Quince años de prisión para el fratricida de barrio Las Playas

La Justicia villamariense le impuso anoche una condena de 15 años de prisión de cumplimiento efectivo a Gastón Ezequiel Lesana (30), el hombre que mató a puñaladas a su medio hermano, Federico Adrián Acosta (41), en una vivienda de barrio Las Playas, luego de una discusión entre ambos por cuestiones de convivencia.

Lesana llegó al juicio acusado como presunto autor de “homicidio calificado por alevosía”, un delito que es reprimido con prisión perpetua por el Código Penal de la Nación. Sin embargo, durante las deliberaciones y en fallo unánime, los miembros del tribunal y los jurados populares concluyeron que, en base a los elementos de prueba valorados, el hecho debía caratularse como “homicidio simple”.

Previamente, durante los alegatos, el fiscal Francisco Márquez mantuvo la acusación original y pidió la pena máxima para el fratricida, mientras que la defensora oficial Silvina Muñoz solicitó el cambio de calificación legal y una sanción de 12 años de cárcel.

La segunda y última audiencia de este proceso oral (había comenzado el lunes con cinco testimonios) se inició poco después de las 15 con la declaración del médico forense de Tribunales, Gustavo Rodríguez, y posteriormente se incorporó por lectura el resto de la prueba colectada en el expediente que instruyó el fiscal René Bosio.

La Cámara del Crimen estuvo integrada por los jueces Edith Lezama de Pereyra, Eve Flores de Aiuto y Félix Martínez, a los que se sumaron los miembros del jurado popular.

Antes de pasar a deliberar para dictar sentencia, la presidenta del tribunal les concedió la penúltima y la última palabra a la esposa de Acosta y a Lesana, respectivamente. La mujer reclamó a viva voz que el fratricida debía ser condenado a prisión perpetua, mientras que Lesana dijo que no tuvo intenciones de matar a su medio hermano y que el hecho se le fue de las manos, tras lo cual pidió perdón.

Con una cuchilla

El homicidio se produjo alrededor de las 2 de la tarde del miércoles 25 de septiembre de 2019, cuando Lesana atacó a su medio hermano con una cuchilla de cocina, de 30 centímetros de largo, en la vivienda ubicada en Puerto Rico 3480, luego de mantener una acalorada discusión por motivos que no se pudieron determinar con exactitud, pero relacionados con la convivencia que ambos mantenían en la casa materna.

Gravemente herido y como pudo, Acosta se trasladó unos 30 metros hasta la puerta de un quiosco, donde pidió auxilio y se desplomó, mientras que el agresor huyó del lugar sin saber la suerte que había corrido su medio hermano.

Se entregó y dijo...

Un par de horas después Lesana se presentó en la Comisaría de Distrito local, donde le dijo a una funcionaria policial: “Vengo a entregarme porque acabo de apuñalar a mi hermano y acá te traigo todo. Acá adentro hay una pistola y un cuchillo, porque mi hermano quiso pegarme un tiro que no salió porque se le cayó el cargador y yo me defendí con una cuchilla… pasó hace un rato, atrás del Búnker, en una cortadita, en mi casa. Mi hermano se llama Adrián Acosta”.

En efecto, Lesana llevaba una bolsa en la cual estaba la cuchilla utilizada en el crimen y una pistola calibre 9 milímetros, marca Bersa Thunder, con la numeración limada.

Cinco puntazos

Con respecto a la víctima, la autopsia permitió determinar que recibió cinco cortes profundos en distintas partes del cuerpo (uno le produjo una gravísima herida en el hígado y otro le perforó el pulmón derecho) y su fallecimiento se produjo en el Hospital Regional Pasteur alrededor de las 18.20 del mismo día como consecuencia de un “shock hipovolémico”. Es decir, murió desangrado.

La necropsia realizada por el médico forense fue clave para que el fiscal Bosio acusara a Lesana de haber atacado a Acosta “por la espalda y a traición”.

Sin embargo, luego de analizar toda la prueba, los jueces técnicos consideraron que no se podía determinar con certeza absoluta que el ataque haya sido “con alevosía”, por lo que coincidieron con el cambio de calificación legal solicitado por la Defensa, aunque terminaron aplicando una sanción tres años por encima a la requerida por la asesora letrada durante sus conclusiones.

Podría obtener la “libertad condicional” en septiembre de 2029

Gastón Lesana nació en Villa María el 14 de octubre de 1990, es soltero, tiene un hijo que vive con su madre, lo apodan “Pato” y desde unos seis meses antes del fratricidio estaba viviendo con Federico “Nani” Acosta en la casa de la madre de ambos, lugar donde se produjo el sangriento episodio.

Detenido desde el mismo día de hecho, el fratricida deberá completar al menos 10 años en la cárcel (los dos tercios de la pena impuesta) para poder solicitar la “libertad condicional”, lo que no implica que se la concedan sin más trámite.

Con una pericia psicológica favorable y observando buena conducta, saldrá de la cárcel el 25 de septiembre de 2029.