Cuando se logra el objetivo

Sergio Bustos

“Lo más gratificante de esta profesión es cuando se logra un objetivo, cuando una intervención sale con éxito, ya sea controlar un incendio, un accidente, y también es gratificante ver la gratitud de la gente. Es decir, gratifica cuando hacemos las cosas bien y tenemos el agradecimiento de las personas a las que ayudamos. El agradecimiento de la gente es nuestra paga, es lo que nos da ganas y fuerzas para seguir peleándola.

Hace 21 años que estoy en la institución y en mis años de servicio no recuerdo que me haya tocado actuar en una experiencia feliz, pero puedo decir que lo lindo que me ha pasado es que después de haber actuado en un accidente hubo personas que se recuperaron y pasaron por el cuartel a saludar. Por ejemplo, hay una señora que trabaja en la Funesil y nosotros asistimos a la hija cuando tuvo un accidente con la moto, entonces cada vez que me ve, me agradece todo lo que hicimos y cómo nos portamos. Eso es lo lindo de esta profesión, lo que nos carga las pilas para seguir.

También recuerdo como algo feliz que, como instructor del Departamento de Socorrismo, dimos un curso de RCP a una escuela de la zona que se dedica a capacitar a los empleados rurales y, a los pocos días, uno de los participantes encontró a su padre desvanecido con un paro cardiorrespiratorio. Le efectuó las maniobras que aprendió y logró mantenerlo con vida hasta que llegó la ambulancia. Hoy el padre vive. Cuando se lo comunicaron a los jefes me sentí muy bien, porque fue una enseñanza que salvó una vida”.

Bustos, además de desempeñarse como bombero voluntario en Villa María, trabaja en un emprendimiento propio realizando viajes especiales con un minibús.