“Es la primera actividad de muchas”

Durante los últimos días se llevó adelante un encuentro recreativo, lúdico y deportivo llamado “Ami-Jugando”. En el mismo confluyeron 10 escuelas rurales de la zona de Yucat, del Paraje Santa Rita (en cercanías de Tío Pujio) y de nuestra ciudad.

Tal espacio fue una interesante posibilidad para estrechar lazos entre instituciones. Todo esto fue organizado por el licenciado en Educación Física Gerardo Piva y la profesora Gabriela Brochero aprovechando la instalaciones deportivas de Tío Pujio.

Allí, durante toda la jornada, se hicieron diversas actividades por demás atractivas.

En diálogo con El Diario, Piva valoró: “Todo esto, generalmente, se realiza en las escuelas urbanas, pero las rurales quedan al margen siempre. Por eso nosotros diagramamos una actividad. También le agregamos una parte de teatro, entre otras”.

Respecto a tal acción que hace mucho tiempo no se llevaba adelante (y que para algunos fue inédita), el docente recalcó: “La idea es dar el puntapié inicial para que se haga todos los años. Es algo bastante lindo y fue entretenido. La gente tiene que saber que existe y se puede hacer todos los años”, recalcó.

Respecto a su tarea, el coordinador explicó: “Soy docente en ocho escuelas rurales, pero pudieron participar las cercanas por una cuestión de logística y transporte”.

“En ruralidad empecé a trabajar este año. Y yo observaba que en las escuelas urbanas participaban siempre (de este tipo de acciones) porque el Gobierno de Córdoba, el municipio y la inspección hacen muchas ”.

“Como empecé a trabajar acá (en el campo) y vi que estábamos al margen; entonces armé un proyecto, se sumó la compañera Gabriela Brochero que también trabaja en esto, armamos el proyecto, lo justificamos y le pusimos toda la logística”.

En ese mismo sentido, se calcula que hubo más de 90 niños que van desde los 4 hasta los 12 años.

“Hicimos postas recreativas, con entrada en calor en base a diferentes actividades; además jugamos al básquet, vóley fútbol”, relató.

En tanto, a los más pequeños se les dispuso otras alternativas “con aros, juego de relevos y demás. Incluso hubo hasta una parte de magia”, especificó.

Valorando las acciones, el entrevistado enfatizó: “Me pone orgulloso y me pone contento ver la sonrisa de ellos y que sepan lo que significa hacer actividad de este tipo”. 

“El año que viene, si sigo trabajando en el campo, voy a volver a hacerlo, no me cabe la menor duda. Y la idea es buscar un efecto contagio, que haya más gente y vaya alguien a ver la actividad”, apuntó destacando la ausencia de algún funcionario educativo.

La jornada fue tan auspiciosa que hasta muchos padres se acercaron, mate en mano, para ver a sus hijos divirtiéndose. “No pudieron ir todos porque muchos trabajan en cuestiones agropecuarias”, reconoció.

En tanto, Piva tampoco se olvidó de agradecer. De esa manera subrayó la tarea de su compañera, el municipio de Tío Pujio “que puso todo a disposición y a los alumnos de la escuela secundaria que también se hicieron presentes para ayudar y coordinar.

Comentando más proyectos, el profesional también mencionó que en Arroyo Algodón se encuentra trabajando con el agua, “su análisis y la potabilidad de la misma para su consumo”, pero eso es otra historia. “Se trata de llevar actividades para que haya una inclusión y una equidad”, cerró.