Juicios abreviados - Pudieron recuperar la libertad al concluir las audiencias

Dos albañiles locales condenados por hechos de violencia de género

Uno se llama Mario Rodríguez y recibió una pena de tres años de prisión en suspenso. El otro es Santiago Prado, un boxeador al que le impusieron dos años, también de ejecución condicional. Las víctimas, sus respectivas parejas
jueves, 28 de noviembre de 2019 · 12:00

Dos albañiles villamarienses fueron condenados ayer por hechos de violencia de género, pero como las penas impuestas fueron de ejecución condicional, pudieron recuperar la libertad ni bien concluyeron las audiencias de debate.

Se trata de Mario Gustavo Rodríguez (38), alias “Carnicero”, y de Santiago Juan Prado (24), apodado “Zurdo”, quienes recibieron condenas de tres y dos años de prisión en suspenso, respectivamente, en sendos juicios abreviados realizados en la Cámara del Crimen local que fueron presididos por la magistrada Edith Lezama de Pereyra.

Rodríguez, nacido en esta ciudad el 9 de mayo de 1991, fue declarado autor responsable de “amenazas calificadas por uso de arma impropia”, “amenazas simples”, “daño y “desobediencia a la autoridad reiterada”, mientras que Prado, quien llegó a ser campeón provincial de boxeo, fue hallado culpable de “lesiones leves calificadas por el vínculo”.

En ambos casos se trató de la primera condena y los dos admitieron -cada uno a su turno- haber cometido los hechos de violencia física en perjuicio de sus respectivas parejas. Cabe señalar que, previo a las deliberaciones, el fiscal de Cámara, Francisco Márquez, había acordado con los abogados Sebastián Elía (Rodríguez) y Rodrigo Hayas (Prado) las penas que iba a solicitar en sus alegatos. Y en ocasión de emitir sus conclusiones, ambos defensores adhirieron a dichos pedidos.

 

Por varios hechos

Rodríguez estaba detenido desde el pasado 30 de julio (permaneció 120 días tras las rejas), luego de incumplir una orden de restricción judicial que le impedía acercarse o mantener cualquier tipo de contacto con su exconcubina.

Sin embargo, antes de ese episodio cometió otros delitos: el 12 de marzo de 2016, en la vivienda que por entonces ocupaba en barrio San Nicolás junto a su pareja, se produjo una discusión entre ambos y el “Carnicero” (tiene ese apodo porque supo trabajar como tal) tomó un palo de amasar y amenazó a la mujer, diciéndole: “Te voy a recagar a trompadas”, para luego golpearla en la cabeza y en la espalda, aunque sin lesionarla.

En tanto, en diciembre del año pasado, le arrojó un piedrazo al auto del nuevo novio de su expareja, ocasionándole un daño menor.

Además de la condena, que lo deja “en capilla”, el trabajador de la construcción deberá cumplir una serie de reglas de conducta, principalmente la de no acercarse ni mantener contacto con la víctima, y tendrá que realizar un tratamiento psicológico por su adicción a las drogas y otro para morigerar su irascible personalidad.

 

Lesiones calificadas

En el otro juicio, el “Zurdo” Prado compareció privado de la libertad por un hecho ocurrido el pasado 29 de agosto (estuvo 90 días entre rejas), cuando golpeó a su concubina -madre de su pequeño hijo- en momentos en que ambos se encontraban en un departamento interno ubicado en José Rucci al 400.

Durante una discusión la empujó y luego le aplicó una trompada en el estómago, motivo por el cual la joven radicó la denuncia y el pugilista fue detenido poco después.

Cabe señalar que la condición de boxeador de Prado no agrava el delito por el que fue juzgado y condenado, aunque suele decirse que los que desempeñan dicha actividad deportiva “tiene la mano prohibida”. En realidad, el hecho fue “calificado” por el vínculo que mantenían el agresor y su víctima.

Del mismo modo que en el caso del “Carnicero” Rodríguez, el “Zurdo”  Prado también tendrá que cumplir varias reglas de conducta (sobre todo, no acercarse más a su expareja) y deberá realizar tratamientos médico y psicológico por su adicción a las drogas y para controlar su irascibilidad.

 

El juicio a Uran en la recta final

Con la recepción de tres nuevos testimonios y la realización de una Cámara Gesell continuó ayer el juicio que se le sigue a Oscar Osvaldo Uran (60), un vecino de barrio Las Playas acusado de “abuso sexual agravado reiterado” y “promoción a la corrupción de menores”.

Para hoy está previsto que declaren otros dos testigos y luego alegarán el fiscal Francisco Márquez y la defensora oficial Silvina Muñoz, por lo que es muy probable que el juez Félix Martínez, que preside el debate, dicte sentencia.

Como los hechos que se procura dilucidar son de instancia privada, las deliberaciones se llevan a cabo a puertas cerradas, en el quinto piso del Palacio de Justicia local.

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