'Diálogo con los hombres de mi tiempo”

Los lectores también escriben Permítanme con ustedes una nota que envié a El Diario. Creo que fue allá por el 93, en reconocimiento a un grupo de hombres de bien, no importaban sus ideologías políticas y había un sentimiento de unidad y buenos propósitos. Ellos se reunieron para pensar en la creación de nuestra Universidad. Gracias a todos los que, a pesar de que parecía una utopía, apostaron al futuro. Universidad Nacional de Villa María, República Argentina, 1993. Había una vez un sueño... o el sueño de muchos y porque es verdad que “la unión hace la fuerza” convinieron en encontrarse todos en un salón blanco, que seguramente parecía más blanco por la buena y transparente intención: la UNIVERSIDAD NACIONAL DE VILLA MARIA. Así, con mayúsculas. Y a esa conjunción de sensibilidad y voluntades nos debemos unir todos en apoyo, yo, tú, él... nosotros, vosotros y ellos, conjugando así una realidad que nos toca vivir y que nos hace bien a todos los que creemos y queremos un futuro mejor para la generación en crecimiento y las por venir. También aquellos que ya no están, pero pensaron, tal vez como una “quimera”, en esta realidad y aquellos, los que tal vez no visualicen tan positivamente este proyecto y no alcancen a comprender su trascendencia, ya lo entenderán... pero nosotros “estamos” y esto nos obliga a un accionar, aunque más no sea apoyo y credibilidad. Cada hombre conoce sus necesidades inmediatas, es lo lógico y está empeñado en satisfacerlas. Esa lucha permanente por la supervivencia material y natural termina agotando las energías humanas y al final deja un vacío existencial si el hombre empeñado en su lucha no ve que por sobre las contingencias que plantea la lucha por la vida hay otro sentido que es trascendente, que es su “realización”. Los que creemos en la realización de los hombres queremos que nuestros hijos sean mejores que nosotros y sus hijos aún mejores que ellos. Pero para que eso ocurra y el conocimiento, el progreso y la capacitación puedan mejorar, hacen falta estos lugares, para que la juventud pueda crecer y desarrollarse. A los jóvenes: son el fruto del presente, pero también semilla del futuro. Sepan que creemos y esperamos de ustedes. Apuesten siempre a la excelencia, que las dificultades que seguramente encontrarán en el camino de la capacitación de sus carrera les demandarán esfuerzos y sacrificios, pero eso solo los fortalezca. Ustedes pueden y son capaces, que nunca les falte la voluntad de servicio y luchen por un mundo mejor. Con más paz y amor les comparto esta frase: “Como pensamos somos. Como somos actuamos y como actuamos son los resultados. La palabra mueve, el ejemplo conduce, pero solo el darse transforma”. P/D: gracias a mi querida nieta que me cumplió el sueño y me dio la alegría de verla con su guardapolvo blanco. Con mi gran afecto.

Horacio Peralta DNI 6.514.917