Fue una celebración inolvidable

Escribe Juan José Coronel Especial para El Diario

Desde hace tiempo que Hernando se preparó para vivir y disfrutar como lo hizo.

No solamente en el trabajo de meses previos, sino por la cantidad de personalidades que fueron llegando para contar cómo se vivían las horas previas y las actividades que se fueron desarrollando. Un claro ejemplo de ello fue Aldo “Lagarto” Guizzardi, quien el viernes transmitió en vivo desde la localidad manicera contando lo más importante de la fiesta, pero además de la ciudad que es un faro en la región desde lo económico y por eso en esa misma jornada se dio la apertura de “Exposición comercial, industrial, artesanal y de microemprendimientos” en plaza San Martín; también una disertación que hizo Alfredo Leuco y la Asamblea Anual de la Red Científica y Tecnológica del Maní Argentino, con el fin de apoyar el desarrollo y crecimiento del maní argentino.

Emociones puntuales

El sábado después del mediodía, y cuando muchos ya empezaban a preparar todo para llegar, una conferencia de Prensa del intendente Gustavo Bottasso anunciaba lo que temían: el festejo pasaba para el domingo por condiciones climáticas. “Se esperan lluvias desde las 20”, contaban los organizadores. Como si fuese a propósito, después de tanto tiempo sin festivales y sin shows debido a la pandemia, la lluvia llegaba de manera puntual para dejar en claro que había que esperar para disfrutar.

Ya el domingo la plaza San Martín empezó a armarse desde temprano, con los stands de comidas donde el maní fue el ingrediente principal, mientras que el paisaje también se fue armando de a poco esperando a Abel Pintos, que fue el plato principal.

Los encargados de abrir la velada musical fueron Los Giovos. El dúo de Río Ceballos formado por Facundo y Luciano -que llegó a los hogares gracias a La Voz Argentina por la participación del primero- continúan su carrera llenando de buenas versiones y de carisma en cada lugar que tocan. Tanto que hasta los “obligaron” a volver al escenario para seguir cantando.

La grilla continuó con la apertura de la noche central a cargo del Ballet Atahualpa Yupanqui, de  Cabrera, dirigido  Marcelo Urquiza. “Renacer” fue el nombre de la intervención artística, para representar el dolor de la pandemia y el salir de la misma, mientras toda la plaza aplaudía de pie y reconocía al personal del Hospital Municipal Dr. Pascual Tirro.

Luciana Irigoyen, la riocuartense que también participó en el reality de Telefe, fue la encargada de preparar todo para el número central. No solamente por cantar con una tremenda voz “Bailando con tu sombra”, el tema con el que Pintos fue reconocido en Viña del Mar, sino por hacer suyas canciones tan clásicas y diferentes con las que cautivó a todo el país desde el programa y ahora lo hace desde los escenarios.

El rey de la noche

En la previa de su show, Abel Pintos habló de lo importante que era volver a los festivales, que habían estado “en el banco de espera de las reactivaciones musicales”. Por eso el griterío de la gente cuando fue presentado, fue tremendo: porque lo esperaban hacía tiempo, porque la lluvia ya no se asomaba y porque ahí estaba él. El, que había dicho que estas fiestas sirven para escribir la música y el arte de cada ciudad empezaba a hacerlo en una de sus páginas más importantes.

“El amor en mi vida” fue volvernos a emocionar y también el primero de una larga lista de canciones, que fueron alternando sus hits con sus temas más nuevos que tienen destino de éxitos. Al igual que “Espejo” y “De mí, contigo” que fueron escuchados entre el clamor y un silencio respetuoso como cuando le habló a su público: “Me hace muy feliz cantar esta noche. Porque si estamos acá es porque podemos respirar un poco con más tranquilidad y porque desde la organización siempre insistieron cada año y no podíamos coordinar. Vamos a dar lo mejor de nosotros para honrar esa insistencia y cariño que tuvieron conmigo y mi equipo”.

“Ya estuve aquí” fue el tema que siguió el concierto, aunque bien podría haber sido otra forma de hablarle a Hernando, por parte de Abel. “Aquí te espero” entonces fue lo que el público siguió cantando, pero también la demostración de cariño a un artista por el que aguardaron seis años para volver a tenerlo “en casa”.

El show tuvo momentos altos como cuando sonó “La llave” y “Mariposa” en un momento muy íntimo; el segmento donde la gente no pudo quedarse sentada para bailar “El hechizo”, “Camina” secundado por Mery Granados y Antonella Giunta, “Cuantas veces”, “Y la hice llorar”; y el final con la “Familia abelera” en un clímax “Sin principio ni final”, “Cómo te extraño”, “Tu voz” y “Piedra libre”, para acompañarlo en este momento tan importante de su vida siendo padre; o cuando se apagaron las luces del escenario y el show se vio interrumpido unos diez minutos: Abel es luminoso.

Faltaba para cerrar la noche, pero cuando eligieron a las soberanas de la Fiesta, cuando Trinidad Giraudo fue elegida Reina Nacional del Maní; Valentina Balbiani, Virreina; Julieta Losano, Princesa y Embajadora Lena Milanesio; Abel Pintos ya había sido coronado. Ya había hecho del domingo una “noche de colección” como posteó en sus redes. Ya había sido el protagonista de una fiesta inolvidable en Hernando.