JAMES CRAIK - Un tatara sobrino visitó la localidad por primera vez

Un pueblo rendido a su historia

El tatara sobrino político de James Craik se convirtió en el primer familiar de quien da nombre al pueblo en visitar estas tierras y junto a un historiador aportaron certezas y revolucionaron la propia historia
domingo, 10 de noviembre de 2019 · 10:00

Guillermo Abel Santana Mackinlay fue recibido en el municipio junto al historiador Harry Charap. Visitaron las instituciones educativas de los distintos niveles de la localidad y dialogaron con los alumnos, junto al presidente del Concejo Deliberante, Oscar Ferradans (uno de los promotores de esta actividad). Visitaron lugares simbólicos, fueron a la radio para ser entrevistados, plantaron un árbol, descubrieron una placa, encabezaron un acto memorable en la estación de trenes, donde funciona el Legislativo craikense. Fue el historiador el primero en ser presentado y luego Mackinlay hizo su entrada con vestimenta tradicional escocesa de gala y haciendo sonar su gaita. Así, autoridades a las que se sumó la presidenta de la Agencia Córdoba Cultura, Nora Bedano y el pueblo de James Craik, entonaron primero las estrofas del Himno Nacional y luego el local, para dar respetuoso paso a que el invitado especial interpretara con su instrumento la canción insignia de Escocia. A la hora en que la formación de pasajeros que cada viernes atraviesa la localidad (21.45), las autoridades de Ferrocarriles Argentinos y de la Fraternidad hicieron su parte y antes realizaron una parada para colocar las banderas de Argentina, Escocia y James Craik en la máquina y los vagones. Los pasajeros ocasionales compartieron el momento y descendieron al andén, donde maquinistas y guardas se fotografiaron con el descendiente de Craik y fueron parte del histórico momento en que Aldo Carreras, el último jefe de estación local, volvió a colocarse su gorra y hacer sonar la campana para realizar el anuncio de partida del convoy. La Banda de Música de James Craik puso los acordes para que la tarde y la noche del viernes se convirtieran en un documental de la historia en vivo para la población. Míster Craik no era el ingeniero que muchas veces se dijo sino un empleado de rango que se fue mudando mientras avanzaba el tendido de las vías del ferrocarril en la Argentina, tal como lo había hecho antes en la India la firma británica, según dataron. Las autoridades craikenses reconocieron que hubo mucho trabajo de investigación histórica para rearmar un árbol genealógico después de más de 100 años. Todos coincidieron en que las tecnologías tuvieron mucho que ver, pero también agradecieron “a Dios y porque está claro que además los planetas se alinearon”. Todo sumó y generó emocionantes e inolvidables momentos y hasta contactaron a dos tataranietas de Craik que residen en Canadá y una de ellas dejó abierta la posibilidad para una visita en los próximos años.

Guillermo Mackinlay, vale decir, es licenciado en Psicología y vive en Buenos Aires. La señora de Craik era Mackinlay. En las charlas, confesó que había pasado por la ruta 9 algunas veces y se había preguntado quién sería este tal Craik, apellido que reconocía de ascendencia escocesa...

 

El presidente José Figueroa Alcorta firmó en 1907 el decreto para imponer el nombre de James Craik a la estación de trenes de Chañares. Se cambiaron los carteles en la parada, y el pueblo, por uso y costumbre, dejó de mencionarse con su nombre original y fue adoptando el de su estación.

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