Catorce años de prisión por violar a dos niñas de su entorno familiar

El camarista Félix Martínez le impuso ayer una sanción penal de 14 años de prisión de cumplimiento efectivo a un trabajador rural de Los Zorros que violó reiteradamente y durante mucho tiempo a dos niñas de su entorno familiar.

Se trata de Pedro Marcelo Ruiz (52), un tambero que fue declarado autor penalmente responsable de los delitos de “abuso sexual gravemente ultrajante”, “abuso sexual con acceso carnal” y “promoción a la corrupción de menores”, en todos los casos por hechos reiterados y “agravados por la calidad de guardador y por la situación de convivencia preexistente” con las dos víctimas.

Como los ilícitos son de instancia privada, el debate se realizó a puertas cerradas, por lo que no se permitió el acceso del público en general ni de los medios de prensa en particular a la sala de audiencias de la Cámara del Crimen de Villa María, donde se ventilaron detalles de los estremecedores episodios, los primeros de ellos ocurridos en el año 2001, según trascendió de manera extraoficial.

Además de Pedro Ruiz, también estuvo sentada en el banquillo de los acusados María Delcy Ruiz (70), quien fue absuelta por el “beneficio de la duda” en relación a tres hechos que se le atribuían como “partícipe necesaria de abuso sexual gravemente ultrajante”, “abuso sexual con acceso carnal” y “promoción a la corrupción de menores”.

Pudo saberse que la mujer es medio hermana del tambero (llevan el apellido materno), que es viuda y que al momento de los hechos por los que aquel fue condenado, ambos convivían en una finca rural de la zona de Los Zorros.

Además del juez Martínez, participaron de las deliberaciones el fiscal Francisco Márquez, la abogada olivense María del Milagro Fortuna de Ibarra y otro letrado de apellido Palacios.

Para conocer algunos aspectos del caso, principalmente aquellos relacionados con las condiciones personales del trabajador rural sentenciado, El Diario se contactó telefónicamente con su defensora, quien se negó a dar cualquier tipo información.

“No comparto cómo publican ustedes las noticias”, comenzó diciendo Fortuna de Ibarra a uno de nuestros periodistas para justificar su negativa a proporcionar datos de su cliente y luego, ya de manera enfática, calificó a este medio de hacer “prensa amarilla”.

La actitud de la abogada nos impidió conocer desde cuándo se encuentra detenido Pedro Ruiz y otros aspectos que suelen ser de interés público, aunque siempre resguardando las identidades de las víctimas.

Tres en suspenso

En otro juicio a puertas cerradas, pero de trámite abreviado, la jueza Eve Flores de Aiuto le impuso una condena de tres años de prisión de ejecución condicional a Germán Ezequiel Dellacecca luego de declararlo culpable de “abuso sexual simple” y “tenencia de arma de fuego de uso civil”, por hechos ocurridos en la localidad de Colazo y en Villa María.

Los tocamientos o manoseos impúdicos por los que fue condenado los cometió en perjuicio de una nena de 9 años, mientras que cuando la Policía allanó su domicilio por aquel hecho, secuestró una carabina que guardaba sin la debida autorización legal.

Dellacecca llegó a la audiencia en libertad y pudo mantener ese estado gracias a que la pena impuesta fue de ejecución condicional.

Del mismo modo que en el juicio a los hermanos Ruiz, el debate se realizó a puertas cerradas porque uno de los hechos es de instancia privada. No obstante, pudo saberse que intervinieron en las deliberaciones el fiscal Márquez y el abogado cordobés Marcelo Albera, quien estuvo a cargo de la Defensa.

Finalmente, cabe señalar que en el quinto piso de Tribunales estuvo presente la mamá de la niña abusada (denunciante del hecho), quien al darse a conocer el veredicto que le permite mantener la libertad a Dellacecca, profirió insultos a viva voz en contra del condenado por entender que volverá a abusar de alguna menor.

Segunda condena

En otro juicio de trámite abreviado, el juez Félix Martínez le impuso una pena de ocho meses de prisión de cumplimiento efectivo, con declaraciones de reincidencia, a Aquiles Agustín Poblete (20), quien confesó los hechos delictivos que se le atribuían.

El joven convicto llegó otra vez a juicio por un incidente ocurrido el 25 de enero del corriente año, cuando se le secuestró en su poder una moto que había sido robada en la vía pública. Al ser interceptado por efectivos policiales, Poblete se dio a la fuga, aunque fue aprehendido rápidamente.

Por esos hechos, en la víspera fue hallado autor responsable de “encubrimiento” y “resistencia a la autoridad”. Además del camarista mencionado, participaron de la audiencia el fiscal Márquez y del abogado defensor Jorge Bustos.

En materia de antecedentes, cabe señalar que el 7 junio de 2018, Poblete fue condenado a un año y seis meses de prisión efectiva por haber amenazado de muerte a una tía frente a su casa, en barrio La Floresta de Villa Nueva, donde le apuntó en la cabeza con un revólver luego de blandir el arma como si se tratara de un vaquero del lejano oeste.

En aquella oportunidad, el joven convicto reincidente fue declarado culpable de “amenazas calificadas”, “tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil” y “encubrimiento”.