Femicidio en barrio Lamadrid - Fue indagado en la Fiscalía de Instrucción del Segundo Turno

Quevedo se abstuvo de declarar

El hombre que está acusado de haber asesinado de varias puñaladas a Carmen Gómez, el pasado 5 de octubre, solo compareció sobre condiciones personales. Concluido el acto procesal, su abogado renunció a la Defensa argumentando problemas personales
sábado, 19 de octubre de 2019 · 10:17

Osvaldo Raúl Quevedo (58) se abstuvo de declarar en relación al femicidio de quien había sido su pareja durante 30 años, al ser indagado ayer al mediodía en la Fiscalía de Instrucción del Segundo Turno, a cargo de Juliana Companys, con Secretaría de Karina Maritano.

El jardinero fue traído desde el penal de Bouwer, donde se encuentra alojado, para hacer uso del derecho a defensa que le confiere la legislación con respecto al asesinato de Carmen Raquel Gómez (67), quien murió pocas horas después de ser apuñalada en el ingreso a una vivienda de calle Colabianchi al 500, en barrio Lamadrid, donde trabajaba cama adentro cuidando a una mujer mayor.

 

Toda la imputación

Quevedo está imputado como presunto autor de “homicidio doblemente calificado, por el vínculo y por violencia de género (femicidio)”, un grave delito que tiene como pena única la prisión perpetua. Asimismo, la Justicia le atribuye otros ilícitos, de menor entidad, pero que tienen relación con el crimen.

Por un lado, está acusado por un hecho de “amenazas” cometido el 19 de septiembre, cuando increpó a Gómez desde la vereda, diciéndole que si lo dejaba la iba a matar. Ese incidente derivó en una denuncia penal por parte de la víctima, tras lo cual la jueza Inés Mariel dictó una orden de restricción que le impedía a Quevedo acercarse o mantener cualquier tipo de contacto con la mujer.

En tanto, previo a consumar el sangriento y mortal ataque, el irascible jardinero incurrió en el delito de “desobediencia a la autoridad”, precisamente por haber incumplido aquella disposición judicial.

 

Renunció su defensor

Concluida la indagatoria, el abogado villamariense Daniel Volpe presentó en la Fiscalía un escrito en el que informaba a la autoridad judicial que renunciaba a la Defensa de Quevedo argumentando problemas de índole personal.

Antes de ser llevado de regreso a la cárcel de Bouwer, el femicida mantuvo una entrevista en la Alcaidía de Tribunales con la asesora letrada Silvina Muñoz, quien posiblemente asuma el lunes como defensora oficial.

 

Celos enfermizos

Más allá del silencio procesal adoptado por Quevedo durante la indagatoria (cabe recordar que la abstención es un derecho constitucional que le permite a toda persona acusada de un delito no declarar sobre el hecho que se le atribuye, sin que ello sea interpretado como una presunción de culpabilidad), desde un primer momento se supo que los motivos que llevaron al agresor a cometer semejante crimen fueron sus celos enfermizos y la negativa de Carmen de volver a formar pareja con él.

Tal como lo informó El Diario en su edición del domingo 6 de octubre, Quevedo y Gómez eran pareja desde hacía tres décadas, pero no convivían ni tenían hijos en común.

 

Puñaladas letales

El viernes 4 el hombre había concurrido al Salón de Ruiz y “alguien” le comentó que Carmen tenía otro novio. La versión que llegó a sus oídos no era nueva, ya que unas horas antes otra persona le había dicho algo parecido.

Quevedo se fue del local bailable poco después de las 5 de la madrugada y dos horas más tarde se hizo presente en el domicilio donde estaba pernoctando la mujer. Tocó el timbre y lo atendió Gómez. Hubo una discusión y, entre el porche de la casa y unos pocos metros hacia adentro, el irascible jardinero arremetió contra su expareja y le asestó varias puñaladas en el estómago que le ocasionaron la muerte unas cinco horas más tarde.

Carmen trató de defenderse, a tal punto que sufrió cortes en ambas manos, pero no pudo evitar que los puntazos que recibió en la región abdominal lesionaran el hígado, el riñón derecho y el intestino grueso, y la dejaran en gravísimo estado.

El violento episodio fue advertido por un vecino, quien de un grito logró que el agresor cesara en su brutal ataque y huyera del lugar. La mujer fue asistida por esa misma persona, quien llamó a los Bomberos, cuyo personal la trasladó hasta el Hospital Pasteur.

Desde el centro de salud informaron que la paciente presentaba “múltiples heridas punzocortantes en la zona abdominal que le ocasionaron severas lesiones renales y hepáticas que derivaron en un shock hipovolémico y, posteriormente, sufrió un paro cardiorrespiratorio en momentos en que se encontraba en el quirófano para ser intervenida”, y falleció alrededor de las 11 de la mañana.

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