Comercio exterior

Africa: una gran tierra de oportunidades para Pymes

La relación comercial entre la Argentina y el continente africano viene creciendo desde hace 20 años. Según el FMI, de las 10 economías que a mayor velocidad crecerán este año, seis están allí

Con más de 1.200 millones de habitantes, siendo el 17% mundial, y una población en expansión, Africa es un continente abierto a múltiples oportunidades, pese a que poco más de la mitad de sus países posee un PBI per cápita inferior a los U$S1.000, lo que restringe fuertemente la compra de bienes y, además, el continente presenta varios de los países más pobres del mundo. Sin embargo, de las 10 economías que a mayor velocidad crecerán este año, seis están allí, según el FMI.

Africa se perfila como el continente del futuro. Con una población en promedio muy joven, la región subsahariana se convertirá en la más poblada del mundo a partir de 2050, según datos de Naciones Unidas que proyecta 4.300 millones de almas en el continente para 2100 (casi el 40% global).

La relación comercial entre la Argentina y Africa viene creciendo desde hace 20 años. En los 90, el continente africano representaba el 2,5% del total comerciado con el país, en 2017 representó el 4,6%. En materia de exportaciones argentinas, hay un claro dominio del sector primario. Entre 2014 y 2017 el 45% del total exportado correspondió al sector sojero, seguido con el 30% del maíz, según la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA).

En 2017, informó El Cronista, el sector agrícola fue el 95% del total exportado a Africa, frente al 85% de la década de 1990, contrasta ese estudio. Grandes, medianas y pequeñas empresas argentinas buscan posicionamiento en una tierra de oportunidades.

 

Juventud, divino tesoro

Los fundadores de las tres empresas consultadas para esta nota no superaban los 40 años al momento de crearlas. Miguel Harnan, fundador de Rizobacter en 1977, tenía 35. Jorge Barisonzi, al frente de International Merchandising Solutions (IMS) desde 2004, 39. La misma edad de Adrián Ganin, cuando, en 2006, junto a su mujer Paula Andrea Correa, fundó Traweluwn. Son empresas que comenzaron prácticamente de la nada. En el caso de Traweluwn, una firma marplatense que procesa y comercializa principalmente pescado entero a distintos mercados, la inversión inicial consistió en dinero destinado para hacer un contenedor, a partir de ahorros con los que Ganin proyectaba construir su casa. La pareja estuvo mucho tiempo con dos trabajos y jornadas laborales de 20 horas.

La idea de fundar IMS, que diseña, fabrica y exporta exhibidores y mantenedores para alimentos frescos o elaborados a más de 30 países en Africa y América Latina surgió en 2001, cuando Barisonzi se abrió de Hussmann Latinoamérica, dedicada a la fabricación de Food Display y que lo había contratado, para emprender su propio proyecto. Con la mira en Sudáfrica, viajó hacia allá con lo que le dejó la venta de un auto standard. "Buscando contactos en el exterior, sacrificando tiempo con la familia y en viajes a Africa y Medio Oriente con culturas y hábitos diferentes", recuerda el directivo.

Barisonzi llegó al país africano sin contactos, alojándose en casas de familias a las que les alquilaba cuartos. "No me alcanzaba para hoteles", dice. Armó una lista de posibles clientes, sirviéndose de las páginas amarillas, a los que comenzó a llamar desde un locutorio. En una ocasión alquiló un auto, pero el presupuesto no le alcanzó para el GPS, por lo que se perdió en Johannesburgo. "Terminé en un restaurante que en sus manteles (de papel) tenía mapas de la ciudad dibujados: me salvaron", agrega. Rizobacter, que se dedica a la investigación, el desarrollo y la comercialización de insumos para el tratamiento de semillas, línea de fertilizantes microgranulados y adyuvantes de alta tecnología, tuvo un origen signado por la austeridad, pese al entusiasmo. "Pequeños ahorros y mucho sacrificio", resume los primeros años Ricardo Yapur, actual CEO y uno de los socios fundadores.

 

El lugar de Africa

Al pensar en su propio negocio, lo primero que proyectó Barisonzi fue la oportunidad que ofrecía Sudáfrica por su experiencia laboral. Hoy IMS exporta más del 90% de sus bienes de capital de alto valor agregado a mercados de América Latina y Africa. En este último continente, su mayor cliente es la cadena de supermercados Shoprite, el retailer más grande del continente, además de otras importantes cadenas y food retails del hemisferio sur como Cencosud, Coto, Tottus y Starbucks, entre otras. "Llevamos equipados más de 200 locales Shoprite en más de 15 países africanos", puntualiza.

Por su parte, Traweluwn exporta el 90% a objetivos africanos, a partir de 2007, a países como Camerún, Nigeria, Angola, Ghana. "En Africa hay un mercado muy consumidor de pescado entero", dice Ganin. En tanto, Rizobacter, en el ejercicio 2018-2019, exportó un 8,5% del total a países africanos. Desde 2010 la firma vende a Sudáfrica, y luego se agregaron Zambia y Kenya. Otros mercados que desea sumar son Mozambique, Malawi, Tanzania, Uganda y Costa de Marfil. "Africa es un continente estratégico para el futuro de la producción mundial de alimentos y con demanda de tecnologías como las que Rizobacter ofrece", subraya Yapur. De cara al año próximo, el objetivo en IMS es ampliar mercados en América Latina, en particular México, más allá de consolidar otras plazas, como Sudáfrica. Allí tiene un plan ambicioso con la cadena Chequers Hyper para el desarrollo de un concepto premium de supermercado orientado a un público de alto poder adquisitivo. "Ya inauguramos una tienda en el principal shopping del país (Sandton City) y para el año que viene proyectamos muchas aperturas. Cabe destacar que se trabaja sobre un concepto de elite apuntado a experiencias gastronómicas de primer nivel dentro de las tiendas", puntualiza Barisonzi.

Rizobacter, que facturó U$S 155,8 millones al cierre de 2018, espera continuar con el crecimiento, sobre todo ampliando la escala de negocios a nivel global. El objetivo para los próximos tres años es alcanzar los U$S80 millones en exportaciones, con miras en Brasil, su mayor mercado externo. Pero el panorama es aún más alentador. "Se abren oportunidades en el centro y este de Europa y en India, donde avanzan las restricciones para el uso de moléculas químicas", advierte Yapur. En cuanto a Traweluwn, este año adquirió una propiedad y la meta el que viene es ampliar cámaras y frigorífico para aumentar lo producido.

 

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