defecciones que tiene el propio mercado. Paralelamente, hace pocos días, como consecuencia de la presencia de este nuevo Gobierno, se han exhibido una serie de denuncias que pretenden poner de manifiesto que hay poco apego al cumplimiento de aspectos formales, orgánicos y legales de instituciones tan importantes como son las cooperativas de trabajo y demás. Yo creo que hay que separar muy bien aquellos aspectos que tienen que ver con la aplicación de normas y el desarrollo del sector. Está de manifiesto que el movimiento ha ido madurando, que tiene injerencia en cuestiones muy sensibles en las actividades de intercambio de productos y servicios, y es evidente que la acción horizontal va empezando a encontrar alianzas, asociaciones, complementariedades en materia de desarrollo regional y local, algo que de cara al futuro va a ser una gran fortaleza. De manera tal que el momento actual está caracterizado por dos elementos: por un lado, ser un instrumento muy positivo para el desarrollo de los intereses colectivos y, por otro lado, ser observado por desviaciones que se puedan plantear en mutuales financieras en algunos lugares o por la falta de apego al cumplimiento de las cuestiones formales.

-¿Y la situación en la provincia de Córdoba, a partir de la creación de un Ministerio específico para el sector?

-Nuestra provincia fue pionera, en el año 1987, con el capítulo que incorpora en su mandato constitucional a las cooperativas y mutuales, las colegiaciones y la familia. Diríamos que, a nivel de provincias, es difícil encontrar una Constitución que tenga un mandato de este carácter, orientado al constitucionalismo social. Así que ahora, que en el ámbito estatal le sea asignado el rango de Ministerio, ratifica lo que Córdoba pretende decir a través de las reformas constitucionales, en el sentido de que el constitucionalismo social empieza a ser el paisaje de la provincia. De manera que se trata de un reconocimiento al sector, de un abordaje más específico para el sector y su incidencia en el producto bruto interno. Hay áreas como la del desarrollo de infraestructura, como la de la electricidad rural, los servicios públicos, el cooperativismo de consumo…, que necesariamente tienen que tener un abordaje jerarquizado en la estructura del Estado, para desde allí ir en busca de lo que se dice, pero no se profundiza, que sería un escenario de economía plural, donde participe el Estado, donde participe la economía lucrativa y el sector de la economía social. Por lo tanto, creemos que Córdoba está pidiendo pista en este sentido, porque esa estructura, más allá de los gobiernos de tuno, están siendo consolidadas para los tiempos venideros.

-¿Y en Villa María?

-La de Villa María es una situación particular. Si nos atenemos a la cuestión formal de la Carta Orgánica, inclusive a la determinación por el Legislativo local como municipio cooperativo, diríamos que tenemos todos los instrumentos para desarrollar un trabajo mancomunado entre el Estado y la economía social. Pero en esta cosa siempre está lo del vaso que para unos está medio lleno y, para otros, medio vacío. En las reuniones que mantuvimos en las últimas jornadas, con la presencia de Acabio, la presencia de la Cooperativa Obrera, la presencia del único banco cooperativo de Argentina radicado hace muchos años en la ciudad, quedó en claro que Villa María tiene en su ADN un mandato con una orientación del pensamiento hacia el lado de la economía social, tal vez por aquella histórica presencia, acá cerca, del pionero Juan B. Justo, allá por el año 1910. Y diría que tengo expectativa en el trabajo que hay que hacer de manera común, inclusive con la pequeña empresa. Creo que sería una herramienta para el crecimiento de Villa María en lo humano y en lo económico, si los sectores productivos como esas Pymes, el Estado y la economía social decidimos apostar a un gran proyecto para nuestra región. Evidentemente que tendríamos muchísima potencia.

-¿Cómo definiría la situación actual de la economía nacional en general?

-En la cuestión macro hay algunas insinuaciones alentadoras, por lo menos desde la difusión del propio Gobierno, en lo que tiene que ver con una línea descendente en el tremendo impuesto que es la inflación, las reservas… Esto tiene que ver con el gráfico del análisis del vuelo de lo que es la orientación. Pero, lógicamente, esto está sustentado en un programa de ajuste que es tremendo y ahí pasamos de lo macro a lo medio y lo micro, cuando uno se pone a pensar en las economías regionales e incluso en la afectación que tienen los sectores de ingresos fijos. Hay una cuestión que no está funcionando respecto a los trabajadores registrados, que son las convenciones colectivas, y cuando esto ocurre, cuando no existe ese ámbito en el que se discute la distribución de la renta, es algo que se debe dilucidar. Porque la situación de estrangulamiento económico que están teniendo las cajas provinciales y nacionales de previsión social hace que tenga que buscarse un escenario de recuperación del valor de las jubilaciones. Lo mismo pasa con los salarios, porque la evolución del costo de los servicios, alquileres, impuestos y de la alimentación ha sido tan desfavorable para el ingreso fijo con el nivel de inflación existente, que uno piensa que debe haber también una recuperación del valor del salario.

-En ese escenario, ¿cuáles son las dificultades y las oportunidades para el movimiento?

-Las dificultades son variadas y de distinto tipo. El sector tiene severas dificultades para lograr escala en distintas actividades, problemas de logística, no tiene asistencia a través del crédito; además, están las cuestiones tributarias… Y, culturalmente, no tenemos vocación de integración entre los propios actores. Pero las oportunidades están intactas, en la medida que nosotros tomemos esto como un modelo de gestión, con el atributo de sus transparencias, con su ejercicio democrático interno, con la perspectiva de poder actuar como complementarios, ir encontrando una personería convergente entre el cooperativismo y el mutualismo. Por ese camino creo que el sector puede ofrecer mucho más al desarrollo de la Nación. Las dificultades son muchas y las posibilidades también.

-Complementariedad y convergencia como la de GESTA con la Cooperativa Obrera, por ejemplo…

-En realidad, hemos hecho de la apertura un modelo de gestión. En GESTA convergen entidades de distinta naturaleza jurídica: una cooperativa, una obra social, un sindicato, una mutual, una fundación… Encontramos una forma de irnos reconociendo, de entender que el ropaje jurídico no debe ser una dificultad para encontrarnos en un trabajo común. En cada Asamblea se ponen a consideración de las entidades veinte o treinta convenios de reciprocidad, contemplados en el artículo 5 de la Ley de Mutuales, entre los que se incluyen los acuerdos con entidades de otro corte, como es la Cooperativa Obrera, con la que venimos trabajando desde hace mucho tiempo, desarrollando el aspecto societario. Y ahora se ha materializado en un acuerdo operativo que, bueno, incluye dieciocho contratos firmados para desarrollar el cooperativismo y el mutualismo en la provincia de Córdoba, el intercambio de mercadería, la transferencia de experiencia en el manejo de espacios comerciales superiores…, y todo esto, a nosotros nos da un aprendizaje adicional. Y creo que nuestro grupo, que originalmente fue un grupo de resistencia al autoritarismo, que nació en el año 1981, durante la dictadura militar, hoy entiende que la respuesta a muchos males es abrirse, sobre todo a los sectores del mismo carácter, al sector de la economía social. Creemos que todos los acuerdos que se vayan haciendo sobre niveles de escala, de utilización común de las estructuras, son una fortaleza. Diría que es incipiente lo que estamos haciendo. Lo tenemos que profundizar.

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