Carta abierta al intendente Martín Gill

Un impedimento es un impedimento

“No puede el propio interesado en pedir la licencia fabricar voluntariamente un impedimento para ejercer la función para la que fue elegido por su pueblo”
domingo, 29 de diciembre de 2019 · 11:00

Allá por el año 2004 concursé para el cargo vacante de jefe del Registro Automotor N° 1 de Villa María.

Después de varios meses de estudiar como descosida (porque es una materia muy específica y con muchos tecnicismos),  viajé a Buenos Aires a rendir uno de los exámenes más difíciles de mi vida. Escrito y oral.

Las bases del concurso decían que los postulantes debían domiciliarse a menos de 100 kilómetros del registro al que postulaban. Era un impedimento para quedar en la terna de los que obtuvieran mayor puntaje.

Entre 120 concursantes, quedé en el cuarto puesto. Los tres anteriores (integrantes de la terna) estaban comprendidos en el  impedimento porque se domiciliaban a más de 100 km.

Sin embargo y por más recursos y pataleos que hicimos, el gran jurado se pasó el impedimento por aquel lugar que ustedes se imaginan y ahí terminó todo.

Viene a cuento esta historia personal de una de las más grandes injusticias y decepciones que sufrí en mi vida, porque hoy se dio a conocer la siguiente noticia: el intendente de mi ciudad, Martín Rodrigo Gill, a quien yo confié mi voto para que renovara su mandato, estaría evaluando el ofrecimiento para ocupar el cargo de viceministro de Obras Públicas en la Nación y para eso pediría licencia en el cargo de intendente, y su puesto sería ocupado por otro ciudadano a quien nadie votó para ejercer esas funciones.

Dicen que la Carta Orgánica Municipal (COM) lo permite. Esto es falso.

La COM dice que cuando “...el intendente tuviera algún  impedimento por cualquier razón para ocupar el cargo (...)”, pero los abogados sabemos que las leyes deben ser interpretadas conforme a las propias reglas dadas por el sistema jurídico (artículos 1 y 2 del CCCN) y en este caso, si interpretamos razonablemente la COM, cualquier persona con dos dedos de frente advierte sin mayor esfuerzo intelectual que el  impedimento debe provenir de un hecho externo y nunca de una decisión propia.

Vale decir, no puede el propio interesado en pedir la licencia fabricar voluntariamente un impedimento para ejercer la función para la que fue elegido por su pueblo.

Esto está claro como el agua clara. Por todo ello, señor intendente Martín Gill, no defraude a los villamarienses, aún está a tiempo de tomar el camino correcto. Saludos.

María Laura Rüedi

 

Repercusión en las redes

La noticia de que el intendente Martín Gill pedirá licencia en su cargo tuvo alta repercusión en las redes sociales desde el mismo momento en que trascendió la novedad, el jueves pasado durante la mañana.

María Laura Rüedi escribió la carta que se publica en esta página en su propio muro de Facebook.

El Diario le consultó ayer si tal posteo, que hizo público en su cuenta personal, podía ser compartido a través de nuestras páginas, algo que la abogada avaló.

1
2
0%
Satisfacción
0%
Esperanza
100%
Bronca
0%
Tristeza
0%
Incertidumbre
0%
Indiferencia

Comentarios