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Las hackathons como forma de comenzar a emprender

Son eventos a los cuales los programadores acuden para trabajar con el objetivo de crear un producto o idea útil

Escribe: Lic. Karina Costabello (*)
Especial para El Diario

“Hackathon” es una de las palabras más usadas en los últimos tiempos en el mundo del emprendimiento, sobre todo del tecnológico. Seguro que la has leído en algún medio online o has visto publicaciones en redes sociales en las que invitan a participar en este tipo de encuentros. ¿Sabés en qué consiste realmente una hackathon? Primero veamos de dónde viene ese término.

“Hackathon” es una palabra compuesta, una fusión de hacking y marathon. Este término podría inducir a error a aquellos que asocien la palabra hacking con delitos informáticos. Sin embargo, esta práctica delictiva poco tiene que ver con una hackathon: hacking, en este contexto, se refiere a la resolución de problemas técnicos de una manera innovadora y poco convencional. El enfoque de las hackathons es, por lo tanto, muy constructivo, ya que los programadores acuden a estos eventos para trabajar con el objetivo de crear un producto o idea útil. Tampoco el término marathon se ajusta a su significado convencional, ya que no se trata siempre de una competición en sí.

 

Cómo funciona una hackaton

Se forman equipos de diseñadores, programadores, desarrolladores y expertos en materias tecnológicas y colaboran para crear soluciones software ante un problema específico que se les plantea dentro de un marco de tiempo preestablecido. En unas pocas horas o días los participantes tienen que crear un código de software utilizable, lo que se traduce en una carrera agotadora para desarrollar aplicaciones. El objetivo es construir un prototipo funcional que pueda ser puesto en práctica para resolver una cuestión concreta, ya sea un sitio web, una aplicación, un análisis o un prototipo de robot.

Conocido también como hackfest o hack day, el evento ofrece a los participantes la oportunidad de trabajar online, colaborar con otros participantes y desarrollar sus ideas.

Las hackathons suelen enfocarse en una temática determinada, que a su vez influye en los participantes. En estos eventos suele haber conferencias de desarrolladores sobre tipos específicos de aplicaciones (para móviles, web, de escritorio, etc.) creadas en un lenguaje de programación específico sobre la API (interfaz de programación de aplicaciones) de un servicio concreto (Facebook, Google) o simplemente sobre un tema general. Algunas hackathons tampoco tienen una delimitación temática restrictiva: los equipos pueden dar rienda suelta a su creatividad. Muchas hackathons muy conocidas también están dirigidas específicamente a estudiantes o principiantes.

La forma más extendida de este tipo de encuentros es la que se realiza de forma presencial. Generalmente dura unas 24 o 48 horas, pero puede prolongarse durante varios días, y se agrupa a todos los inscriptos en pequeños grupos -normalmente de dos a cinco personas- para que desarrollen sus proyectos. Cuanto mayor es el tiempo, mayor es el nivel de exigencia para los programadores y desarrolladores debido al nivel de concentración que exige. Seguro habrás visto alguna vez las fotos de gente durmiendo con las cabezas apoyadas sobre los teclados de sus computadoras o comiendo fast food en sus mesas de trabajo, ya que no hay tiempo que perder y hay que buscar soluciones de manera creativa, eficaz y rápida. La falta de horas de sueño se recompensa con el gran ambiente que se vive en este tipo de eventos. A pesar del trabajo que supone lograr los objetivos marcados, el ambiente suele ser distendido entre los participantes porque, al fin y al cabo, lo importante es pasarlo bien.

Las organizaciones realizan hackathons para fomentar la resolución creativa de problemas, impulsar la innovación y crear conciencia de marca. Muchas empresas los realizan de forma interna dentro de su organización para involucrar a sus empleados y promover un entorno de trabajo colaborativo. Este es el caso de Facebook, Google, la NASA o Telcel. Aquellos que se realizan de forma externa ayudan a las compañías a encontrar y contratar profesionales con talento a menor costo que con los métodos tradicionales. En lugar de tener que atravesar largos procesos de entrevistas, las empresas pueden evaluar a los posibles candidatos por su desempeño en una hackathon. Además, si se consigue una buena sinergia entre los participantes, las ideas de los miembros pueden dar lugar a la formación de una nueva startup, como ya ha ocurrido.

Los logros individuales son importantes, pero lo es más la comunicación que se establece entre todos ellos. Por eso, para la comunidad educativa las hackathons son una experiencia muy interesante, ya que promueven el trabajo colaborativo, en equipo y está orientado a solucionar problemas. Todo el proceso de trabajo se convierte en una manera de aprendizaje. Es una gran experiencia de conocimiento.  La mayor ventaja que ofrece una   hackathon es la de ser una plataforma propicia para la innovación gracias al networking y al trabajo colaborativo. Las ideas que se generan en estos espacios pueden ayudar a las compañías a proporcionarles una mejor experiencia a los clientes y a mejorar sus ingresos.

En Estados Unidos casi todas las universidades organizan este tipo de actividades e, incluso, existe la Major League Hacking, una liga en la que los estudiantes compiten mensualmente. Para los participantes, este tipo de eventos son una plataforma perfecta para explorar nuevas tecnologías y trabajar en ideas que les apasionan. Las hackathons ya no están restringidas solo a la comunidad de desarrolladores o programadores, cualquiera que pueda ayudar a construir un producto puede participar en uno. Además, es una experiencia muy interesante para incluir en el CV.

Lo importante en esta dinámica de trabajo es tener una cultura abierta, un ambiente amistoso y grupos de gente diversos. El objetivo es estimular la creatividad, el trabajo en equipo y la innovación. Una hackathon es un espacio libre para la creación tecnológica, no hay límites.

La mayoría de las hackathons no cobran una cuota de participación, o bien la limitan a un mínimo que cubra los costos de organización. Esto se debe también al hecho de que muchos de estos eventos de programación se originan en la escena del código abierto o se sienten comprometidos con él. Por lo tanto, es probable que el mayor impulso para todos los participantes sea el trabajo conjunto para crear soluciones productivas.

Por último, pero no menos importante, algunos organizadores ofrecen a los participantes diferentes premios, ya que muchas hackathons están diseñadas como competiciones. En estos eventos, un jurado selecciona a uno o más ganadores después de la presentación de los proyectos finales.

Esta maratón es una gran oportunidad para aprender, sin importar si se es estudiante, emprendedor o empleado. Cualquiera puede ser parte de la experiencia: diseñadores, analistas de datos, editores, creativos o simplemente alguien con una gran idea. Además, no tenés que tener miedo a asistir a una hackathon por no tener conocimientos de programación, siempre se puede dar una mano en aspectos de diseño gráfico, documentación, corrección de textos, búsqueda de errores... En definitiva, de lo que se trata es de aportar lo que sabés hacer, aprender a trabajar de manera colaborativa y compartir conocimiento.

 

(*) Comunicadora social publicitaria del Estudio Moon Comunicación, Marketing y Diseño

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