OPINIÓN

La importancia de tener un refugio natural y recreativo como nuestro río

Se termina el verano y llega el momento de los balances. Tal vez por diferentes razones esta haya sido una de las mejores temporadas turísticas para Villa María, sobre todo en lo que respecta al aprovechamiento por parte de los propios vecinos y al orden que mantuvo durante toda la temporada. Sin embargo, en los últimos días hemos escuchado algunas voces que se levantan para cuestionar la inversión, tanto de tiempo como de presupuesto, que se destina a mantener un espacio que es utilizado por cada ciudadano de la ciudad y visitado por miles de turistas.

Tengo el orgullo de haberme criado disfrutando del río y de la costanera. Aún hoy la camino todas las mañanas y disfruto de cada encuentro con viejos amigos de la infancia por las tardes en los bancos de nuestro barrio, donde alguna vez compartimos nuestras historias.

Por eso, ante esos comentarios me permito reflexionar sobre lo que significa para la ciudad, y cada uno de los que la habitamos, este verdadero pulmón verde y motor del crecimiento.  

Villa María se destaca por su actividad cultural y contar un entorno natural privilegiado.

Entre sus principales atractivos se destaca el río, que no solo forma parte esencial de la identidad de la región, sino que también es un punto de encuentro para quienes buscan un lugar para relajarse y disfrutar de la naturaleza.

La costanera de Villa María es una de las principales razones por las cuales la ciudad atrae a turistas de la región y el país, y el río, con sus aguas tranquilas, invita a disfrutar de paseos por sus orillas y disfrutar de las playas que han sido remodeladas y mejoradas en los últimos años, convirtiéndose en un importante atractivo.

A la vera del río, la costanera se extiende por casi 20 kilómetros y se ha convertido en lo que la arquitectura modera define como paseo lineal. Históricamente, fue uno de los principales lugares de esparcimiento para las familias locales. Todos los días, desde muy temprano a la mañana, cientos de personas disfrutan del paisaje y la tranquilidad para caminar, correr, andar en bicicleta o simplemente tomar un descanso disfrutando del entorno.

Los domingos, la costanera multiplica su actividad. Los amplios espacios verdes y la infraestructura hacen de este un refugio natural un sitio ideal para el ocio y las actividades recreativas.

Durante el Festival de Peñas, decenas de miles de personas de todo el país llegaron para convertir a la costanera en uno de los puntos más visitados de la provincia, transformándose en un punto neurálgico de la celebración. El crecimiento del turismo, tanto regional como nacional, puso de manifiesto la necesidad de mantener este hermoso lugar en condiciones óptimas.

La constante afluencia de personas exige un mantenimiento permanente y especializado en la infraestructura y los espacios verdes. Quienes desde toda la vida disfrutamos de este pulmón sabemos que es fundamental que el río y su costanera cuenten con un sistema de cuidado que garantice su sostenibilidad a largo plazo, asegurando que tanto los habitantes de Villa María como los turistas disfruten de un entorno limpio y cuidado.

En tal sentido, pudimos ver que durante la temporada se trabajó arduamente para implementar un plan de mantenimiento integral que no solo abarca la limpieza de los espacios, sino también la conservación del entorno natural. Este esfuerzo incluye la poda y cuidado de los árboles, la limpieza periódica de los senderos y el mantenimiento de los juegos infantiles, entre otras acciones. Además, se dispusieron nuevos espacios para el esparcimiento y la recreación, con el objetivo de satisfacer las necesidades de los vecinos.

Tener un espacio como la costanera de Villa María es un verdadero regalo para quienes tienen la suerte de vivir en la ciudad y las localidades cercanas.

Es un ícono de la ciudad donde, cada día, se puede respirar una paz que solo la naturaleza sabe brindar; por eso, el cuidado y la sostenibilidad del entorno también son prioridades, especialmente en lo que respecta a la costanera.

 

Daniel Climaco, exconcejal de la ciudad

Comentarios