Opinión - Día Internacional de la Mujer

Cada mujer, su propia versión de lo femenino

La Delegación Villa María del Colegio de Psicólogos realiza su aporte a la conmemoración de la fecha
sábado, 8 de marzo de 2025 · 08:41

El 8 de marzo conmemoramos el Día Internacional de la Mujer, una fecha que evoca la lucha por los derechos de las mujeres. La lucha femenina lleva más de un siglo en las calles, haciéndose cada vez más presente y masiva los reclamos, manifestaciones y voces en relación con los derechos humanos que nos competen. Esta lucha continúa con fuerza en los tiempos actuales con potencial llamado a hacer oír las peticiones sobre la erradicación de la violencia contra las mujeres en sus ámbitos interpersonales, el no silenciamiento de toda palabra pública y de la transmisión de saber, la no consagración a ser amas de hogar dueñas de sus esposos y amos de sus hijos, una sanción a las discriminaciones y la desigualdad de oportunidades a las que se encuentran sometidas culturalmente. Y, principalmente, a defender los derechos conquistados.

Tanto en la clínica como en conversaciones de encuentros cotidianos se escuchan voces de mujeres queriendo ser reconocidas, apareciendo en sus decires estos reclamos para ser hoy.

Históricamente, a la mujer le ha sido destinada como tarea el amor y la familia, y a los hombres más bien la guerra, la producción laboral y económica; estos roles han ido cambiando en la actualidad con los cambios en la producción y con los avances de la ciencia, pero también por la lucha de lo femenino. Por un lado, las mujeres hoy luchan por la igualdad de una forma contestataria y diría que aguerrida. Exigen abandonar ese lugar de objeto que parecía su destino por nacer con cierto órgano sexual. Salen a las calles para que las escuchen, las vean. Quieren poder decidir sobre su cuerpo, sobre ser o no madre. Quieren salir a las calles sin ser asesinadas. Entre los grupos humanos, la familia desempeña un papel primordial en la transmisión de cultura, en ella la mujer cumple la función de mamá, pero la maternidad se olvida bastante de la feminidad, como una máquina que reproduce hijos e hijas, sujeta a la producción de la especie, pero en ella, la mujer no puede unir amor y deseo. La apertura del deseo femenino está más allá del amor y la familia.

En base a esto es que estamos en un momento particular de la época, para preguntarse ¿qué lugar hay para las mujeres? ¿Qué es ser una mujer? Pregunta que se realizó Jacques Lacan.

En la actualidad, ante la caída de los ideales y la declinación de la función del nombre del padre, las mujeres encuentran diversos modos de resolver su pregunta sobre la feminidad. Al no encontrar un semblante rector ligado al género del hombre con la misma fuerza que antes, las mujeres se sueltan más fácilmente de esas identificaciones que decían cómo debía ser una mujer para un hombre.

Los casos de mujeres que se preguntan sobre cuál y qué lugar hay para la mujer hoy, sobre quiénes pueden ser, aparecen en las consultas clínicas buscando una orientación posible. El afecto que acompaña en ocasiones es la angustia; en otras, la liberación.

Marie-Hélene Brousse (2020) refiere que la cultura en la cual vivimos modeliza los lazos sociales, regula la relación del individuo con los cuerpos, dice qué modalidades del hacer con la vida están autorizadas en un cierto grupo, en determinado momento. Son imperativos con intentos de controlar la vida, definiendo roles sobre “qué es ser una mujer”- “qué es ser un hombre”. Categorías que se encontraban determinadas por una estructura más bien familiar, que desde tiempos pasados eran el de reducir mujeres a madres.

Va aconteciendo que la maternidad dejó de ser una obligación y un destino, siendo cada vez más posible una elección. Sucede una inversión del tradicional modo primero madre y después mujer, a ser primero mujeres que puedan elegir la maternidad; donde la maternidad ya no recubra totalmente lo femenino.

Un desafío posible es que la mujer que decida ser mamá pueda alojar una “no toda madre” que habilite una mujer deseante.

Para Lacan, no existe “la mujer”, no existe el universal que defina “la mujer”, sino que hay “las mujeres”, tomando cada mujer de una en una. Esta falta universal del lado femenino hace que solo exista el particular y su modo de posicionarse. La feminidad y la mujer es NO-TODA. No hay un único referente que pueda decir qué es ser una mujer y, por no contar con el universal, debe buscar hacer algo con eso que no tiene. Un llamado a la posición femenina es hacer con lo que no se tiene, con el imposible de saberlo todo.

Desde la práctica del psicoanálisis de la Orientación Lacaniana se sostiene la orientación por lo singular, haciendo objeción a lo universal en relación a la estructuración de los seres hablantes. Desde esta perspectiva se trabajará desde el dispositivo psicoanalítico para que cada mujer invente su propia versión de lo femenino, siendo siempre original, reconociendo el valor que tiene lo femenino como alteridad, como agujero, lo que no-hay, que, como tal, propicia un campo de invención.

El psicoanálisis no pretende formular enunciados normativos sobre los deseos y los modos de hacer que animan a las mujeres. Apunta al despliegue de otro discurso que brinde la posibilidad de una experiencia subjetiva, de un espacio que aloje su palabra y las escuche testimoniar, desde una relación transferencial que permita ubicar un saber no sabido sobre lo que consideran que es lo femenino, subversivas elecciones de vida, decididas en función de cada una.

Una invitación a que las mujeres de hoy se permitan pasar a una posición de deseo, acceder a la posición femenina de la mujer causa de deseo, haciendo lugar y alojando en sí cierto vacío. Una apuesta a un vacío que las convoque, a no ser totalmente colmadas por las exigencias que la época exige, introducir un más allá, un saber hacer algo con la falta, condición necesaria para que un deseo no sea anónimo, y responder una por una, de manera única, qué es una mujer.

Texto publicado en el blog “Del diván a la ciudad”. Ccepsi. Bellville. 2023

(*) Lic. en Psicología

 

Referencia

Barros, M. (2018) “La madre. Apuntes lacanianos”. Grama Ediciones.

Brousse, M.-H. (2020) “Lo femenino”. Ed. Tres haches.

Carraro, I. (2008) “Scoop o la astucia de Sandra”. En “De astucias y estragos femeninos”. Goldenberg, M. Serie PRAXIA. Grama Ediciones.

Grinbaum, G. (2022) “Unisex”. En Notas de niños “Diferencia sexual” N° 5.

Lacan, J. (1972-1973) El Seminario, Libro 20. Aún. Ed. Paidós, 2008.

Perassi, S. (2017) “Alteridad de lo femenino. Debates y perspectivas de la mano de Lacan”. En Lapso Nº1 “Lo femenino”.

Comentarios