Falleció Jorge Eduardo “Zurdo” Ferreyra
Adiós al técnico de su propia vida
Fueron inhumados durante la tarde de ayer los restos del conocido técnico y locutor de Villa María, Jorge Eduardo “Zurdo” Ferreyra, quien falleció durante el pasado fin de semana en Villa María.
El especialista, de 69 años, que había nacido en la ciudad de Córdoba el 30 de agosto de 1949, por lo que se encontraba a punto de cumplir 70 años, fue encontrado sin vida en el interior de su vivienda, presuntamente con un traumatismo que sería producto de una caída.
El deceso del Zurdo Ferreyra generó numerosas y sentidas condolencias, toda vez que se trató de una persona muy conocida, que se brindó a muchos amigos y allegados.
A las 16.45 de la víspera, familiares y conocidos se concentraron en la sala velatoria en la casa central de la Empresa Paviotti, desde donde acompañaron sus restos hasta el cementerio parque La Naturaleza, en Villa Nueva.
Ferreyra, quien también fue un reconocido locutor local, tuvo múltiples intervenciones en los medios radiales de Villa María, donde se destacó no solo con el micrófono, sino que sobre todo, participó en el armado técnico de las distintas emisoras.
Precisamente uno de los medios en el que se desempeñó, Radio Centro, expresó “la congoja y el dolor” por el fallecimiento del hombre al que calificó como “autodidacta de la electrónica, de la música…autodidacta de la vida”.
En la mencionada emisora se lo destacó como “uno de los fundadores de Radio Centro, animador ferviente de los grandes conjuntos musicales villamarienses”.
El Zurdo Ferreyra también contribuyó con el soporte técnico de otros medios, no solo radiales, sino también como lo hizo con El Diario, donde junto a su estrecho colaborador, Luis Loudet, compartieron muchas horas de trabajo para tener siempre a punto la red.
Era técnico electrónico informático y dirigía la empresa denominada Zurdo soft, tal como se definía a través de su propuesta virtual.
Desde El Diario expresamos nuestras condolencias a sus familiares y amigos, a quienes acompañamos en este momento de dolor por la irreparable pérdida.
