Parricidio en Pozo del Molle - Tras la indagatoria, el fiscal René Bosio describió a Joaquín Tavella

"Se trata de una persona fría y muy manipuladora"

El parricida se abstuvo de declarar al ser indagado por el brutal crimen de su padre, hace poco más de un mes. En diálogo con elDiario, el instructor de la causa se refirió a la personalidad del acusado y opinó que no es inimputable

“En base a la amplia investigación practicada hasta ahora, puedo concluir que se trata de una persona fría, calculadora y muy manipuladora”.

La contundente frase pertenece al fiscal villamariense René Bosio y alude a Joaquín Tavella (34), el hombre que el pasado 4 de abril le asestó 63 puñaladas a su padre en la localidad de Pozo del Molle, luego de viajar desde la capital provincial para cometer el sangriento asesinato.

Al ser consultado por elDiario luego de que Tavella se abstuviera de declarar, el funcionario judicial informó que, en breve, el parricida será sometido a “una pericia interdisciplinaria, de fundamental importancia para determinar su imputabilidad”, ya que en un primer momento trascendió que padecería graves problemas psiquiátricos y de consumo de sustancias prohibidas.

“Ya decreté la pericia psicológica y psiquiátrica, que se va a realizar en la ciudad de Córdoba durante el mes en curso (en el edificio de Tribunales II, sede de la Policía Judicial), por lo que estamos esperando que se nos asigne el turno correspondiente”, explicó Bosio.

Cabe recordar que Oscar Joaquín Tavella (tal su nombre completo, aunque todos lo llaman Joaquín) dio muerte a su padre, el conocido médico generalista mollense Oscar Alberto Tavella (65), alrededor de las 2 de la madrugada de aquel primer viernes de abril en el interior de la vivienda familiar, ubicada en Urquiza 127 de aquella localidad.

La medida procesal dispuesta por Bosio se realizó por videoconferencia, ya que el homicida se encuentra alojado en el penal de Bouwer. Se llevó a cabo en la sede de la Fiscalía de Instrucción del Tercer Turno, ubicada en el primer piso del edificio de Tribunales, y también participaron el secretario Pedro Diana y la asesora letrada Ivana Castoldi, defensora oficial que asiste al acusado.

Joaquín Tavella está acusado como presunto autor de “homicidio doblemente calificado, por el vínculo y con premeditación”, un gravísimo delito legislado por el Código Penal de la Nación que tiene como única condena la prisión perpetua.

La pericia interdisciplinaria decretada por el fiscal será clave para que la ciencia determine de manera fehaciente si el parricida comprendió la criminalidad del acto que cometió aquella madrugada delante de su madre.

El fiscal y su secretario, Pedro Diana, conversan con un efectivo de Pozo del Molle, acompañados por el jefe de la Policía Científica, Ariel Fuentes. Fue durante la  misma madrugada del crimen. Detrás de ellos, la casa donde se produjo el sangriendo episodio (foto, Unidad Departamental)

 

El hecho, paso a paso

De acuerdo a la investigación realizada por Bosio y su equipo de trabajo, el jueves 3 de abril, alrededor de las 11 de la noche, Joaquín Tavella se hizo presente en la casa familiar, habitada por el médico y por Viviana Noemí Salvático, esposa y madre de víctima y victimario, respectivamente.

En base a los elementos de prueba colectados hasta el momento, el fiscal sostiene que el homicida viajó desde Córdoba capital (donde estaba radicado, más precisamente en una pensión) hasta Pozo del Molle “con la deliberada intención de terminar con la vida de su padre y de forma premeditada”.

Para ello, contrató a un taxista cordobés, identificado como César Daniel Gregori, a quien le pidió que lo llevara “rápidamente” a la vecina población, ya que su madre “había sufrido un infarto y se encontraba grave”, algo que no era cierto. El trabajador del volante llevó a Tavella en un automóvil Renault Logan y por dicho servicio le cobró la suma de 175.000 pesos.

Cuando llegó al domicilio mollense, tocó el timbre y fue atendido por su madre, quien al percatarse que se trataba de su hijo, intentó cerrar la puerta. Sin embargo, no pudo evitar que ingresara porque la empujó con violencia, ocasionando que la mujer cayera al piso (es discapacitada motriz por padecer esclerosis múltiple).

La negativa de Salvático a franquearle el paso a Joaquín tenía un sólido fundamento: la familia ya había sufrido episodios de violencia de su parte, a tal punto que la Justicia había dispuesto una restricción de acercamiento por ese motivo.

 

Un ataque brutal

Una vez que ingresó al inmueble, el agresor se dirigió al sector de los dormitorios donde se encontraba su padre, a quien interceptó en el pasillo que conecta la cocina con las habitaciones, ya que Oscar se había levantado al advertir que algo malo estaba sucediendo.

Y allí, sin mediar palabras y utilizando una navaja con hoja de un solo filo, de 2 centímetros de ancho por 12 de largo, lo atacó violentamente, asestándole reiteradas puñaladas en diversas partes del cuerpo (63 en total) que le ocasionaron la muerte en contados segundos.

Culminado el acto criminal, el parricida permaneció en la vivienda durante ­­­una hora, impidiendo que su madre se comunicara con la Policía o con algún servicio de emergencia, siempre bajo amenazas.

 

Falleció desangrado

Como consecuencia del brutal ataque, el médico resultó con múltiples lesiones vitales de origen punzocortante en el rostro (en la zona de los ojos), brazos y manos (lo que evidencia que intentó defenderse) y sobre todo en el pecho, aunque las heridas recibidas en la espalda, ocasionadas “post mortem” (es decir que lo siguió apuñalando en el suelo luego de fallecido), produjeron un gran compromiso vascular.

Las profundas lesiones ocasionadas en el flanco izquierdo del tórax ocasionaron un daño letal en el pulmón y el corazón de Oscar Alberto Tavella.

La autopsia practicada el 7 de abril por el forense local Gustavo Rodríguez determinó que la causa eficiente de la muerte fue “shock hipovolémico por múltiples heridas de arma blanca”. Dicho en otras palabras, el médico mollense se desangró.

 

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