Tremendo episodio de violencia en Rosario
Asesinaron de 10 disparos al jefe de la barra de Central y a su ladero
El líder del paravalanchas de Rosario Central y su hombre de confianza, Daniel “Rana” Atardo, fueron acribillados a tiros durante la noche del sábado tras el partido jugado de local ante San Lorenzo.
Pocos minutos después del ataque sicario en el que fueron acribillados Andrés Alejandro “Pillín” Bracamonte, de 53 años, y su ladero, Atardo (ambos en la imagen), de 55, arriba de una camioneta Chevrolet S10 blanca, comenzaron a circular mensajes de voz de testigos del doble crimen que tuvo lugar a pocas cuadras del Gigante de Arroyito. Lo curioso del hecho es que el líder barra brava canalla iba como acompañante en el vehículo y había dejado su Hilux SRX blanca estacionada en una estación de servicio ubicada a pocos metros.
Testimonios
“Estoy en shock todavía. Estaba al lado de la chata. Cuando los veo que vienen, me corrió a un costado. Tiraron tiros al aire y uno se apoya en una de las ventanillas. Le pegan al Pillo, que estaba ahí, y después al otro, que quiso salir corriendo, pero chorreaba sangre y quedó tirado en la calle. Ahí nomás empezaron a gritar. Pitito se llevó la camioneta con el Loco arriba, porque convulsionaba, pero tenía tiros por todos lados”, indica un mensaje de voz de WhatsApp que se hizo viral.
Las referencias brindadas guardan relación con lo que contaron otros testigos en otros audios. La alusión a Pitito es a Leopoldo Martínez, conocido bajo ese apodo, conocido por ser “el número dos” de la barra brava auriazul.
“Justo tuvieron que frenar porque ahí se junta la barra. Se estaban yendo y justo hubo congestión de autos. Dice que se arrimaron dos en una moto. Nosotros estábamos ahí, hablando. Uno mira para adentro, mete el brazo adentro de la chata y revoleó como diez tiros. Decí que ningún tiro pasó de largo, porque nosotros estábamos cruzando la calle. Fue raro, las luces de la calle estaban apagadas, no aparecía la Policía y una ambulancia siguió de largo. A la chata donde estaba Pillín se subió otro vago y lo llevó al Centenario. El Rana quedó tirado, lo cargaron y se lo llevaron”, añadió otro testigo.
En el Hospital Centenario, donde fallecieron Bracamonte y Atardo, los testigos apuntaron que los atacantes habrían sido “tres encapuchados” que se acercaron a pie la camioneta, dispararon y se fueron corriendo.
Según pudo saber, en la escena del doble crimen, la División de Homicidios de la Policía de Investigaciones incautó seis vainas servidas calibre 9 milímetros en la calle, mientras que encontró otras cuatro vainas adentro de la S10 donde se desplazaban las víctimas.
La S10 fue peritada por pedido del fiscal Alejandro Ferlazzo -donde se halló un cuchillo-, al igual que la Hilux SRX de Bracamonte, que fue encontrada estacionada en una estación de servicio Puma situada a pocas cuadras del ataque.
Pillín había sobrevivido a varios ataques desde que asumió la jefatura de la barra brava del Canalla. Pero hace un año y medio que investigadores judiciales tenían indicios de que lo querían matar para correrlo del manejo del paravalanchas.