En Salta también fue declarado culpable junto a sus cuatro cómplices locales
Segunda condena para Cositorto: ahora, 11 años
El fundador de Generación Zoe y la Universidad del Trading continuará detenido en una cárcel de aquella provincia. Todavía tiene que enfrentar juicios en Villa María, Rosario y Buenos Aires por los mismos delitosLeonardo Nelson Cositorto (55) fue condenado ayer a 11 años de prisión de cumplimiento efectivo, en la última audiencia del juicio que se le siguió en Salta al exlíder de Generación Zoe y otros miembros de la organización en aquella provincia.
Se trata del segundo revés judicial que sufre el creador de la Universidad del Trading en lo que va del año, ya que en febrero pasado, en un proceso oral y público de similares características, fue declarado culpable por el Tribunal de Juicio de la ciudad correntina de Goya y recibió una pena de 12 años de cárcel.
Luego de 20 audiencias de debate, desarrolladas durante casi un mes de deliberaciones (empezó el 29 de mayo), los integrantes de la Sala I del Tribunal de Juicio salteño, Martín Pérez (presidente), Leonardo Feans y Javier Araníbar, declararon a Cositorto autor penalmente responsable de los delitos de “asociación ilícita”, en calidad de jefe u organizador, y coautor de “estafas continuadas” en 118 hechos, y ordenaron que continúe alojado en la Unidad Penitenciaria local.
En el mismo fallo, los magistrados sentenciaron a los hermanos Ricardo Gabriel Isaac Vilardel (siete años de prisión efectiva) y Jorge Federico Vilardel (cinco años), luego de hallarlos culpables de “asociación ilícita” en calidad de miembros y coautores de “estafas continuadas”, y se ordenó la inmediata detención de ambos y su alojamiento en la unidad carcelaria Salta capital.
En tanto, Ana Lucía de los Ángeles Vilardel (hermana de los anteriores) y Vilma Griselda Albornoz recibieron penas de tres años de prisión de ejecución condicional (es decir, en suspenso) como partícipes secundarias de los delitos mencionados y recuperaron la libertad ni bien concluyó el juicio. Sin embargo, deberán cumplir estrictamente una serie de reglas de conducta si no quieren volver a la cárcel.
El perjuicio económico
La fiscal subrogante de la Unidad de Delitos Económicos Complejos (UDEC), Ana Inés Salinas Odorisio, llevó adelante la investigación penal y representó al Ministerio Público Fiscal en la audiencia de debate en la que quedó demostrada la responsabilidad de los acusados en el perjuicio económico ocasionado a los damnificados, cuyo monto exacto asciende en la actualidad a 776.834.153 pesos.
En los alegatos, Salinas Odorisio pidió una pena de 14 años de prisión efectiva para Cositorto, ocho para Ricardo Vilardel, seis para Jorge Vilardel, cuatro para Ana Vilardel, y tres años y seis meses para Albornoz.
La audiencia final se desarrolló en la Sala I del Tribunal de Juicio de la ciudad de Salta y fue transmitida en vivo a través del canal institucional de YouTube del Poder Judicial de la provincia norteña.
Los juicios que vienen
Cabe recordar que el fundador de Generación Zoe acumula causas similares en las provincias de Córdoba (la principal, aquí en Villa María), Buenos Aires y Rosario. En todos los casos, las acusaciones coinciden: se lo acusa de liderar una organización ilegal destinada a captar fondos bajo promesas de rentabilidad imposible, que solo favorecían a los organizadores.
En tanto, en la ciudad santafesina de Rosario y en la Justicia Federal porteña permanecen abiertas otras dos investigaciones desde 2022. En el primero de los casos, además de Cositorto, están imputados otros 10 supuestos cómplices, mientras que el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires dejó en pausa la investigación que había iniciado el fiscal Ariel Lijo hasta que fue convocado para asumir como juez de la Corte Suprema.
Preso hace 39 meses
Leonardo Cositorto, nacido el 17 de abril de 1970, está detenido desde el 3 de abril de 2022, cuando Interpol lo localizó en República Dominicana, país donde se había ocultado luego que la fiscal villamariense Juliana Companys ordenara su captura tanto nacional como internacional.
Una vez extraditado a la Argentina, en Villa María fue acusado formalmente de liderar una cuantiosa estafa piramidal en diferentes ciudades de todo el país, defraudando a cientos inversores por cifras multimillonarias.
Las actividades de Generación Zoe se extendieron por 17 países y habrían afectado a miles de personas en todo el mundo. En nuestro país, las provincias de Córdoba y Corrientes fueron particularmente afectadas por las maniobras, con numerosas víctimas que perdieron sus ahorros con la promesa de altas rentabilidades mensuales, en dólares.
“Ni una manta me dieron”
Antes de que el tribunal salteño pasara a deliberar para dictar sentencia, Leonardo Cositorto hizo uso de lo que se conoce como “última palabra”. Y en la oportunidad, con un tono desafiante y cargado de espiritualidad, denunció persecución, defendió su inocencia y aseguró tener “la conciencia tranquila”.
“Hoy cumplo 39 meses desde que fui detenido”, comenzó diciendo el exlíder de Generación Zoe, y a lo largo de una vehemente exposición ante los magistrados, cuestionó la validez de las pruebas presentadas por la Fiscalía de Juicio, tildándolas de “conjeturas y afirmaciones falsas”.
Negó la existencia de un ardid, refutó la idea de que su empresa fuera una estafa y sostuvo que no armó “ninguna asociación ilícita”.
Durante su intervención, hizo referencia a la “falta de pruebas de dinero incautado” y a “supuestas contradicciones” en los testimonios.
“Lo único que hay acá son conjeturas, afirmaciones falsas, mentiras”, añadió Cositorto y aseguró que fue “víctima de un armado judicial y financiero”.
“Rompí un poco el mercado financiero y se pusieron de acuerdo para sacarme”, afirmó luego, antes de señalar directamente a la fiscal Salinas Odorisio por supuesta difamación.
También cuestionó el trato que recibe en la cárcel de Salta: “Hace tres días que no me baño porque el agua sale helada; estoy aislado y ni una manta me dieron, señor presidente”. Y luego de denunciar que no le permiten hablar con la prensa, afirmó que “la sentencia ya está firmada de antemano”.
Con un tono místico, Cositorto aludió a una justicia divina: “Yo solamente apelo a que la constitución del cielo, donde todos somos iguales ante el rey justo y verdadero, y ahí no hay diferencia… condenar inocentes, como los cuatro que están acá, es un acto detestable ante Dios”.
“Estoy muy tranquilo con mi conciencia”, concluyó.