Opinión I

Otra mirada sobre la ciudad... y la política

domingo, 1 de agosto de 2021 · 08:30

Escribe Manuel Sosa
Especial para El Diario

En las próximas elecciones legislativas, vuelven a repetirse apellidos y caras de una clase política que considero le cuesta renovar ideas y formas innovadoras y transparentes de gestionar la cosa pública.

Esta idea refleja lo que muchos ciudadanos pensamos: “Existe una clase política que se encuentra alejada de la realidad”.

Reconozco el desempeño y trabajo desde la gestión pública que llevaron o llevan adelante dirigentes locales y provinciales en los últimos tiempos, más allá del tinte político que representan, pero figuras como Eduardo Accastello, Luis Caronni, Darío Capitani, Martín Gill, a nivel local, Mario Negri, Luis Juez, Alejandra Vigo..., a nivel provincial, solo por nombrar algunos actores de manera ejemplificativa, son el fiel reflejo de una clase política que optó por no oxigenarse.

Estoy convencido de que los tiempos que corren necesitan de una nueva clase política, con nuevas ideas y proyectos, que demuestre que la gestión pública se puede hacer de otra manera.

Se puede gestionar mediante ideas innovadoras, con políticas públicas de transparencia, conduciendo la gestión de una forma más plural. Pensando la construcción de las gestiones mediante equipos de trabajo más inclusivos y comprometidos con las demandas de los vecinos.

Es necesario que se creen espacios que permitan la participación y el desarrollo de los jóvenes, los que aportan frescura a la gestión de gobierno, es decir, una perspectiva diferente.

Acaso, ¿no es importante la opinión de los vecinos e instituciones locales en el desarrollo de nuestras ciudades?...

La sociedad se encuentra un tanto decepcionada con la conducta de sus dirigentes, que lleva a no querer participar o vulgarmente como se dice “a no meterse”. También creo que las elites gobernantes deben hacer un mea culpa, deben abrir los espacios y permitir que la gente se involucre, sea parte de las gestiones e incluso renueve el aire en los despachos de quienes toman decisiones, mostrando vías modernas para la transformación de la sociedad.

La reconstrucción del tejido social implica nuevas formas de gobernar, debemos empezar a construir lazos institucionales entre todos los actores de la vida civil. Profundizar el rol de las instituciones educativas, los clubes de barrio, las asociaciones profesionales y sindicales, el sector productivo, entre otros, que permitan pensar que ciudades y dirigentes queremos para el futuro, al respecto los gobernantes de hoy solo llegan a los anuncios para la prensa.

Estamos en una nueva época, una oportunidad que nace de la crisis política, económica y social que atraviesa no solo nuestro país, sino también el mundo. Por ello debemos refundar la clase política con nuevos dirigentes, nuevos valores, nuevos cuadros. Es la hora de fomentar la participación cívica en la gestión y en el control de actos de gobierno para desarrollar una democracia moderna que nos incluya realmente a todos y que permita una verdadera transformación basada en la justicia social.

 

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