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“El estacionamiento medido es una estafa pública”

martes, 22 de septiembre de 2020 · 08:59

Dije alguna vez que el estacionamiento medido en la ciudad es como el papel arrugado, por más que lo alises, nunca será igual. El actual Gobierno municipal se encargó rigurosamente de bastardear el funcionamiento de la concesión y hacer que este servicio se desnaturalice. Eso no quita errores no forzados por parte de Federación Mercantil en su momento, cuando decidió de modo unilateral romper la letra de la concesión y engañar al usuario cobrando una tarifa que no contemplara el tiempo real.

Hoy, con el servicio caído y a disposición del Estado, tenemos más que claro que la persistencia en esta idea no tiene como objeto ordenar el tránsito céntrico, porque medido o no el estacionamiento, sigue siendo una anarquía el tráfico local, lo que solo se agravará con el tiempo, siempre y cuando no se tenga la decisión política de trabajar en este tema entendiendo que los resultados solo pueden obtenerse a largo plazo. Entonces habrá que abrirse a disponer nuevas ideas y diagramar cómo queremos que se vea esta ciudad en los próximos 15 años.        

Pero en verdad, el Estado municipal no quiere reconocer las deficiencias administrativas, ya que sus arcas crujen de lo secas que están, y echar mano a cualquier recurso recaudatorio parece oportuno. Así como lo pretende el Ejecutivo es irracional, típico del fascismo en que los actos de gobierno son porque son, y se aplica el peso del Estado sobre los derechos particulares. No importa si se tributa por un servicio que no se da, porque que el Estado monopoliza la verdad. Para ello, cuenta con la propaganda y las pautas de algunos medios de comunicación. La crítica es, pues, imposible. "Todo en el Estado, nada fuera del Estado" era la frase de Mussolini que resume esta concepción. Sería más creíble disponer una tarifa cara, porque la idea es evitar la circulación automotor en la zona céntrica, entonces, allí sí tendríamos al menos un motivo.

Pero volver al fracaso es ofensivo para los villamarienses. Cobrar por estacionar en lugares de uso público sin que quien tributa o la comunidad reciban algo a cambio, es una estafa pública. No existe servicio, es como cobrar el aire que respiramos. Volver a lo mismo es una clara involución, por más que ahora se haga cargo el municipio, y máxime si a lo que aspiran las nuevas generaciones es a una ciudad más ecológica.

Las tendencias modernas desalientan el uso del automóvil o motocicletas, y promueven el transporte público sin gases polusivos. Por ende, alientan el caminar, la bicicleta, y/u otros medios alternativos apuntando a una sociedad que haga más ejercicio, y lleve una calidad de vida más sana. Por lo tanto debemos pensar en playas de disuasión, ingreso al centro de automóviles con patente par un día, impar el otro, y en todas las horas pico. Semáforos inteligentes, programados por fluctuación de tránsito. Bicicletas públicas y transporte público circular para llegar a las proximidades céntricas, etcétera.

También pensar en alentar centros alternativos en la ciudad, alienta la inversión privada y fortalece el progreso local. Una ciudad moderna nos espera y debemos debatir cómo alcanzarla, pero pagar por estacionamiento a la orilla de las aceras, es atrasado, recaudatorio, no ordena un carajo y huele a curro.

 

Juan Romeo Benzo

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