Opiniones - Debate
El justicialismo local recuerda a Perón en el aniversario de su muerte
El autor repasa los años previos a la llegada del líder justicialista al Gobierno, su desempeño, su exilio y su regreso para la segunda presidenciaEscribe Aldo Paredes* ESPECIAL
Con posterioridad a la caída de Hipólito Yrigoyen en 1930 (mediante el primer Golpe de Estado contra un presidente electo democráticamente), se abrió en el país una etapa de crisis generalizada con un marcado deterioro en la vida política (se acentúan el fraude electoral y las más nefastas prácticas en el ejercicio del Gobierno y el poder público.)
En lo económico, mientras tanto, se acrecentó el perfil de una economía primarizada con una injusta distribución del ingreso y condiciones laborales deplorables.
En ese cuadro, la situación de los sectores populares era paupérrima: sin acceso a cuestiones elementales en el orden laboral, del consumo, la educación, la cultura, etcétera, etcétera.
La oligarquía exhibía y ejercía un fuerte poder en todos los aspectos. Las ventajas de ese predominio iba en un único destino: el de las apetencias de la aristocracia terrateniente. Migajas quedaban para la incipiente burguesía nacional y desolación para los sectores populares.
Solo se puede contabilizar cierta resistencia de determinados sectores provenientes del comunismo, el socialismo y el anarquismo internacional, que resultaba más simbólico que efectivo, ya que se expresaba en escritos de una prensa casera con un alcance muy reducido y otros hechos obreros aislados y reflejados solo en alguna pequeña empresa.
Hasta allí, no existía expresión alguna de lo que sería el creciente movimiento obrero que cobró vida como gran sujeto histórico con la presencia y el accionar del entonces coronel Juan Domingo Perón.
El 17 de octubre de 1945
La extraordinaria gesta histórica del 17 de octubre de 1945 tiene determinados antecedentes que es preciso reconocer. Entre ellos, fue significativa la asonada del 4 de junio de 1943, que clausuró los gobiernos de la oligarquía y el “fraude patriótico” y acercó posiciones entre un sector nacionalista del Ejército y de la burguesía industrialista nacional, una simbiosis que abrió la posibilidad de sostener en conjunto al incipiente mercado interno y relativizar las inversiones inglesas y norteamericanas, que hasta entonces crecían a voluntad de los inversores.
Esa estrategia recogió verdaderos resultados en la preguerra y sus años posteriores.
Y a esa realidad no solo hay que verla a la luz de los porcentajes globales que se puedan exhibir, sino también, y especialmente, en la orientación y destino final que tenían esas inversiones en el ámbito de nuestra economía.
La lectura de todo aquello nos da una mayor fidelidad de lo ventajoso que resultaba la situación anterior para esas potencias y lo perjudicial que era para nuestro país.
Fue precisamente el advenimiento del gobierno peronista el que cortó ese funesto drenaje de recursos que ahora se volcaban al desarrollo nacional.
Y política y culturalmente sumábamos al nacionalismo la prédica antiimperialista que se constituyó en una importante y significativa bandera en toda la historia del peronismo.
Ello posibilitó que ilustres intelectuales de entonces enriquecieran al Movimiento Peronista con un acervo digno de sus valiosos pensamientos. Entre muchos otros, podemos ubicar a Arturo Jauretche, Leopoldo Marechal, John William Cooke, Raúl Scalabrini Ortiz, los hermanos Discépolo...
Podemos decir que esa genial y única simbiosis se expresó en la jornada del 17 de octubre de 1945 y en su cadena de impactos hasta nuestros días. Scalabrini Ortiz recordaba que “lo que había soñado e intuido durante muchos años estaba allí presente, corpóreo, tenso, multifacetado, pero único en el espíritu conjunto”.
Podemos afirmar que el 17 de octubre de 1945 fue el acto y el acta de nacimiento del Peronismo. Y el reconocimiento absoluto y perpetuo a su líder, Juan Domingo Perón.
El domicilio del Peronismo
Y es una visión permanente y única del pueblo en la calle. De allí que “el domicilio” del Peronismo y de cada militante es justamente la calle, lo público. Donde todo se muestra, nada se oculta y en las múltiples miradas brillan los corazones de una esperanza de vida mejor para todas y todos.
Pero el valor del peronismo y su integración como movimiento social y político no se refiere solo a los obreros, se extiende inequívocamente hacia todos los que trabajan, y requieren de un sistema que posibilite una movilidad social ascendente que premie su esfuerzo y sobre todo su insobornable adhesión a lo colectivo y la cooperación con los que menos tienen.
Por ello coexisten el Partido Justicialista, como instrumento y herramienta electoral y parte de la mediación política formal entre el Estado y la ciudadanía, y el Movimiento Peronista, que alberga a organizaciones de largo arraigo o espontáneas, a sectores políticamente independientes, extrapartidarios, expresiones del arte, de las ciencias, etcétera.
Tanto en uno como en otro se sienten representados los diversos sectores sociales que generosamente convocamos desde siempre a participar y enriquecer nuestras propuestas.
¿A qué debemos la vigencia y revalorización del Peronismo?
Se pueden dar diversas razones, pero creo que pesa enormemente en este resultado la identidad, la convicción, la mística y el amor por lo nuestro. Y fundamentalmente quiero resaltar que los militantes peronistas, y también sus simpatizantes, nunca fuimos colonizados, cosa que sí ocurre lamentablemente en determinados sectores de derecha en el mundo y en nuestro país.
La cooperación con los que necesitan una mano solidaria unió a Perón con Eva Duarte. Fue el desgraciado terremoto acaecido en San Juan, y desde allí, la bella historia conocida de un inigualable conductor político y una mujer que en pocos años fue refugio para responder a las necesidades populares hasta la entrega temprana de su propia vida, a la edad de 33 años.
Tamaño sacrificio se repitió con la conducta y la excepcional responsabilidad cívica del general Perón, cuando después de 18 años de ostracismo, regresó al país a edad avanzada y con su salud física mermada para ofrecerse como prenda de unidad frente a la situación de convulsión de la Argentina de los 70.
Y ejerciendo la Presidencia de la Nación (desde las elecciones de setiembre de 1973, en las que por amplio margen había triunfado), lo sorprendió la muerte, el 1 de julio de 1974.
Esta apretadísima síntesis pretende oficiar de homenaje y celebrar de recordatorio ante un nuevo aniversario del fallecimiento del general Juan Domingo Perón, hace hoy 48 años.
*Presidente del Partido Justicialista de Villa María
Acto en la sede del PJ. Para hoy a las 19 está prevista la realización de un acto en la sede del Partido Justicialista de Villa María, en la calle Mitre, entre Tucumán y Mendoza, según informaron desde la organización.