​​​​​​​Opinión I - A propósito del cumpleaños de la ciudad

Villa María, la ciudad capital

miércoles, 25 de septiembre de 2019 · 10:30

Escribe: Raúl Costa
Exlegislador provincial

Septiembre siempre fue un mes especial para Villa María, y no solo por su fundación. En 1871, y por una semana, ésta, nuestra ciudad, fue capital de la República Argentina, episodio muy abordado por historiadores y memoriosos, pero poco tenido en cuenta por la mayoría, como si hubiese sido un hecho banal, espasmódico.

Lo cierto es que con solo cuatro años de existencia y menos de 500 habitantes, y por iniciativa de los diputados Santiago Cortines y Eduardo Costa, nuestra ciudad fue declarada capital. Villa Nueva tenía más de 3.000 habitantes, de modo que cabe pensar que había otras razones, además de las políticas, para tomar semejante determinación.

Muchas de esas razones seguramente tienen que ver con las que, aún hoy, hacen de este suelo un sitio excepcional. Su posición geográfica, absolutamente privilegiada; cercanía relativa con las principales ciudades del país; rutas nacionales e internacionales que la atraviesan de norte a sur y de este a oeste, y que facilitan el comercio tanto nacional como internacional; incluso razones climáticas, puesto que aquí se manifiestan claramente las cuatro estaciones, algo que se da en muy pocos lugares con tanta precisión.

Seguramente todo eso fue tenido en cuenta, aunque primeramente, lo que más sorprendió a quienes venían por acá, eran sus bosques, su vegetación, su tremenda fertilidad, fundamentalmente en las márgenes del río Ctalamochita.

Comenzaban los trabajos del ferrocarril, con la presencia de Dalmacio Vélez Sarsfield en el acto inaugural, representando al presidente Sarmiento, y la mayoría de ese puñado de moradores eran extranjeros, al punto que tres de los cuatro primeros intendentes que tendría la Villa lo serían: Viñas y Arines, españoles. Y Poretti, italiano, aunque nacido en Suiza, pero hijo de italianos. Y solo Silvestre Peña, un tucumano, mechaba su mandato en aquellos tiempos.

Aquel reducidísimo núcleo poblacional, de poco más de cien viviendas, la mayoría ranchos con techos de paja, y muy pocas de material y techos de teja o de chapas de zinc, se fue ampliando en progresión geométrica, y mucho de eso se lo debemos a nuestros precursores, Joaquín Pereyra y Domínguez, tal vez el más importante de ellos.

Lo cierto es que aquella semana de septiembre quedaría marcada a fuego en nuestra historia. Del 19 al 27 fuimos la capital del país. El 27 se vetó la ley, el 30 el Senado insistió en su aprobación, pero no se lograron los votos requeridos en Diputados, y allí acabó esa pequeña, pero importante, parte de nuestra historia.

El resto, lo que siguió, es más conocido y aún vivenciado por muchos de nuestros ancianos que aún recuerdan las transformaciones operadas durante el siglo pasado, por ejemplo. Lo cierto es que por muchas de las razones apuntadas y tantísimas otras que se han ido consolidando con el tiempo, Villa María es hoy para mí, sin ninguna duda, mi lugar en el mundo, una ciudad extraordinaria para vivir, y con un futuro excepcional.

 

Opinión II - Sobre lo que EPEC llama “inconvenientes”

Desmesura en facturación de la empresa de energía

Escribe: Juan P. Quinteros
Legislador provincial

En los últimos meses resultaron llamativos los reclamos crecientes a la Empresa Provincial de Energía Eléctrica de Córdoba (EPEC) como ante el Ente Regulador de los Servicios Públicos (ERSEP), de parte de usuarios de la  que advierten sobre numerosas irregularidades en la facturación del servicio, como, por ejemplo, la duplicación y triplicación de facturaciones del mismo período, la falta de acreditación de pagos efectuados, enormes desproporciones en consumos comparados mes a mes y, un dato por demás llamativo, el envío de facturas conjuntas y con vencimientos con escasos días de diferencia entre una y otra. Estos hechos son reconocidos desde la propia empresa que los califica como “inconvenientes en la facturación”.

Esto, que para EPEC son “inconvenientes”, generan en los usuarios la molesta tarea de tener que acudir a efectuar el reclamo ante la empresa, que en los últimos años cerró numerosos Centros de Atención al Cliente (CAC), que fueran anunciados como una forma de acercar EPEC al usuario y terminaron siendo un negocio demasiado costoso para la empresa de energía, que sin demasiadas explicaciones fueron cerrando de a uno. Mientras tanto, los usuarios deambulan entre EPEC y ERSEP en busca de respuestas que rara vez llegan.

Lo que más llama la atención es que no solo en Córdoba se cobra la tarifa más cara del país, sino que ahora están adelantando los vencimientos de los usuarios, llegando facturas con vencimientos que difieren, en algunos casos, de solamente 20 días de diferencia en facturas consecutivas. De esta manera, un asalariado mensualizado no puede hacer frente al pago de dos facturas de la manera en la está exigiendo esta obligación la empresa estatal.

Las irregularidades en el mecanismo de facturación se vienen observando nítidamente desde que EPEC decidió cambiar el sistema de medición de bimestral a mensual y quitar a los empleados que venían trabajando en esas áreas, la “toma de estados” para entregarla a empresas privadas, tercerizando la lectura de los medidores.

Asimismo, desde la misma empresa, su personal indicó que las áreas referidas a facturación habían sido “entregadas” a gerentes provenientes de la ex-Kolektor, lo que dejó en sus manos toda la base de datos de usuarios de EPEC.

Podemos recordar que entre octubre y noviembre de 2018, las facturas llegaban con grandes errores de lecturas, estimaciones por varios meses consecutivos, y a estos hechos se suma ahora la novedad de más de un vencimiento en un mismo mes, algo imposible de afrontar por los usuarios en este contexto de recesión que golpea al país.

Por todo esto vamos a presentar, por medio del Bloque de Encuentro Vecinal Córdoba, un proyecto de Resolución, en la Legislatura de Córdoba, para que el Ministerio de Servicios Públicos informe sobre estos “inconvenientes” y en especial sobre esta “modalidad” inédita en la manera de facturar, que desconocemos si se trata de un error de índole administrativo o una intención de recaudar de manera anticipada. Del mismo modo solicitamos que se le ordene a EPEC a que, en facturas consecutivas, exista un plazo no menor de 30 días entre los vencimientos, impidiendo que los usuarios se vean obligados a pagar dos facturas de energía en un mismo mes calendario.

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