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La respuesta excesiva de un violento al volante

jueves, 16 de junio de 2022 · 08:30

No es una novedad que el tránsito en la ciudad es cada vez más caótico y que el número de accidentes va creciendo, según lo marcan las propias estadísticas difundidas por los Bomberos Voluntarios de Villa María.

En la mayoría de los siniestros hay responsables o corresponsables con distinto grado de culpa, y muchas veces pueden incidir otros factores para que se produzcan, como falta de señalización, falla del vehículo, mal estado de una calle, pero, en general, no hay intención de lastimar entre quienes lo protagonizan.

Ahora, cuando una colisión se produce con total intencionalidad, deja de ser un accidente, para pasar a ser un hecho grave, y mucho más, si viene de la mano (o de la voluntad) de una persona que conduce el vehículo de un servicio público de pasajeros.

Y eso fue justamente lo que ocurrió en la noche del martes 7 de junio: un hecho grave, lamentable, incomprensible, violento y gratuito.

Alrededor de las 23.30 de ese día, me detuve en el semáforo de Alem y San Juan detrás de un móvil de la empresa Radio Taxi Villa María, y detrás mío se detuvo otro auto, esperando para circular.

Cuando el semáforo se puso en verde y habían pasado unos cuantos segundos, el taxi no arrancaba, entonces yo le hice seña de luces, en tanto que el vehículo que esperaba detrás mío le tocó bocina, lo normal cuando alguien no está atento al semáforo.

El taxi comenzó su marcha lenta y a la altura de las vías lo sobrepasé, en ese momento el taxista hizo un gesto de burla, me tocó bocina y puso las luces altas.

No le presté más atención, y me apuré para no tener que parar en el semáforo de San Juan y Sabattini, que alcancé a pasar en amarillo. El taxista aceleró, comenzó a perseguirme, cruzó el semáforo en rojo y, cuando bajé la velocidad en el lomo de la esquina de Sabattini para doblar en La Rioja, me chocó intencionalmente. Eso no fue todo, cuando me bajé para increparlo, me insultó y me amenazó con que me iba "a reventar" si le tocaba el auto.

El argumento a la pregunta de por qué me había chocado fue: “si total, al auto no le hice nada”. Para su mentalidad inversamente proporcional a su robustez, haber hecho todo lo que hizo, era “nada”.

Tan a propósito fue el topetazo que le dio a mi auto, que cuando terminó la discusión, hizo marcha atrás, me esquivó y siguió de largo hacia la calle Salta. Es decir, nunca tuvo la intención de doblar por La Rioja.

Solo se trató de la respuesta excesiva de un violento al volante, para un hecho que no existió, porque nadie le hizo nada. Y, por supuesto, no voy a obviar que semejante acto de patoterismo tuvo lugar porque vio que quien conducía era una mujer. Muy distinta hubiese sido su conducta si quien manejaba era un hombre.

Lamentablemente, mi teléfono estaba sin batería como para llamar a la Policía o fotografiar y filmar todo lo insólito que estaba aconteciendo. El único recurso que me quedó, fue tomarle el número de patente.

Apenas pude, me comuniqué telefónicamente con la empresa de taxis, me respondieron que la elección de choferes corre por cuenta de la Municipalidad, no de la empresa.

Luego, por escrito, puse al tanto de esta situación no solo a Radio Taxi, sino también al director de Control de Transporte, José Luis Bernabé, y al secretario de Gobierno, Seguridad Ciudadana y Asuntos Legales, Eduardo Rodríguez, para que, a quien le corresponda, aplique las sanciones que correspondan y tome las medidas necesarias para que esto no vuelva a ocurrir.

Todo lo que expreso pueden comprobarlo observando la cámara instalada en San Juan y Sabattini, y rastreando la posición del GPS que obligatoriamente llevan los taxis. Así constarán que ese móvil estuvo detenido unos minutos en la esquina de Sabattini y La Rioja, alrededor de las 23.40 del martes 7 de junio.

Debo ser justa y decir que Bernabé se comunicó conmigo para hablar sobre los pasos a seguir. Más allá de las medidas que se tomen, la Municipalidad no puede tener a una persona que choca adrede y encima amenaza con golpear a una mujer, conduciendo el vehículo de un servicio público.

Marisa Oviedo

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