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El comienzo de la transformación

En vuestra edición del viernes 17 de mayo, el abogado Martín Gill, actual intendente de la ciudad, quien también se postula para ser reelecto en las próximas elecciones municipales y expresó: “Hace 20 años la ciudad comenzó vivir un tiempo de transformación. Y ha sido esta fuerza política la que con viento de cola y vientos de frente, siempre ha pensado en el progreso. Somos los que estamos aquí los autores de la mayor transformación de la ciudad de Villa María en toda su historia”.

Señor director, con estas frases me siento ignorado, me siento devaluado, siento que no se me tiene en cuenta como vecino de esta hermosa comunidad. Es una frase que me indica que la grieta también está presente en Villa María.

¿Por qué? Porque de mi parte puse muchas horas de trabajo, de dedicación personal, sin percibir ningún tipo de remuneración, para que Villa María tuviera los frutos que hoy recogemos hace bastante tiempo. ¿Acaso tengo que enumerar los hechos en los que participé y todavía participo?

1º) Después de la nefasta dictadura militar que azotó a la nación con miles y miles de desaparecidos, se inicia la reconstrucción de nuestras instituciones a través de un proceso democrático, que continúa su camino buscando consolidar una República (con división de poderes) para los tiempos de las nuevas generaciones, tanto a nivel nacional, provincial y municipal.

2º) Unos años más tarde, década de los 90, el poder político, conducido por la UCR, trazó líneas definidas a través de un Plan Estratégico que llevó a la ciudad como debe ser: polo industrial, comercial, de servicios, turístico y educativo de excelencia. Los primeros se consolidaron hace ya bastante tiempo. Su Fábrica Militar, su cuenca lechera, la metalúrgica, sistema energético, gasoducto troncal (década del 60), confluencia de importantes rutas nacionales y provinciales, su río, su balneario, dieron parte de su fisonomía que hoy se cosechan.

3º) Pero el empuje final, sea con viento a favor o en contra, lo dio la Ley Nacional 24.484, aprobada el 5 de abril de 1995, promulgada el 19 del mismo mes y publicada en el Boletín Oficial el 26 de abril, cuando se creó la Universidad Nacional de Villa María. Quiero refrescar la memoria del intendente, también exrector de esa alta casa de estudios, que existía, hacía siete años, una delegación del Ciclo Básico de la carrera de Ciencias Económicas de la UNC y también la UTN. Muchas personas brindaron su apoyo y trabajaron hasta lograrlo, formando parte de la Comisión Pro Universidad de Villa María. El poder político era entonces ejercido por el abogado Miguel Angel Veglia, quien convocó al Salón Blanco a políticos propios y de la oposición, a las instituciones educativas, industriales, comerciales y público en general para apoyar y desarrollar un programa que lograra el objetivo final: la Universidad.

Hace ya cinco años que Miguel no camina las calles y barrios de la ciudad, pero su espíritu y ejemplo siguen presentes. La función pública, primero, es un servicio; segundo, no debe ser motivo de enriquecimiento patrimonial personal; tercero, tiene un período acotado, no es eterna.

4º) Como final, si se me permite una sugerencia, la expreso. Hace falta una reforma parcial de la Carta Orgánica Municipal. Con la actual no hay la calidad institucional que Villa María se merece. Desde la arbitrariedad para convocar a elecciones, por la conveniencia de una persona que ejerce el Poder Ejecutivo, hasta algunos cargos que no cumplen con su cometido específicos. Las minorías ayudan al control y la transparencia de los actos de gobierno. Cuando piden informes deben ser contestados en tiempo y forma. Las DD.JJ. de los cargos políticos deben ser obligatorias. No se deben extraviar. Ello es una falta gravísima. Me parece que es el momento de convocar a una Constituyente, aprovechando las próximas elecciones.

Alberto Yáñez, exsecretario de Economía durante la gestión de Miguel Angel Veglia