Opinión - Acerca del pasado reciente y lo que viene

Tenemos un nuevo presidente, tenemos una nueva oportunidad

sábado, 2 de noviembre de 2019 · 11:00

Escribe Omar Barberis (*) Especial

Alberto Fernández fue consagrado como presidente de todos los argentinos con una apreciable diferencia.

En un clima de absoluta tranquilidad, se enfrentaron dos proyectos de país, los mismos que tuvieron su origen en la crisis de 2001 y que han sido los responsables de la conducción del Estado nacional desde 2003, cuando en una especie de interna del movimiento peronista, Néstor Kirchner obtenía un exiguo 22,25%, detrás de Carlos Menem con 24,45%.

Todo estaba entonces para el balotaje, pero ante la posibilidad de la derrota, Carlos Menem desistió y Néstor Kirchner  obtuvo legalmente la presidencia.  Claro que nacía con una herida relevante.

Sospechado de ser un títere de Eduardo Duhalde, su padrino político; con un apoyo electoral exiguo, sin presencia política nacional, su legitimidad estaba en cuestión.

 

El trío

Se consagraba de esa manera un trío constituido por Néstor,  Cristina Fernández, su esposa, y  Alberto Fernández. Este último sería un destacado jefe de Gabinete del Gobierno de Néstor y Cristina, hasta que diferencias en la construcción del poder y luego de la muerte del líder presentara su renuncia y críticas importantes a la gestión de gobierno. El trío se disolvía.

Luego, la historia conocida. Errores, desprolijidades, desunión de las fuerzas que identificaban el frente nacional y popular,  hechos de corrupción juzgados, otros en proceso, situaciones críticas, abrieron el camino para el triunfo por mínima diferencia de Cambiemos. Claro que hubo aciertos importantes por parte de quienes acompañaron a Mauricio Macri, en especial  la campaña electoral  pensada y desarrollada  con frialdad y ejecutada con pasión, como sugería Durán Barba, el estratega electoral.

Cuatro años de gobierno de corte neoliberal, agravamiento de la situación económica existente, serios desaciertos en la política internacional y nuevamente el peronismo, constituyendo un frente que pretende ser mucho más que electoral: Frente de Todos.

 

Nuevo trío

Conducido por el trío recreado con la presencia de Sergio Massa (¿?), el frente constituido por numerosas fuerzas políticas y liderado por el PJ y el kirchnerismo se enfrenta con la responsabilidad de conducir al Estado argentino.

Paradójicamente,  el triunfo se produce en la fecha que marca la desaparición física de quien fuera un gran constructor de poder. De quien supo legitimar su gestión, con la relevante participación de su jefe de Gabinete, posibilitando la continuidad del proyecto a través de su esposa.

Y el trío recreado debe enfrentar una coyuntura con algunas semejanzas  que estuvieron presentes en 2003. Una profunda crisis económica caracterizada por el desempleo, una abultada deuda externa e interna y una suspicaz deslegitimación del presidente electo.

 

“Títere”

Nos atrevemos a señalar esto, pues se argumenta que “los votos no le pertenecen, son de ella”, “es un títere, elegido para poder ganar y luego ser manejado por su vice y La Cámpora” y otras afirmaciones semejantes.  Pretenden poner en duda su liderazgo. Desde la oposición,  desde los medios hegemónicos, incluso desde algunos sectores próximos.

Pero es difícil que un dirigente  con sólida actividad en el aparato de poder del Estado, con posturas claras y firmes  ante  actores de su propio espacio (su confrontación con Cristina Fernández) y otros  ajenos (Jair Bolsonaro por tema de Lula Da Silva), se preste fácilmente a jugar un rol tan pequeño e irrelevante.

 

“Pocas pulgas”

Hombre de pocas pulgas, de sólidas posturas, poco afecto a congraciarse fácilmente, tiene la responsabilidad de conducir al país es un momento sumamente complejo en lo interno y externo. Coyuntura que deberá enfrentar como examen decisivo, en el cual estará en juego su capacidad de moderar, negociar, acordar y construir un modelo de desarrollo sustentable que el país espera y reclama.

Quien habitualmente examina, hoy comienza a ser profundamente evaluado. Esperemos que la prudencia y la consideración primen en el espíritu de los evaluadores.

 

(*) Prof. titular de Partidos Políticos, Sistemas Electorales, Opinión Pública y Estudios Electorales UNVM, investigador Categoría II, doctor en Ciencia Política, magíster en Administración Pública, especialista en Gestión Educativa, licenciado en Ciencia Política

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