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Palabras para Teobaldo

domingo, 6 de noviembre de 2022 · 08:30

Escribe Elvio Omar Toscano (docente e integrante de UEPC y APDH)

 

Amigo, hermano y militante, compartimos una vida intensa desde aquel tiempo en el que muy jóvenes nos encontramos en lo que es hoy la Catedral. Y a partir de allí, fuimos hilvanando una relación humana que en el tiempo se fue fortaleciendo y nos permitió vivir momentos intensos en la Acción Católica, en la política, como integrantes de la Democracia Cristiana, y en  el sindicalismo, participando en la Delegación San Martín de la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba, siempre compartiendo el pensamiento de  construir un camino digno y de esperanza.

Ese primer transitar por la Iglesia, compartiendo tareas de convivencia, de retiros espirituales, fue consolidando un espíritu solidario, una mirada de amor con aquellos que sufrían. Luego decidimos estudiar el profesorado y se nos cruzó en el camino Miguel Balussi, quien convenció al doctor Antonio Sobral para la apertura del Profesorado de Ciencias Políticas y Sociales.

Junto con el Negro Ponce y José Coschica integramos un grupo de estudio y la aventura en el patio de la casa de Sobral, en esa habitación en el fondo, donde todas las tardes nos dedicamos a leer, hacer planes y aquellas salidas nocturnas que vivimos intensamente.

Una aventura de vida, que nos llevó a fortalecer los vínculos humanos, nuestra ideología cristiana y luego la decisión de hacer política, con José Antonio Allende, Jorge Gentile y compañeros de la Villa.

El tiempo nos llevó por caminos diferentes, pero nunca faltó el encuentro para compartir el  café, la charla, el recuerdo, las vivencias en tu casa en Villa Nueva.

Cuando escribía el libro En Honor a la Verdad, nos encontramos una tarde completa contando anécdotas, entre ellas la de  cuando, con una nota y en nombre de la Democracia Cristiana, apoyamos la Revolución Cubana y compartimos un acto organizado por Dino Calvo, en el cine Premier, en la calle San Martín, en pleno centro de la ciudad.

Me ofreciste tu testimonio, generoso,  rico,  con poemas incluidos y con el repaso de las situaciones que vivimos en esto de andar de aquí para allá: la familia, tu hijo, historias muy personales y las de la escuela, el asedio de los militares a tu persona y aquel episodio con el padre Pedro Gottardi, a partir del cual descubrí y valoré intensamente lo que es la amistad, el compañerismo y el amor. Nunca nos reprochamos nada.

¿Qué pasó con Gottardi en el encuentro en 1976? Que vos le preguntaste: “qué vamos a hacer por Omar” y él te respondió: “Omar es subversivo”. Y vos, un tipo auténtico, le contestaste: “no, no lo es; lo que él hizo lo aprendió con ustedes, y entonces son ustedes los que tendrían que estar en su lugar en el Penal de Sierra Chica”.

Querido Negro, a partir de ese momento, mi situación cambió radicalmente en la cárcel. Luego, la libertad. Porque tus palabras a Gottardi habían sido contundentes, certeras. Él era íntimo amigo del capellán del genocida Menéndez... Y tus palabras me salvaron.

Quiero aprovechar este espacio que se me brinda para sumar el  reconocimiento de alumnos, compañeros de trabajo y de militancia gremial.

“Lamento mucho esta pérdida. Lo extrañaremos muchísimo. Que descanse en paz, querido profesor. El cielo se llenará de poesías y versos, y a nosotros nos queda la dicha de haberlo conocido y tratado”.

Víctor C. Becerra

 

“Que Dios lo tenga en la gloria. Hace más de 10 años recibió la medalla de los 50 años de afiliado. Un personaje único, el profesor distinto a todos, militante significativo y excéntrico. Va a quedar vivo en todos los corazones de quienes tuvimos el privilegio de conocerlo. Abrazo al cielo, Teobaldo”.

Prof. Carlos Andrada

 

“Homenaje a un obrero de la educación, que dedico su vida a la misma. Fue uno de los fundadores  de la Asociación de Maestros Argentinos, que luego, por su trabajo y de otros compañeros, se transformó en lo que es hoy Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba, entidad que no solo se dedicó a la defensa de los derechos de los docentes, sino a los principios de respeto por las diferencias ideológicas, religiosas y políticas;  participó en las gestiones, que luego se concretaron en un espacio físico, donde hoy es el predio de la UEPC. Lo defino a Teo con frases, que son de la oración por la paz de Francisco de Asís: ‘Señor, haz de mí un instrumento de tu paz. Que allá donde haya discordia, yo ponga la unión’”.

Emma Clemira Ceballos

 

Cierro este recuerdo, con lo que escribiste, en agosto del 2005, para el Día del Maestro, un texto que pone en evidencia tu compromiso pedagógico y con los compañeros y las compañeras:

“La educación es un fin en sí mismo, es la energía inicial para la autorrealización del ser humano integrado a la sociedad. La que despierta la conciencia de la responsabilidad,  la que forma las actitudes necesarias para la convivencia democrática, para el pluralismo y la aceptación de la diversidad cultural. Se impone la necesidad de un nuevo paradigma que rescate la mística de la educación y de los educadores, que se perdió como consecuencia de la deshumanización que acompañó al desarrollo tecnológico. Solo con una toma de conciencia se podrá salir de esta crisis ecológica, espiritual y social globalizada del siglo XXI. La educación es la mejor herramienta para lograrlo”.

Compañero, sin duda que cuando llegaste donde van los grandes, estaba mi querida esposa Hebe esperándote, tu amiga, con quien compartimos encuentros de intensa amistad.

Hasta la victoria siempre,  amigo del alma, Teobaldo Morales.  

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